los eurodiputados han respaldado el acuerdo alcanzado con el Consejo para una reducción más intensa de las emisiones de gases fluorados. El texto prevé la eliminación total de los hidrofluorocarbonos (HFC) de aquí a 2050, incluida una trayectoria para reducir la cuota de consumo de la UE entre 2024 y 2049. También introduce estrictos requisitos que prohíben la comercialización en el mercado de la UE de productos que contengan gases fluorados y fechas específicas para el fin de su uso en sectores donde hay alternativas técnica y económicamente viables, como la refrigeración doméstica, el aire acondicionado y las bombas de calor.
El acuerdo sobre la reducción de las emisiones de sustancias que agotan la capa de ozono recibió 538 votos a favor, 8 en contra y 13 abstenciones. La ley incluye medidas para recuperar y reciclar dichas sustancias que se encuentran en los materiales de construcción (en particular en las espumas de aislamiento) e introduce exenciones estrictas para su uso como materia prima (para producir otras sustancias, por ejemplo en la industria farmacéutica o química), como agentes de procesos, en laboratorios y para la protección contra incendios.
Los gases fluorados de efecto invernadero, como los hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos, el hexafluoruro de azufre y el trifluoruro de nitrógeno (utilizados en refrigeradores, aires acondicionados, bombas de calor, protección contra incendios, espumas o equipos eléctricos de conmutación) y sustancias que agotan la capa de ozono, como los halones (utilizados en los extintores de incendios), el bromuro de metilo (para control de plagas) y los hidroclorofluorocarbonos (utilizados en refrigeradores y sistemas de aire acondicionado) son gases de efecto invernadero producidos por el hombre (GEI) con alto potencial de calentamiento global. Las emisiones de estos gases deben reducirse aún más para contribuir a los objetivos climáticos de la UE y cumplir los acuerdos internacionales (el Protocolo de Montreal y la correspondiente enmienda de Kigali).
Al adoptar estas leyes, el Parlamento responde a las expectativas de los ciudadanos en apoyo de una transición hacia un modelo de crecimiento más sostenible y sólido y para impulsar los procesos de producción más respetuosos con el medio ambiente, como recogía la propuesta 11(1) de las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.