Inma Fernández espera su ingreso en un hospital para desintoxicarse del fentanilo prescrito contra el dolor crónico

Inma Fernández vive en Tarragona, tiene dos hijos y ha sufrido violencia de género. Por si no era suficiente, tras padecer un linfoma comenzó a ser tratada con parches de fentanilo para el dolor crónico hasta que un día descubrió que había caído en la adicción.

Inma, ¿cuál es su estado actual? ¿cómo se encuentra? 

En estos momentos es horrible, estoy al límite. Tan al límite que he necesitado ayuda del 024. Suena muy bestia y muy feo, pero es mi realidad: he querido morirme. De hecho, ahora te diré que no, pero a lo mejor dentro de dos horas te diré otra vez que sí, porque no tengo calidad de vida. Me iban a ayudar en un principio. Sí que me dieron de lista de espera hasta enero o febrero de 2024, aunque yo lo veía mucho tiempo. Pero dije: son 4 meses, venga esperamos, es normal que haya gente en lista de espera como yo. Pero es que estamos ya en marzo. Sigo esperando. ¿Qué pasa? Que, si antes 4 parches ya era mucho, cuanto más tiempo pase y no reciba ayuda, más aumenta esta adicción. Y ya voy por 8 parches. El problema también está a la hora de conseguirlos. A una persona que está con mono tú no la puedes tener haciendo llamadas telefónicas como si fuese una secretaria, porque esa persona está con temblores, con dolores, con vómitos, con sudores…y a la que te resfrías, no sales del resfriado, porque voy todo el día con el pelo mojado en sudor como una drogadicta. Como estamos en invierno, por otro lado, tiritando de frío. Y estoy fatal…me pasan de médico en médico, pero ninguno me aclara nada.  

El pasado 14 de febrero tenía cita en el Hospital Sant Pau de Barcelona para conocer a la doctora y que me explicaran en qué iba a consistir la desintoxicación. Las condiciones del hospital no tenían nada que ver con las que me describió el psiquiatra del CAS.

«Empecé a conocer el fentanilo por una serie de Netflix. busqué en Google y vi la serie. Esto a mí ya empezó a ponerme más nerviosa»  

Nosotros en casa ya venimos de una situación difícil. Tuve un linfoma, una situación de violencia. ¿Qué ocurre? Que yo le dije: mire no me quiero separar de mis hijos -porque me dijeron que tenía que estar 20 días sin verlos, sin recibir visitas-, venimos de una situación delicada y no creo que no verlos me ayude mucho. Me dijeron que no, que no los podía ver. Que tampoco se podía tener teléfono móvil. Y luego me dijo: tranquila, que hemos decidido derivarte a este hospital, porque es Patrimonio de la Humanidad, hay jardines muy bonitos, hay gimnasio, puedes salir a paser…pues aquello es tercermundista. Es horrible. Respeto mucho a todos los toxicómanos, pero había gente de todo tipo y el día que yo fui había una persona discutiendo, increpando a una enfermera. Era muy diferente a cómo me lo describieron. 

Ahora lleva esperando desde septiembre de 2023, ¿ya ha recibido noticias respecto a la fecha del ingreso?   

El día 15 de febrero, después de la entrevista en el Hospital Sant Pau, vine al CAS en Tarragona para informarles de que había ido a la entrevista. Al decirle al doctor qué era todo muy diferente a como me lo había contado, me respondió que habían cambiado mucho las cosas y me pregunto si quería ingresar en un hospital de Tarragona, a lo que le respondí que sí. Y me dijo que le dejara reunirse con la doctora de la Unidad del Dolor para concertar una cita, que será hoy 14 de marzo, pero no tengo una fecha de ingreso todavía.  

¿Por qué le recetaron fentanilo?   

Con la quimioterapia que me dieron del cáncer me hacían unas punciones intratecales, que son punciones en la lumbar. Es como una epidural, pero te meten quimioterapia. Esto me dejó un dolor crónico y para paliarlo empezaron a darme primero tramadol, luego fentanilo, después tramadol más fentanilo. Y después tramadol más fentanilo más trankimazin. Cuando pasaban 3 o 4 meses me iban subiendo la dosis. 

¿Cuándo se percata de que las cosas no van bien? 

Trabajando. Esto fue en verano de 2023. Ahí empecé a pasarlo muy mal porque son parches que tienen que durar 3 días y con el calor se caen enseguida. Y claro, se me acababan antes de tiempo y el segundo día ya empezaba con temblores, con una ansiedad horrible, con un sudor más elevado que un sudor normal. Y yo decía: ¡qué raro! Empecé a conocer el fentanilo por una serie de Netflix. Escuché hablar sobre el fentanilo, busqué en Google y vi la serie. Esto a mí ya empezó a ponerme más nerviosa. Fue cuando llamé a mi doctor y le dije lo que me pasaba. Me dijo que no me preocupara, me recetó más y trucos para ir desintoxicándome, como cortarle al parche una punta. Pero esto ya no era suficiente, porque llevaba 3 años con fentanilo, y ya sola no podía. 

«Me quería tirar por la ventana. Mi hija me frenó, que se asustó mucho. No podía decirle lo que me pasaba, me estaba ahogando de ansiedad»  

El 28 de agosto de 2023 me quedé sin fentanilo en la receta y el día 1 me aparecía para pasar a recogerlo. Dije: bueno, 4 o 5 días yo creo que voy a poder aguantar. Bueno, pues al día siguiente empiezo a pasarlo muy mal. Tanto que me quería tirar por la ventana. Mi hija me frenó, que se asustó mucho. No podía decirle lo que me pasaba, me estaba ahogando de ansiedad.  

¿Qué efecto tiene el fentanilo cuando no hay síndrome de ansiedad? 

Cuando no tengo el mono tengo la sensación de que así es como quiero estar el resto de mi vida. No tengo dolor, no estoy cansada…pues como era mi vida antes de tener el cáncer. Sí que es verdad que al principio de tomar el fentanilo te encuentras más que bien. Trabajaba 12 horas de sábado a domingo. Parecía que tenía superpoderes. 

saben que, con 400 microgramos, en su día me dijeron: hay que ingresarte, porque es mucho. Llevas dosis suficiente para que tus hijos lleguen y te encuentren muerta. Que sepan que ahora llevo 800 microgramos y nadie hace nada.

«Ahora sólo pueden pasar dos cosas, ir a más o morir de sobredosis, porque yo no me puedo curar sola y siguen sin atenderme» 

Justo en este momento está pendiente de que te receten más fentanilo… 

Me cambié de centro de salud, porque la doctora ya se negaba a dármelo. Lo veo normal, por un lado, pero no veo normal que porque tenga cita para desintoxicarme me lo quiten, porque incluso es peligroso. Entonces me fui a otro centro de salud y el doctor sí que es verdad que me ha dicho: conmigo no te va a faltar, te voy a dar todo lo que necesites hasta el día de tu ingreso, pero después no te daré nunca más fentanilo. También me dijo que se lo trasladara a quien me lo había recetado, el hematólogo. Porque esto también pasa mucho. Todos me dicen lo mismo y al final unos por otros, estuve días que nadie me lo recetaba. Con el hematólogo tengo cita cada tres semanas o un mes. 

Entonces, está al corriente de su situación… 

Sí. Ya lo saben. De hecho, es lo que ahora mismo me sorprende y me duele, que saben que, con 400 microgramos, en su día me dijeron: hay que ingresarte, porque es mucho. Llevas dosis suficiente para que tus hijos lleguen y te encuentren muerta. Que sepan que ahora llevo 800 microgramos y nadie hace nada. Ahora sólo pueden pasar dos cosas, ir a más o morir de sobredosis, porque yo no me puedo curar sola y siguen sin atenderme. 

«Que dejen de administrarlo, así como así. Simplemente, que si una persona se queja y ya lleva más de un mes con un dolor crónico, que le vea el especialista del dolor»

¿Cómo influye esto en casa? 

(Rompe a llorar) 

Mira…mis dos hijos necesitan ayuda psicológica. Sí que es verdad que hemos pasado situaciones muy duras, pero llegó un momento que eran super felices, encontramos la paz que necesitábamos, tranquilidad, hemos salido adelante en todo…estamos bien ahora los tres. Siempre hemos estado juntos. Yo no salgo de casa, como mucho uno o dos días a la semana. Me canso, me ahogo mucho. Ellos viven conmigo. Mi hijo se independizó con unos amigos, pero ha vuelto porque yo no estoy bien. Pero, claro…lo pasan mal. Ellos son los que se tienen que encargar de todo, de hacer todo en casa y no tienen una vida normal. Ellos me dicen: mamá no te preocupes, que lo hacemos encantados. Pero no es lo que les toca. A ellos les toca divertirse, disfrutar, estudiar, trabajar. 

¿Qué les diría a las Autoridades Sanitarias?    

Que dejen de administrarlo, así como así. Simplemente, que si una persona se queja y ya lleva más de un mes con un dolor crónico, que le vea el especialista del dolor, porque esto se receta exclusivamente para el dolor. Si un paciente lleva diciéndote un mes que tiene dolor y llevas dos semanas con fentanilo y no se te quita el dolor, te tiene que ver la Unidad del Dolor para saber qué pasa. Porque a mí no me han hecho pruebas y directamente ya me han dado el fentanilo, que se pauta para el dolor, pero no durante casi 5 años.  

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