Ecologistas en Acción ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que, como responsables de la gestión del agua en España, «adopten las medidas necesarias para corregir la actual situación.

Al menos en 197 municipios españoles, que albergan a 1.016.359 habitantes sin contar la población vacacional, el agua de abastecimiento contiene unos niveles de nitratos iguales o superiores a 50 mg/litro, lo que provoca que no sea apta para el consumo humano, de acuerdo con lo indicado por la Organización Mundial de la Salud y por la normativa vigente.

Ecologistas en Acción apunta que pueden ser más los pueblos y ciudades los que reciben a través del grifo agua contaminada, dado que no se disponen de mediciones periódicas de la totalidad de municipios. Este hecho es especialmente grave, afirma la orqanización, «pues con la contaminación de las aguas de abastecimiento, además de poner en riesgo la salud de las personas, se está conculcando a más de un millón de personas el derecho humano al agua potable y el saneamiento, establecido como tal por Naciones Unidas en 2010».

Esta contaminación de las aguas tiene su origen, según la organización, en la proliferación de macrogranjas intensivas -España es ya el mayor exportador mundial de carne de cerdo- y al uso masivo de abonos nitrogenados en la agricultura, especialmente en el regadío, que además no para de crecer, de manera legal e ilegal. En ambos casos denuncian que esto sucede «con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de las Consejerías de Agricultura, Pesca y Alimentación de algunas Comunidades Autónomas. Se trata de una contaminación especialmente grave, ya que en las aguas subterráneas pasa a ser prácticamente irreversible».

Por todo ello, Ecologistas en Acción ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que, como responsables de la gestión del agua en España, «adopten las medidas necesarias para corregir la actual situación, que pasan necesariamente por frenar la implantación de nuevas explotaciones ganaderas intensivas, así como la expansión del regadío, limitando también el uso de abonos nitrogenados en los regadíos existentes».

La organización ecologista señala que se trata de un problema ambiental y social muy importante, por lo que tiene previsto para 2023 medir el nivel de nitratos en las aguas de numerosos municipios de todo el Estado español, «con la idea de denunciar ante las administraciones responsables, la Fiscalía y la opinión pública aquellos casos en los que se superen los niveles de nitratos permitidos».

La presencia de nitratos en el agua de consumo humano es causa de preocupación a nivel de todo el Estado, dada su toxicidad relacionada con la formación de dos tipos de sustancias: nitritos y compuestos N-nitrosos. La reducción de los nitratos a nitritos puede ocasionar metahemoglobinemia principalmente en los lactantes menores de 6 meses. Se trata de una afección «por la que hay una cantidad más alta de lo normal de metahemoglobina en la sangre. La metahemoglobina es una forma de hemoglobina que no puede transportar oxígeno, de manera que no llega suficiente oxígeno a los tejidos. Los síntomas de la metahemoglobinemia incluyen dolor de cabeza, mareo, cansancio, falta de aliento, náuseas, vómitos, latidos cardíacos rápidos, pérdida de coordinación muscular y piel de color azul”.

Por otra parte, lo nitritos reaccionan con aminas formando nitrosaminas, de las cuales se sabe, por estudios en animales y algunos estudios epidemiológicos en humanos, que tienen una actividad carcinógena.

Por último, la formación de compuestos N-nitrosos se asocia con malformaciones congénitas.

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