Corporación Ceslar ha presentado ante los juzgados de Madrid una demanda civil en la que impugna los acuerdos de la Junta de El Corte Inglés por los que se aprobó su expulsión del consejo de administración de la sociedad así como cambios en sus estatutos.

Según informa EFE, la corporación, dueña de más del 9% de El Corte Inglés, estaba representada en el Consejo por Carlota Areces, hija de Luis Areces -hermano del fundador del grupo Ramón Areces- y contraria a la operación que ha dado entrada en la compañía al jeque catarí Hamad Bin Jasim Bin Jaber Al Zani.

La Junta de El Corte Inglés aprobó expulsar del consejo a Carlota Areces a petición del propio consejo de administración, que decidió apartar a Ceslar por el reiterado incumplimiento de sus deberes legales como administrador, como, por ejemplo, revelar detalles del acta de la reunión del 10 de junio en la que se aprobó el acuerdo con el catarí.

«Lo que estamos impugnando es la actuación abusiva del consejo eliminando al incomodo consejero independiente que no se somete a instrucciones», han aseverado desde Celsar, que niegan que Carlota Areces haya revelado parte de las actas, al tiempo que recuerdan que ese día participó en el consejo mucha gente.

La junta, celebrada el 30 de agosto, también aprobó cambios en los estatutos sociales de El Corte Inglés para, según Ceslar, «hacer un traje a medida» al nuevo inversor que, sin tener acciones de la compañía, ya ocupa un asiento en el consejo, siendo a la vez «socio y acreedor», lo que podría tener incidencia en operaciones corporativas.

Además, según Ceslar, dichos cambios, en vez de adaptar la compañía a las recomendaciones de buen gobierno la alejan de las mismas, pues han conllevado la concentración de todo el poder en la figura de Dimas Gimeno, presidente y consejero delegado de El Corte Inglés.

Esas normas dicen que no es aconsejable que el presidente de una sociedad acumule «todo el control y la representación de la sociedad», denuncian desde Ceslar.

El 13 de junio, El Corte Inglés firmó un contrato de préstamo con Primefin, sociedad con sede en Luxemburgo creada por el inversor catarí, que ahora tiene un puesto en el consejo del grupo de distribución.

En virtud del acuerdo, Primefin ha otorgado un préstamo de 1.000 millones a tres años, con un interés anual del 5,25%, obligatoriamente convertible en acciones que la compañía tiene en autocartera (actualmente el 13,69%).

Así, al final del periodo el inversor recibirá como mínimo el 12,25% de la compañía, aunque este porcentaje se elevaría hasta el 13,25% si El Corte Inglés no cumple con los objetivos marcados en un plan de negocio que, entre otras cosas, prevé que eleve anualmente su resultado bruto de explotación (ebitda) en torno al 12%.

En un informe sobre la operación, Morgan Stanley la calificó de «razonable» desde el punto de vista financiero y señaló que la transacción suponía valorar El Corte Inglés entre 6.132 y 7.914 millones de euros, dependiendo del porcentaje que finalmente controle el jeque catarí.

Según Corporación Ceslar, esta valoración es muy baja, máxime si se tiene en cuenta que incluso es inferior a los recursos propios del grupo (unos 9.000 millones) y perjudica los intereses de los accionistas minoritarios.

Para apoyar dicha afirmación, Ceslar encargó a Neila Capital una tasación de El Corte Inglés que, según esa gestora de patrimonios, se sitúa entre 14.800 y 16.400 millones de euros.

 

Foto: Flickr – Metro Centric

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