Los miembros del Comité Español de la Unión Internacional de la Naturaleza, reunidos en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera con motivo del XVI Foro Internacional de Conservación de la Naturaleza, han aprobado una declaración dirigida a los representantes institucionales que desde ayer se reúnen en Glasgow, en la conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).
«El Calentamiento Global provocado por la actividad humana, la pérdida de patrimonio natural y el cambio de uso de suelo son los mayores retos globales a los que nos estamos enfrentando en el siglo XXI. Informes científicos como el elaborado por la AEMET “Informe del Estado del clima de 2020” han constatado que la temperatura global media ha subido 1,1 grados, y de continuar la tendencia, con los planes de recortes anunciados por los estados, podría llegar a un aumento de 2,7 grados. La Organización Meteorológica Mundial ha constatado que la concentración de gases marcó un nuevo máximo en 2020. Los niveles de dióxido de carbono son el doble de los existentes en la etapa preindustrial. Estamos asistiendo, teniendo un altísimo grado de responsabilidad, a la sexta extinción global».
Según la declaración «los fenómenos climáticos extremos son más frecuentes en los últimos años, los daños causados por los mismos llevan a dramas que son, en última instancia, fundamentalmente humanos. Son millones los refugiados climáticos, esto es, las personas refugiadas y desplazadas como consecuencia del cambio climático».
El cambio climático en España
El calentamiento global está teniendo una especial incidencia, dada su vulnerabilidad, en España y la región mediterránea en donde la desertización, el descenso de la pluviometría media, el incremento de la evapotranspiración, combinado con la actividad industrial, el despoblamiento rural, los incendios forestales, los cambios de manejo de suelo, el agotamiento y contaminación de acuíferos y mares y el ascenso del nivel del mar, está llevando a una tensión del sistema que preocupa a los miembros del Comité Español de UICN. Por ello han instado a los estados reunidos en la COP26 «a que negocien y alcancen acuerdos en los próximos días que reviertan esta situación de deterioro global que hará muy difícil la vida de las generaciones futuras. Solicitamos que fijen objetivos valientes, audaces, comprometidos y determinantes que se transformen en políticas y acciones transversales que permitan mirar al futuro con ilusión. No hay Planeta B. Es necesaria una transición ecológica justa, basada en la equidad. Nos estamos quedando sin tiempo. En nuestras manos está nuestro futuro», explican.
El valor de los humedales
El Comité Español de la UICN y la Junta de Castilla La Mancha, tras celebrar el XVI Foro Internacional de Conservación de la Naturaleza, celebrado en el Parque Natural Lagunas de Ruidera, han destacado «el excepcional valor de los humedales manchegos como elemento de conectividad para las aves migratorias y el buen funcionamiento de los ecosistemas del interior peninsular».
En las ponencias, científicos y expertos han incidido en el valor natural del conjunto geomorfológico representado en este Parque Natural. Además, han reafirmado que, para su conservación, «es importante mantener un equilibrio entre afluencia y uso público. Así se podrá garantizar la conservación de las lagunas, la seguridad de los visitantes ante riesgo de incendios y el fomento de un turismo de naturaleza, de calidad y sostenible durante todo el año».
Asimismo, se han incidido en la importancia de velar por la calidad de las aguas, esencial para la conservación de la flora y fauna asociada a este humedal. «También hay que subrayar la necesidad de la recuperación de los acuíferos del Alto Guadiana. Estas masas de agua subterráneas son de extrema importancia para la regeneración de los humedales manchegos, afectados por la sobreexplotación del uso agrario intensivo en la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda». Finalmente han destacado el incalculable legado cultural e histórico del entorno y cómo una correcta gestión de los humedales, es una fuente de recursos ecosistémicos esenciales para la vida y una oportunidad para desarrollar soluciones basadas en la naturaleza.
