• Rivera exige a los socialistas que se comprometan por escrito a no negociar con partidarios del derecho de autodeterminación.
• El PSOE no ve «dificultad» en asumir la propuesta pero elude recogerla entre los acuerdos ya cerrados.
• Ambos partidos pactan cambiar el modo de elección de los miembros del TC, CGPJ y reguladores para despolitizarlos.
• También acuerdan que la ley imponga el cese de cargos públicos que vayan a juicio oral por corrupción.
• Los socialistas, convencidos de cerrar un pacto global en días y de que C’s votará a favor de Sánchez.

“Rechacemos, de manera tajante, cualquier planteamiento que conduzca a romper con nuestro ordenamiento constitucional y que amenace así la convivencia lograda por los españoles durante estos últimos 37 años. La autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí dividida. Son innegociables”. Ciudadanos ha hecho suya la línea roja que los barones marcaron a Pedro Sánchez ante la negociación de su investidura: prohibido buscar el apoyo de partidarios del derecho a decidir.

El partido naranja copia cuatro líneas de la resolución del Comité Federal para comprometer al líder socialista

Albert Rivera exige que ese párrafo, incluido en la resolución del penúltimo Comité Federal socialista (28 de diciembre), forme también parte del acuerdo de Gobierno que ambas formaciones están ultimando. La maniobra acota el espacio para el diálogo PSOE-Podemos hasta prácticamente eliminarlo, pues Pablo Iglesias defiende la autodeterminación de Cataluña y del resto de regiones que lo planteen y lo ha incluido en su programa de legislatura.

“Es un texto muy escueto, de cuatro líneas” pero “suficiente” para asegurarse que el PSOE no cederá ante Iglesias o los independentistas, opina José Manuel Villegas, miembro del equipo negociador de Ciudadanos. Su grupo presentó la propuesta este miércoles, en la tercera reunión oficial de los dos partidos para buscar un acuerdo. El PSOE no la asumió en el acto pero su portavoz parlamentario, Antonio Hernando, explicó después que fue por una cuestión formal y que ve esa medida como un modo de “facilitar las cosas”. Si toda diferencia en territorialidad es esa, vino a decir, el camino en ese bloque estará despejado. Pero la connivencia de Podemos en la investidura de Sánchez se pondrá prácticamente imposible.

Reforma de los reguladores

Socialistas y naranjas profundizaron el miércoles en su entendimiento y concretaron las propuestas concretas a que han llegado. La más importante es la de cambiar los sistemas de nombramiento de los organismos reguladores y constitucionales para impedir que sean “colonizados” por partidos políticos. El TC, el CGPJ, la CNMV, el Tribunal de Cuentas o el Defensor de Pueblo se verán afectados.

Limitarán los aforamientos y prohibirán los indultos para condenados por corrupción o violencia de género

El proceso consistirá en sacar a concurso abierto las plazas, para que se presenten “libremente cuantos candidatos quieran”, previo cumplimiento de los correspondientes requisitos técnicos en cada caso. Un comité asesor evaluará y calificará esas candidaturas, que posteriormente pasarán audiencias y serán elegidas en votación, por la “mayoría reforzada que proceda”. El comité asesor lo compondrán diez miembros elegidos por sorteo de entre los 50 propuestos por el Parlamento, a razón de diez por cada uno de los cinco grupos mayoritarios. Un sistema con los “filtros suficientes”, según Villegas, para conseguir que esos organismos “no estén sometidos a la tiranía” de ningún partido.

Esta propuesta se enmarca dentro del paquete de regeneración democrática, donde más consonancia se ha detectado. Dicho bloque incluye el endurecimiento de la lucha contra la corrupción, imponiendo por ley el cese de los altos cargos investigados por corrupción en el momento en que se les abra juicio oral. Asimismo, a los cargos electos se les exigirá el acta o se les expulsará, dentro de un pacto al que invitan a sumarse al resto de partidos y que incluye no llevar imputados en las listas. También limitarán los aforamientos de diputados y senadores y prohibirán indultar a condenados por corrupción, por violencia de género o por atentar contra los derechos humanos.

Acuerdos económicos y sociales

Los otros ámbitos de entendimiento se dan, como ya explicó SABEMOS, en política económica y en algunos aspectos de la política social. PSOE y Ciudadanos coinciden en aumentar la inversión en I+D, eliminar trabas burocráticas a la creación de empresas y facilitar la transferencia tecnológica de la universidad a la empresa.

En política social, están de acuerdo en reformar la ley de segunda oportunidad para recoger la inembargabilidad de la vivienda habitual y un plan de rescate a las familias en riesgo de desahucio y exclusión. También en impulsar un plan contra la violencia de género, infantil e intrafamiliar y en que la Constitución recoja el derecho a la salud como fundamental. Para desarrollar este último punto -que quiere garantizar la financiación de los derechos sociales- es imprescindible el concurso del PP.

Las diferencias se mantienen en educacion, fiscalidad y mercado laboral pero «ninguna es insalvable» para el PSOE

Ciudadanos y PSOE se felicitaron por sus avances pero subrayaron que no implican un acuerdo total. Especialmente enfático al respecto fue el partido naranja, que insiste en que solo contempla el pacto de legislatura, una agenda detallada en todos los bloques y no le vale con alcanzar entendimientos sectoriales. Villegas incluso le puso fecha: “a principios de semana” debería estar firmándose.

Las diferencias siguen donde estaban: mercado laboral, fiscalidad, educación, eliminación de duplicidades y “unión de los españoles”. Si el PSOE asume el texto que ya aprobó su propio Comité Federal, esta última divergencia desaparecería. En educación, hay consenso en impulsar un pacto de estado, universalizar la educación de 0 a 3 años y cambiar la selección y formación del profesorado, pero está “muy verde” el resto.

“Estoy convencido de que vamos a llegar a un acuerdo con Ciudadanos”, señaló Hernando con optimismo. Para el PSOE no hay “ninguna dificultad que sea insuperable”, pese a que el partido naranja reclama la simplificación de los modelos de contratación, no subir impuestos y eliminar Diputaciones y Senado. Más aún: Hernando está convencido de que los 40 escaños de Rivera se sumarán a los 90 propios, pese a que C’s mantiene que solo se plantea la abstención. Pero también el voto a favor sería insuficiente si el PP sigue oponiéndose a cualquier proyecto que no encabece y Podemos enrocado en torno a sus exigencias de máximos.

Para lo que queda ya poco margen es para un acuerdo PP-Ciudadanos al margen de la investidura de Sánchez. Rivera solo quiere negociar con Rajoy para ganarse su abstención ante el programa de Gobierno en ciernes y ni se plantea que el líder popular pueda postularse, aunque fracase el socialista en su primer intento. Villegas fue rotundo al respecto: «Dudo que Rajoy pueda tener más apoyos de los que reunió cuando declinó. Lo único que habrá pasado es que le habrán estallado dos o tres casos más de corrupción». De modo que el abanico de opciones se va estrechando hasta dejar dos: o el PP bendice el pacto PSOE-C’s o habrá elecciones el 26 de junio.

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