Los socialistas salen del poder en el pueblo madrileño donde Tomás Gómez inició su carrera política y en Baracaldo, donde gobernaban desde 1983. La guerra de la izquierda asturiana permite a Foro conservar Gijón.

El mapa político de España ha cambiado de arriba a abajo y se ha llevado por delante bastiones históricos de los partidos tradicionales. El PP ha quedado fuera del poder en lugares fetiche como Valladolid, Valencia, Madrid o Cádiz, cediendo la mitad de su poder municipal, pero el PSOE también se ha dejado lo suyo. Aunque recupera mucho peso institucional gracias a los pactos con otras fuerzas de izquierda, el enorme retroceso en votos que sufrió el 24-M le ha hecho quedar relegado en localidades que siempre habían tenido un alcalde socialista, como Parla (Madrid), y en otras donde llevaban gobernando más de tres décadas, como Baracaldo (Vizcaya).

Parla ha sido una de las alegrías de la jornada para el PP, que ha conquistado el bastón de mando en su día ostentado -como regidor más votado de España- por Tomás Gómez. Ahora, la falta de entendimiento de los partidos progresistas ha hecho imponerse al popular Luis Martínez Hervás, el más votado, que desbanca al PSOE en ese ayuntamiento por primera vez desde 1979.

En la localidad vizcaína de Baracaldo también se ha puesto hoy fin a más de tres décadas de hegemonía socialista. El PNV ganó allí por 52 votos, empatando a ocho concejales con el PSE, que se ha abstenido en la investidura. A la ya alcaldesa jeltzale, Amaia del Campo, sólo le han apoyado sus propios ediles ya que Bildu, la coalición Irabazi y el PP se han votado a sí mismos.

Otro feudo socialista en peligro era Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde al final Ciudadanos ha permitido que Antonio Gutiérrez Limones, regidor desde 1995 y senador del PSOE, prolongue otros cuatro años la hegemonía de su partido, preeminente desde 1979.

Tampoco cambian de color las tres capitales de provincia que desde la llegada de la democracia sólo han conocido alcaldes de un mismo partido: Santander (PP), Bilbao (PNV) y Santa Cruz de Tenerife (CC). Esas formaciones de nuevo se impusieron con claridad en mayo y no ha habido pactos entre la oposición que provoquen un cambio.

Sí se ha tornado el color del Gobierno de Palma de Mallorca, donde PSOE, MÉS y Som Palma se han aliado para desplazar al PP de la alcaldía. El pacto recoge ‘custodia compartida’ para la ciudad: durante dos años estará al frente el socialista José Hila, que en en 2017 dejará paso al candidato nacionalista, Antoni Noguera. El portavoz municipal será durante toda legislatura el líder de la plataforma apoyada por Podemos, Miquel Comas.

Y en Asturias, la guerra abierta entre socialistas y Podemos permitirá a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, del Foro Asturias de Álvarez-Cascos, renovar su mandato. La candidatura avalada por Pablo Iglesias, Xixón Sí Puede, decidió no apoyar al PSOE y dar vía libre a Moriyón, a lo que estos respondieron negándole el respaldo en Oviedo, donde la candidatura popular Somos Oviedo fue la lista de izquierdas más votada. De esta manera, parecía que el PP iba a conservar la hegemonía en la capital asturiana pero finalmente los concejales apoyados por Podemos dieron su voto al candidato socialista, Wenceslao López, completando el último giro de un surrealista tira y afloja entre las fuerzas de la izquierda que ha acabado con Foro gobernando Gijón y el PSOE Oviedo. El Principado, mientras tanto, sigue esperando un acuerdo para investir a un presidente.

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