• El candidato del PSOE se convierte en el primero que fracasa al solicitar la confianza de la Cámara: «Hoy es un punto y aparte; no voy a resignarme».
• La segunda vuelta de la investidura se salda con 131 votos a favor del aspirante y 219 en contra. Sólo Coalición Canaria apoya el pacto de los socialistas con C’s.
• Rajoy acusa a Sánchez de poner «las instituciones al servicio de su supervivencia y eso también es corrupción».
• Bronca de Patxi López con Rafael Hernando y Joan Tardá, a quienes negó un turno de palabra por alusiones.
• Se abre un escenario inédito en la política española, una encrucijada que deja el siguiente paso en manos del Rey.

131 votos a favor y 219 en contra. Pedro Sánchez ha sido rechazado por el Congreso de los Diputados por segunda vez en 48 horas y España sigue en funciones, sumida ahora en la incertidumbre de una encrucijada inaudita. Jamás un candidato había fracasado al solicitar la confianza de la Cámara, situación no contemplada por el legislador y que hace que no se tenga claro qué pasará en adelante. La pelota vuelve a estar en el tejado del Rey, que podría convocar o no una nueva ronda de audiencias con los líderes y acabarla o no con la nominación de otro aspirante. Felipe VI se entrevistará el lunes a las 13h con el presidente del Congreso, Patxi López. Lo único claro es que si el día 2 de mayo no hay fumata blanca, las Cortes se disolverán y habrá elecciones el 26 de junio.

Sánchez: Pablo Iglesias «ha traicionado a los votantes de Podemos»

Sánchez sólo ha sumado un apoyo más que el miércoles, el de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, que hace dos días se abstuvo. El resto de fuerzas ha votado en contra del líder socialista y, por ende, del pacto de Gobierno suscrito entre el PSOE y Ciudadanos. «Hoy es un punto y aparte; voy a seguir trabajando para lograr la mayoría que necesita nuestro país», ha declarado Sánchez al abandonar el hemiciclo. Según él, Pablo Iglesias «ha traicionado a los votantes de Podemos» y es el «responsable único y último» de que Mariano Rajoy siga en La Moncloa. «Yo no voy a resignarme», ha advertido. 

La sesión ha vuelto a estar marcada por la crispación, pues al término de las intervenciones de los grupos se ha desatado una tensa discusión entre el presidente de la Cámara y los diputados Rafael Hernando (PP) y Joan Tardá (ERC).

La polémica se desató después de que el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, pidiera la palabra para desmentir la «falsedad flagrante» vertida por el representante de Esquerra, Gabriel Rufián, que había acusado al partido naranja de no condenar el franquismo. López ha permitido que Girauta explicara su postura, blandiendo una resolución del Parlament catalán en 2013, que condenó el régimen de Franco con los votos a favor de Rivera.

Acto seguido, Hernando ha querido intervenir para rebatir al portavoz del Grupo Socialista, pero el presidente de la Cámara le ha retirado el uso de la palabra, motivando una airada protesta del diputado popular. Lo mismo ha ocurrido luego con Tardá, que quería responder a Girauta. Los gritos del diputado independentista han llevado a López a llamarle al orden, pero al final los ánimos se han serenado y el pleno ha podido continuar.

«No esperemos más»

Antes de todo eso, Sánchez se había dirigido por última vez a la Cámara, insistiendo en el mensaje lanzado a lo largo de toda la semana. Se trataba de decir “sí o no” a su candidatura, pero también de apoyar o rechazar un acuerdo transversal, de apostar o no por la repetición de elecciones, de decantarse por implementar “ya” un cambio de políticas y de “evitar que Rajoy siga al frente del Gobierno”. “No esperemos más, voten sí al cambio”.

El líder socialista ha remarcado que “España no puede esperar ni un minuto más” para virar el rumbo de la gestión del PP, aunque en todo momento asumía que no tenía ninguna opción de triunfar. Por eso, ha dicho que su pacto con Ciudadanos es “el punto de partida” y permanecerá “abierto al resto de fuerzas durante las próximas semanas”. El futuro Gobierno deberá cumpir tres condiciones, en su opinión: surgir “del acuerdo”, aunar a “partidos con diferentes sensibilidades ideológicas” y contar “con la participación del PSOE”.

“Van a votar en contra de estas 200 mejoras”, ha dicho dirigiéndose a los diputados de izquierdas, “pero todos sabemos que la mayoría de ustedes está de acuerdo” con el grueso del pacto. En cualquier caso, Sánchez se da por satisfecho al haber “cumplido ya el primer objetivo” que perseguía su candidatura: “poner en marcha el reloj de la democracia”.

«Su fiesta ha llegado al final», espeta Rajoy al líder socalista

El primero en darle respuesta ha sido el presidente en funciones. Mariano Rajoy ha mantenido la línea mordaz contra una alternativa que no es más que un “improvisado paquete de medidas” presentado por Sánchez como “el primer paso”, pero que “al final se ha quedado en un salir del paso”. Rajoy se ha mofado de la divergencia de interpretaciones que PSOE y Ciudadanos hacen del pacto, indicando que lo leen “a la carta” y parafraseando a Quevedo: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que cada socio lo mira”.

“No se trata de cambiar por cambiar”, ha concluido, sino que en este momento España necesita mantener la directriz marcada por su Ejecutivo porque “las cosas se están encauzando” y no conviene caer en el “síndrome de Adán”. El líder del PP también ha criticado que Albert Rivera le reclame apoyo a ese entendimiento: “No estamos aquí para negarnos a nosotros mismos (…) todo esto ha sido un fraude, un engaño, una farsa”. “Su fiesta ha llegado al final”, “ha puesto las instituciones al servicio de su supervivencia y eso también es corrupción”, ha concluido mirando al secretario general del PSOE.

«El acuerdo del beso»

Pablo Iglesias, líder de Podemos, ha optado por aparcar las hostilidades y adoptar su perfil más conciliador. Hoy no ha mencionado el pasado del PSOE ni ha atacado personalmente a Sánchez, sino que le ha tendido la mano para pactar “a partir de esta noche”. Su “condicionante” sigue encima de la mesa: el Ejecutivo debe ser de coalición y desarrollar “un programa progresista de verdad”. “Atrévase, señor Sánchez”, ha pedido al candidato, antes de explicarle que “a veces las discusiones más agrias preceden a los momentos más dulces”. Ojalá el suyo sea, ha concluido “el acuerdo del beso”, en alusión al que él mismo se dio en los labios con Xavier Domènech el miércoles.

Rivera carga contra «el conformismo y la pereza» del presidente del Gobierno en funciones

Albert Rivera, cuarto en tomar la palabra, ha defendido el pacto PSOE-Ciudadanos y ha acusado al resto de fuerzas de no saber “construir”, sino solo “destruir”. “Por lo menos que se abstengan”, ha rogado a un PP del que se ha distanciado mucho las últimas semanas. Hoy ha vuelto a ser especialmente duro con Rajoy, acusándole de haber “puesto en jaque al Rey” negándose a ser candidato y de no haberse leído el programa de Gobierno de Sánchez porque “le da mucha pereza”. “El conformismo y la pereza no son la mejor receta para los días que vivimos”, le ha espetado.

Y al igual que hiciera el miércoles, se ha dirigido a la bancada popular, apelando a la UCD de la que provienen algunos de sus miembros y preguntándoles “por qué no se suman a la nueva etapa política”.

Unas palabras ha tenido también para Iglesias, cuya actuación le parece al de Ciudadanos “épica de laboratorio”. “Qué diferencia entre aquellos comunistas como Solé Tura y Carrillo y lo que hemos escuchado aquí”, le ha dicho al dirigente de Podemos.

Las intervenciones de los independentistas y de Alberto Garzón anunciaban por enésima vez el fracaso de un Sánchez que ya piensa en cómo seguir manteniendo su candidatura, pese a que ha dejado de ser el ungido por Felipe VI.

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