PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos coparán las nueve plazas del órgano de gobierno de la Cámara Baja, que presidirá Patxi López. El soberanismo periférico llevaba 34 años haciéndose al menos con un puesto en dicha institución, que decide el presupuesto parlamentario y regula tiempos y turnos de los plenos. La irrupción de los emergentes y el órdago secesionista catalán los relegan esta vez.

Por primera vez en 34 años no habrá nacionalistas en la Mesa del Congreso. El órgano de gobierno de la Cámara Baja estará esta legislatura copado por miembros de cuatro partidos de ámbito estatal -PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos-, sin espacio para concesiones al soberanismo periférico que sí venían haciéndose las últimas nueve legislaturas.

El acuerdo cerrado ayer por Pedro Sánchez y Albert Rivera, al que luego se sumaron los populares previa negociación con el partido naranja, contempla que Patxi López sea elegido presidente, otro socialista -la presidenta del partido, Micaela Navarro- ocupe una de las cuatro vicepresidencias y Ciudadanos se quede con dos secretarías. El PP, por su parte, se ha entendido con Rivera para no competir por la presidencia y hacerse con la vicepresidencia primera, la secretaría primera y otra vicepresidencia más. El propio Mariano Rajoy detalló este martes ante su Junta Directiva los detalles de la negociación que desde las 10h de este miércoles se plasmará en la sesión constitutiva del Congreso.

Iglesias cederá la secretaría cuarta a un diputado de En Comú Podem

Podemos queda al margen del acuerdo, pero sus 69 escaños le otorgarán una vicepresidencia y una secretaría. El partido de Iglesias anunció que uno de esos puestos -la secretaría cuarta- será para la candidatura catalana de confluencia (En Comú), en la que Podemos se integró el 20-D junto a la plataforma de Ada Colau, ICV y EUiA. El diputado barcelonés Marcelo Expósito fue el elegido para dicho cargo. La vicepresidencia tercera irá a parar a Gloria Elizo, parlamentaria por Toledo, de la máxima confianza del secretario general.

Iglesias mostró su contrariedad por el pacto a tres bandas PSOE-C’s-PP, calificando a estos partidos como «búnker contra el cambio». Los socialistas buscaron el acuerdo con el partido morado pero la exigencia de un grupo propio para cada una de sus candidaturas de confluencia lo imposibilitó. Sánchez coincide con Rajoy y Rivera en que permitir que los diputados de Podemos y sus aliados se troceen en el Congreso contravendría el Reglamento. Esa postura complica un hipotético pacto de izquierdas para la investidura del líder socialista, ya que Podemos condicionó cualquier entendimiento a que se le facilitara la formación de cuatro grupos.

Nacionalismo relegado

En cualquier caso, lo que sí está claro es que nacionalistas vascos y catalanes, tradicionales bisagras en las negociaciones de las Cortes, tendrán esta legislatura un papel menor. Estarán ausentes del órgano que decide sobre el presupuesto de la Cámara, admite o rechaza las tramitaciones de los grupos y regula la actividad ordinaria, entre otras funciones. Y eso es algo que no ocurría desde la primera legislatura (1979-1982). Tampoco en la constituyente (1977-1979) tuvieron un hueco.

CiU ha estado presente en la Mesa del Congreso siempre desde 1982; el PNV, en tres legislaturas

Josep Maria Trias de Bes fue el representante en la Mesa de la II Legislatura (1982-1986) del Grupo Minoría Catalana, donde se integraron los 12 diputados que obtuvo CiU en las primeras elecciones que ganó Felipe González. Trias de Bes repitiría en el órgano dos legislaturas más, si bien sus desavenencias con Jordi Pujol le llevaron a no concurrir ya en 1993. Tras esos comicios, la federación nacionalista colocó a otro de los suyos en el órgano rector, Josep López de Lerma, como harían ya en todas y cada una de las legislaturas siguientes. Ramon Companys, Jordi Vilajoana y Jordi Jané completan la nómina de convergentes en la cúpula de la Cámara Baja hasta 2015.

El PNV, por su parte, tardó más en empezar a contar para el órgano rector. La primera vez que se le incluyó fue en 1993, cuando Emilio Olabarría obtuvo la secretaría cuarta, el puesto de menos rango. Mismo sillón se llevaría Joxe Joan González de Txabarri tres años después, gracias al entendimiento de los jeltzales con el PP de Aznar. Y en la segunda legislatura de Zapatero, de 2008 a 2011, se hicieron con la secretaría segunda al renunciar el PSOE a dicho puesto en favor de José Ramón Beloki.

La exclusión de los nacionalistas este año es fruto principalmente de la fuerza con que han irrumpido en el Congreso dos formaciones nuevas -Ciudadanos y Podemos- dispuestas a capitalizar su resultado electoral. Pero a nadie se le escapa que también ha jugado su papel el órdago independentista lanzado en Cataluña por CDC y ERC. El soberanismo catalán ya ni cuenta en estas negociaciones, al haberse echado al monte, como esta semana ha evidenciado el líder del PSOE. Pedro Sánchez asegura que no buscará los apoyos de estas formaciones para su investidura, pese a lo difícil que tiene sacarla adelante sin su concurso.

El desafío secesionista imposibilita pactos como los que González, Aznar y Zapatero firmaron con nacionalistas

En cuanto al nacionalismo vasco, el diario El País informó ayer de que los socialistas habían planteado contar con ellos en la Mesa, si bien había escaso margen de maniobra. Para que se desarrollara esa propuesta, el PP debía renunciar a uno de sus puestos, cosa impensable para Rajoy, que ya había renunciado a la presidencia de la Cámara pese a liderar la fuerza más votada. Y es que hoy por primera vez será elegido tercera autoridad del Estado un diputado de partido distinto al que ganó las generales.

Pero esta legislatura parece destinada a ser histórica en cada movimiento. Y con el nacionalismo jugando su papel menos relevante en la Cámara Baja desde la Transición. Lejos quedan los tiempos en que CiU y PNV eran bisagra necesaria para cualquier pacto y alternaban apoyos a socialistas y populares a conveniencia. Se hace inimaginable ya la reedición de episodios como la agónica negociación del Estatut entre Zapatero, Mas y Duran, la legislatura extra que CiU concedió a González o el regreso del centro derecha al poder de la mano de Arzalluz y Pujol.

nueva mesa del congreso

Presidente: Patxi López (PSOE).

Vicepresidenta primera: Celia Villalobos (PP).

Vicepresidenta segunda: Micaela Navarro (PSOE).

Vicepresidenta tercera: Gloria Elizo (Podemos).

Vicepresidenta cuarta: Rosa Romero (PP).

Secretaria primera: Alicia Sánchez-Camacho (PP).

Secretario segundo: Ignacio Prendes (C’s).

Secretaria tercera: Patricia Reyes (C’s).

Secretario cuarto: Marcelo Expósito (En Comú Podem).

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