La abstención de los 11 concejales de Barcelona en Comú, el grupo que encabeza la alcaldesa Ada Colau, y de la concejal de CiU Sònia Recasens, de Unió, han impedido que Barcelona se incorpore a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI).

Según informa la agencia Efe, el sí a la adhesión ha ganado con el voto de los 17 concejales de CDC (9), ERC (5) y CUP (3), mientras que el no ha cosechado 12 votos de Ciutadans (5), PSC (4) y PP (3) y la abstención ha conseguido los 12 restantes, de BComú (11) y el de la concejal de Unió, Sònia Recasens.

La AMI exige a los municipios que se adhieran a la asociación que lo hagan por mayoría absoluta -21 de los 41 concejales, en el caso de Barcelona-, un resultado al que no se ha llegado en la votación nominal que se ha celebrado en el pleno extraordinario de hoy, solicitado por los grupos municipales de CiU, ERC y la CUP.

Al final del pleno, la alcaldesa, Ada Colau, ha asegurado que el gobierno municipal tendrá en cuenta el resultado de la votación, «el tema no está cerrado y se verá de forma más tranquila y pausada tras las elecciones» del 27S.

El encargado de argumentar la abstención de BComú ha sido el teniente de alcalde Jaume Asens, que ha esgrimido que la convocatoria de este pleno es «electoralista», que la AMI es una entidad conservadora que está al servicio de CiU y que BComú se comprometió a organizar una consulta ciudadana para decidir sobre la adhesión.

Reacciones independentistas

En sus intervenciones, los portavoces de todos los grupos de la oposición, tanto los que han votado a favor como en contra, han coincidido en criticar la abstención de los concejales del gobierno de Ada Colau, cuyo voto favorable hubiera permitido una mayoría absoluta.

El exalcalde y presidente del grupo de CiU, Xavier Trias, ha acusado al grupo del gobierno municipal de «esconder la cabeza bajo el ala» y de hacer «un mal papel» al abstenerse. «Barcelona necesita que este ayuntamiento marque posición», ha argumentado Trias, que ha justificado que la adhesión a la AMI no se votase durante su mandato con el argumento de que no contaba con la mayoría para que fuese aprobada.

Más duro con Ada Colau ha sido el líder de ERC, Alfred Bosch, que ha retirado «simbólicamente la confianza» que los republicanos le dieron votando a favor de su investidura como alcaldesa por las «decepciones» de los cien primeros días de mandato, entre ellas que haya desistido de acudir a la manifestación de la Meridiana el 11S.

Sobre la adhesión de Barcelona a la AMI, Bosch ha destacado que «la mayoría la quiere» y ha considerado que el gobierno de Colau «sabe perfectamente que sí se puede, el problema es que no quiere» y pone «excusas».

Al pleno han asistido como público diversos representantes de la AMI, entre los que se encontraban el alcalde de Girona, Carles Puigdemont, que han colgado una «estelada» en el palco y que Colau no ha hecho retirar como muestra de respeto a la libertad de expresión.

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