­El exanalista de la CIA, perseguido por Estados Unidos por revelar su programa de espionaje masivo, revoluciona Twitter al abrirse una cuenta.

“Yo solía trabajar para el gobierno. Ahora trabajo para el pueblo. Director de @FreedomofPress”. Con esta autodescripción llegó ayer Edward Snowden a Twitter. Solo sigue una cuenta, la de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) para la que trabajó y cuyo programa de espionaje masivo denunció filtrándolo a periódicos como The Guardian.

Dicho programa fue puesto en marcha tras los atentados del 11S para espiar las comunicaciones personales de ciudadanos de medio mundo así como de algunos líderes considerados «amigos» de Washington, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel, y abrió un debate mundial sobre la privacidad en internet y la legitimidad de los programas de espionaje de los gobiernos.

La filtración de Snowden tuvo lugar en 2013. Desde entonces, exiliado, ha estado en paradero desconocido y solicitando asilo a distintos países, entre ellos España, que por uno u otro motivos (casi siempre el de que para solicitar asilo político, según la ley, hay que estar físicamente en el país demandado) se lo han denegado. Ahora se encuentra en Rusia tras recibir asilo político temporal y dirige un sitio web llamado Freedom.Press (libertad de prensa). Su foto de portada en la red social es precisamente una imagen de los principales periódicos yankees.  

Su primer tuit se lo ha dedicado a la NSA: “¿Podéis oírme ahora?” Con casi 100.000 retuits, es considerado uno de los mejores troleos (vaciles) de la historia de la red social y le ha encumbrado a Trending Topic mundial. 17 horas después de ese primer mensaje, Snowden tiene casi un millón de seguidores.

Luego tuvo una conversación pública con Neil deGrasse Tyson, que le entrevistaba hace unos días, vía web, sobre el cifrado de las telecomunicaciones. El astrofísico fue el primero en darle la bienvenida a Twitter, el exanalista de la NSA, que debe de estar de buen humor, metía chistes en cuanto veía ocasión: que si piden pasaportes en Marte (el gobierno de USA invalidó el suyo), que por muy ocupado que esté siempre saca tiempo para fotos de gatitos, etc. Todo muy de humor geek. 

 

La conversación se pone seria cuando Neil le dice que algunos le llaman héroe y otros traidor, que qué piensa de esas etiquetas, a lo que Snowden responde “solo soy un ciudadano con voz” para luego citar al también exanalista de inteligencia que también filtró vergüenzas estadounidenses a la prensa Daniel Ellsberg: “Las etiquetas nunca han frenado el progreso, ni en 1776 ni ahora”.

 

Terminan el coloquio tuitero con un “Stay safe” de Neil (que en español se traduciría como “cuídate” pero literalmente significa “mantente seguro”) y un idealista “Stay free” (mantente libre) de Snowden.

 

El séptimo y último tuit del informático exiliado por denunciar el espionaje masivo del gobierno de los Estados Unidos vuelve a dirigirse indirectamente a la NSA y vuelve al tono satírico:  «Mientras tanto, miles de personas en Fort Meade (el cuartel general de la NSA) se acaban de hacer Twitter». 

 

 

¿Y cómo ha reaccionado la comunidad tuitera ante su llegada? Con mucha expectación, tal como se ve en el gráfico que ha elaborado Twitter donde cada punto es una mención a Snowden:

 

Y, en general, parece que se le ve más como héroe que como traidor… excepto en Estados Unidos, donde un candidato conservador a la presidencia le ha llamado terrorista y ha pedido al fundador de la red social que le cierre la cuenta.

 

 

 

 

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