A la espera de nuevas modificaciones en el borrador final de la COP28 -Global Stocktake, el documento final que tendrá que salir de la Cumbre de Dubái- y si no se producen cambios sustanciales, la jefa de la delegación de Greenpeace, Kaisa Kosonen, ya ha afirmado que «este borrador es un absoluto desastre. Si esto es todo lo que se puede sacar de la COP28, entonces esta conferencia va a ser un fracaso».
Según Greenpeace, actuar de acuerdo a la ciencia significa que «no se puede hacer lo que se quiera. Abandonar los combustibles fósiles ya no es opcional«.
El texto presenta una lista de opciones que los países pueden elegir hacer o no para acelerar la transición energética. Aunque la reducción tanto del consumo como de la producción de combustibles fósiles para alcanzar el cero neto en torno a 2050 está incluida en el borrador, es sólo una de las muchas opciones sobre las que los países podrían actuar o no.
Este borrador, a juicio de la organización ecologista, «no capta el momento histórico que hemos presenciado en las últimas semanas. Está escrito en interés de la industria de los combustibles fósiles y no de las personas, ni de las comunidades ni de toda la vida en la Tierra, que requieren una acción urgente». Y dicen que eso abre la puerta a una serie de falsas soluciones que beneficiarán a la industria del petróleo, el gas y el carbón «en lugar de proporcionar un futuro seguro, justo y equitativo para todas las personas y seres vivos del planeta».
En este sentido, Pedro Zorrilla Miras, representante español en la delegación de Greenpeace ha dicho que el borrador «es un insulto a la inteligencia y a los países y las personas que más sufren los impactos del cambio climático y no pueden esperar más. Hay países en el Pacífico Sur que literalmente van a desaparecer bajo el mar a causa del calentamiento global que producen las emisiones de los combustibles fósiles».
También ha recordado que «este año en España hemos vuelto a sufrir olas de calor insoportables, incendios de miles de hectáreas, tormentas destructivas y la sequía que lleva más de dos años sigue empeorando en Cataluña y el sureste peninsular».
Greenpeace entiende que «las 106 naciones que han pedido la eliminación (phase out) de los combustibles fósiles van a seguir negociando hasta el límite porque este borrador es inaceptable».