Gas Natural Fenosa (GNF) ha entrado en un círculo vicioso. Uno sencillo pero que le puede salir caro. Se trata de ese en que la pescadilla intenta morderse la cola y, lógicamente, no puede. Eso le sucede en Colombia.

Este martes la energética ha visto como el Gobierno colombiano ha intervenido su filial en ese país, Electricaribe, ante la posibilidad de que no prestará sus servicios con normalidad. A su vez, la filial de GNF esgrime que le deben dinero de facturas impagadas por parte de clientes (usuarios y empresas). Y las autoridades del país no lo toman como excusa y exige que pague a las compañías generadoras de energía lo que les debes. Y…

En este contexto, la compañía presidida por Isidro Fainé ha querido salir rápidamente a tomar posiciones. Así, ha asegurado que la filial nunca ha fallado en el suministro de electricidad, que la medida tomada es una «intervención temporal» y que no tendrá impacto en las cuentas del grupo.

Gas Natural ha explicado en un comunicado público que ha tenido conocimiento de una notificación que establece, «como medida preventiva y temporal», la toma de posesión de los bienes y negocios de su sociedad participada en la República de Colombia Electrificadora del Caribe, de la que posee el 85,38% del capital. La empresa ha mostrado su total interés en cooperar y colaborar con las autoridades de Colombia, «tanto en el pasado como ahora de cara al futuro».

Fuentes de la compañía han indicado que la intervención temporal de Electricaribe es fruto de la falta de liquidez actual de la compañía, que tiene fuertes tensiones de tesorería, debido a los mencionados impagos de un elevado número de facturas de clientes, que a finales del tercer trimestre ascendían a 1.260 millones de euros, y a un importante fraude en el consumo. Han subrayado a este respecto que el 83% de esta cantidad está aprovisionado.

Las mismas fuentes han añadido que la decisión del Gobierno colombiano permite a Electricaribe protegerse de la falta de liquidez temporal que atraviesa, así como garantizar su viabilidad y asegurar el mantenimiento de su actividad ordinaria y comercial, mientras la compañía sigue trabajando para alcanzar una solución beneficiosa para todos.

Cuando las palabras no valieron

Gas Natural Fenosa activó hace unos meses el proceso de conversaciones para tratar de resolver de manera negociada la situación de la compañía en el marco del tratado de protección recíproca de inversiones entre España y Colombia. Esto ha llevado, entre otras acciones, a que los principales responsables de la empresa, Isidro Fainé como presidente y Rafael Villaseca como consejero delegado, se hayan desplado al país latinoamericano. Pero no ha servido para mucho.

Ante esta situación, la intervención temporal no implica la paralización de las negociaciones con el gobierno colombiano, y Gas Natural insiste en su determinación en continuar con el diálogo hasta alcanzar una solución.

A 30 de septiembre de 2016, los fondos propios de Electrificadora del Caribe ascendían a 581 millones de euros y, en el tercer trimestre de 2016, el resultado neto reflejó pérdidas de 33 millones de euros.

Gas Natural Fenosa mantiene la consolidación de Electrificadora del Caribe por el método de integración global y espera que dicha administración temporal no tenga impacto sobre la operativa habitual de la sociedad.

Además, GNF no cree que esta medida tenga impacto sobre el Ebitda ni el resultado neto del grupo y tampoco sobre la actual política de dividendo.

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