El proyecto está paralizado legalmente por la Junta de Castilla-La Mancha, el plan urbanístico de Villar de Cañas que lo contempla está bloqueado, y el Gobierno central no ha aprobado aún la primera autorización imprescindible para continuar con el proceso, pero la empresa pública responsable del almacén nuclear continúa adjudicando contratos.

El proyecto del almacén nuclear de Villar de Cañas, en Cuenca, está formalmente paralizado, e intentar hacer cualquier obra menor, hoy por hoy, sería ilegal. Pero Enresa, la empresa pública encargada de la gestión de los residuos radiactivos y titular del proyecto, sigue licitando, adjudicando y formalizando con las empresas ganadoras contratos ligados a la futura construcción del cementerio nuclear.

Enresa parece dispuesta a seguir avanzando en el proceso y sólo en el último año ha adjudicado casi una quincena de contratos por un importe conjunto de 11,59 millones de euros (incluyendo el IVA, que supone un incremento sustancial del importe final y que la compañía pública no suele incluir en la información que publica sobre contratos resueltos). SABEMOS ha intentado insistentemente conocer la posición de Enresa sobre el impulso dado al proyecto con estas adjudicaciones, pero la compañía ha preferido no hacer comentarios.

Un proyecto paralizado, pero que no para

El proyecto de construcción de Almacén Temporal Centralizado (ATC) de basura nuclear se encuentra formalmente en un impasse. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) decidió el pasado julio aprobar su informe favorable para la concesión de la autorización de emplazamiento del almacén nuclear de Villar de Cañas (Cuenca), a pesar de las dudas sobre la idoneidad de los terrenos elegidos para ubicar la instalación.

Castilla-La Mancha bloqueó legalmente el proyecto el pasado julio. Sólo desde entonces, Enresa ha repartido contratos por más de 5 millones de euros

Pero el Gobierno aún no ha aprobado formalmente esa autorización previa, a falta de una declaración de impacto ambiental que debe aprobar el Ministerio de Agricultura (y que parece bloqueada por no estar disponible toda la información que requieren los técnicos de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente). Sin esa autorización de emplazamiento no se puede aprobar la autorización de construcción para arrancar las obras, pero Enresa ha adjudicado ya algunos contratos directamente destinados para avanzar en la consecución de ese permiso de construcción posterior.

Además, desde el pasado julio el proyecto del almacén nuclear se encuentra en una situación de bloqueo legal. La Junta de Castilla-La Mancha amplió entonces una zona de protección ambiental hasta incluir dentro de sus límites la parcela donde está previsto construir la instalación en Villar de Cañas, en Cuenca. La maniobra del Ejecutivo del socialista Emiliano García-Page formalmente supone bloquear todas las obras dentro de esta nueva zona protegida y, con ello, frenaría sine díe el proyecto. Sin embargo, con posterioridad a ese acuerdo de equipo de gobierno de Castilla-La Mancha, adoptado el 28 de julio, Enresa ha adjudicado contratos por un importe global superior a los 5 millones de euros.

En paralelo, la Junta castellano manchega ha reforzado el bloqueo del ATC al anular, el pasado noviembre, el plan de ordenación urbanística en el que el Ayuntamiento de Villar de Cañas contemplaba la construcción del silo.

En el último año, Enresa ha adjudicado algunos contratos millonarios, como el concedido a la filial de ingeniería de Gas Natural Fenosa y a Tecnatom por 3,76 millones de euros (incluido el IVA) por servicios de ingeniería de apoyo para el diseño de la instalación nuclear principal del ATC; el otorgado también a Gas Natural Fenosa y a Iberdrola por 2,76 millones, por servicios de ingeniería de apoyo al licenciamiento de varias instalaciones del complejo del almacén; el contrato de seguridad de todo el emplazamiento, adjudicado a Segurisa por 2,05 millones de euros; o el servicio de caracterización geotécnica y análisis hidrológico, que desarrollará la unión de Eptisa, AGS y Sondeos Peñarroya con un contrato valorado en 1,08 millones.

La empresa pública ha otorgado desde el año pasado otra decena de contratos más ligados al proyecto del cementerio nuclear. En lo que va de 201,6 Enresa ya ha adjudicado cuatro contratos por servicios variados por casi 500.000 euros. Sólo en la última semana, la compañía ha aprobado la cesión de dos contratos por casi 400.000 euros, uno para realizar trabajos complementarios para despejar las dudas por la calidad del suelo donde se ubicará el almacén (por 347.000 euros, y otra vez a la unión de Eptisa, AGS y Sondeos Peñarroya) y otro para la explotación de la red de control piezométrico (por otros 48.000 euros, a la Asociación para la Investigación y Desarrollo Industrial de los Recursos Naturales).

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