Además de facilitar la libre circulación de personas sin controles en las fronteras internas, Schengen beneficia significativamente a la economía europea, según la Comisión | Foto: CE

Bulgaria y Rumanía se convertirán en miembros de Schengen, aplicándose las normas en ambos Estados miembros, incluida la expedición de visados, y se eliminarán los controles en las fronteras aéreas y marítimas interiores.

La Comisión Europea ha acogido con gran satisfacción este logro, que sigue a la histórica decisión del Consejo de diciembre de 2023. La adhesión a Schengen de estos dos Estados miembros hará que la zona común sea «más atractiva al ampliar significativamente la zona común más grande del mundo sin controles fronterizos internos».

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha señalado que «Bulgaria y Rumanía se unen a la familia Schengen. Acojo con satisfacción el levantamiento de los controles en las fronteras aéreas y marítimas interiores. Este es un gran éxito para ambos países. Y un momento histórico para el espacio Schengen, el mayor espacio de libre circulación del mundo. Juntos estamos construyendo una Europa más fuerte y más unida para todos nuestros ciudadanos».

Desde diciembre pasado, ambos Estados miembros han tomado todas las medidas necesarias para garantizar una aplicación fluida de las normas de Schengen a partir del 31 de marzo de 2024. Los marcos de cooperación lanzados a principios de marzo por la Comisión junto con Bulgaria y Rumanía se basan en la implementación exitosa del programa piloto de proyectos para procedimientos rápidos de asilo y retorno. Con estos Marcos de Cooperación, Rumanía y Bulgaria «contribuirán aún más a fortalecer la cooperación en materia de fronteras y migración, así como a los esfuerzos europeos conjuntos para abordar la seguridad de la UE en las fronteras exteriores y los desafíos migratorios».

Además, se ha establecido una iniciativa regional sobre cooperación policial entre los Estados miembros a lo largo de las rutas de los Balcanes occidentales y el Mediterráneo oriental, incluidos Bulgaria, Rumanía, Austria, Grecia, Hungría y Eslovaquia. Esto permitirá abordar los desafíos relacionados de forma conjunta y sostenible, también en lo que respecta a la delincuencia transfronteriza.

Según la Comisión, Bulgaria y Rumanía han demostrado continuamente un alto nivel de compromiso para garantizar una protección adecuada de las fronteras exteriores de la UE y han actuado constantemente como contribuyentes clave a la seguridad interna del espacio Schengen.

A partir de ahora, el Consejo deberá tomar una decisión para fijar una fecha para el levantamiento de los controles en las fronteras terrestres interiores entre Bulgaria, Rumanía y los demás países Schengen. La Comisión seguirá prestando todo el apoyo necesario a la Presidencia del Consejo para garantizar que se pueda tomar una decisión sobre las fronteras terrestres en 2024.

Ya en 2011, la Comisión confirmó en los informes de evaluación de Schengen que Bulgaria y Rumanía cumplían todos los requisitos para formar parte plenamente del espacio Schengen. La Comisión ha apoyado activamente este proceso.

El espacio Schengen sin control en sus fronteras internas es uno de los logros más preciados de los ciudadanos de la UE. Lo que comenzó como un proyecto intergubernamental entre cinco Estados miembros en 1985 (Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo y Países Bajos) se ha ido ampliando gradualmente hasta convertirse en lo que hoy es la mayor zona de libre circulación del mundo. Además de facilitar la libre circulación de personas sin controles en las fronteras internas, Schengen beneficia significativamente a la economía europea.

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