Este miércoles se celebra en los juzgados de Plaza de Castilla (Madrid) la vista previa de la macrocausa en la que Adicae acusa a 101 entidades financieras de haber abusado de los clientes mediante la imposición de cláusulas suelo, con las que «la banca se ha embolsado 24.000 millones de euros desde 2009».

Los juzgados de Plaza de Castilla celebran este miércoles 24 de junio (y hasta el viernes 26) la vista previa de la macrocausa que inició la asociación de usuarios de banca (Adicae) contra 101 entidades financieras por la comercialización presuntamente abusiva de las cláusulas suelo en cerca de 15.000 hipotecas. En la medida que es un juicio mercantil, las partes esperan que solo se aporten pruebas documentales, por lo que durante estos dos días «podría quedar visto para sentencia después de estos dos días».

Esta cláusula impide en la práctica que en las hipotecas referenciadas a tipos variables los clientes se pudieran beneficiar de bajadas de los mismos a partir de un mínimo prefijado. Con la caída del euríbor registrada desde el inicio de la crisis, las pérdidas ocasionadas a todos los usuarios cuyas hipotecas disponen de esta disposición asciende a más de 24.000 millones de euros desde el año 2009, según cálculos de la asociación denunciante.

Tal como explican a SABEMOS portavoces de Adicae, una hipotética sentencia afectaría no solo a los 15.000 clientes agrupados y personados en torno a la macrocausa, sino al conjunto de más de 2 millones de hipotecas firmadas en España y que actualmente aún cuentan con una cláusula de este tipo. «Una rápida sentencia no solo evitaría que miles de hipotecados continúen expuestos a lo que ya se ha sentenciado como un abuso flagrante y a los riesgos y perjuicios derivados del mismo, como la imposibilidad de pago de la hipoteca y la consecuente ejecución hipotecaria, sino que supondría la eliminación de los suelos en todas las hipotecas existentes en España», advierten desde esta institución.

El pleito no juzga un posible engaño a los consumidores, sino la adecuación misma de las cláusulas a la legalidad; de haber una sentencia favorable supondría el fin de las mismas en toda su extensión. ¿Por qué si solo se personan 15.000 afectados serían todos los hipotéticos beneficiarios? Este efecto de una eventual sentencia deriva, según Adicae, «del carácter colectivo de la demanda, interpuesta pr Adicae como asociación de consumidores».

Seis años de batalla judicial

En febrero de 2010 la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) presentó ante el Senado un documento en el que exponía a sus señorías los resultados de las sospechas y la investigación iniciada un año antes: que en España se habían estado comercializando de forma masiva préstamos hipotecarios que incluían una cláusula abusiva que impedía a los clientes beneficiarse de las bajadas de tipos de referencia. Ese mismo mes iniciarían las primeras demandas contra entidades financieras por las cláusulas suelo.

Desde entonces se comenzó una batalla judicial y mediática a la que se iban sumando miles de afectados, así como entidades financieras acusadas de incluir la cláusula suelo en su contrato hipotecario estándar para un préstamo a interés variable. Las razones eran obvias: según los denunciantes cada cliente tenía que pagar un sobreprecio en su hipoteca de una media de 200 euros, por lo que cada año bancos y cajas se embolsaban entre 4.000 y 5.000 millones de euros de forma presuntamente irregular.

La confirmación llegaría el 9 de mayo de 2013: se hacía pública una sentencia del Tribunal Supremo en la que declaraba nulas aquellas cláusulas suelo incluidas en contratos hipotecarios en los que se apreciara una clara falta de transparencia. La sentencia obligaba a la restitución (no retroactiva) de los intereses pagados de forma indebida desde la publicación de la sentencia, y daba comienzo a una masiva anulación de las cláusulas entre entidades como BBVA, Bankia, Cajamar, Novagalicia… la última en hacerlo ha sido Catalunya Banc. Pero los demandantes quería la anulación total, así que la vía judicial seguiría adelante.

Pese a que repetidas sentencias judiciales seguían declarando nulas más y más cláusulas suelo, desde Adicae luchaban por la anulación total. Así, en marzo del año pasado lograron que el juzgado número 11 de lo mercantil, en Madrid, desbloquease el asunto, lo que ponía en jaque a toda la banca. En febrero de 2015 un nuevo capítulo volvía a dar la razón a los denunciantes: el TS ratificaba que las cláusulas suelo eran abusivas porque no se habían comercializado con transparencia. Tal avalancha de sentencias en contra de la banca llevaba al Gobierno a instar a la banca que eliminara definitivamente las mismas.

No se devuelve lo cobrado

Pero ni es fácil ni barato cambiar todas las hipotecas para eliminar las clásulas suelo: tendría un coste para las entidades de unos 780 millones de euros. El penúltimo episodio se vivía de nuevo en el Supremo, que dictaminaba en esta ocasión a favor de la banca: Debido al «trastorno económico» que le supondría devolver el dinero cobrado de forma irregular en el pasado, los jueces entendían que no debían hacerlo.

El propio juzgado de lo mercantil reconoce que ante la ratificación por parte del Supremo de sentencias declarando la nulidad de las cláusulas suelo, «el aspecto a determinar ahora es el alcance de esa nulidad en relación a la devolución de las cantidades indebidamente pagadas, y si se mantiene el poco sostenible criterio de defensa de los intereses de la banca», explican fuentes de la acusación. Tanto si la sentencia vuelve a dar la razón a los consumidores, como si lo hace en favor de la banca, la sentencia dará que hablar.

FOTO: IU EL VISO, para FLICKR

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