A día de hoy, en nuestro país siguen publicándose continuamente noticias sobre usos fraudulentos de tarjetas, sobre todo de crédito, robos de datos e información, suplantación de identidad…

Ante esta situación, un grupo de entidades emisoras de tarjetas han elaborado la nueva normativa PCI-DDS con un objetivo muy claro: evitar que el fraude en el pago con tarjetas de crédito siga en aumento.

Se trata de un reciente modelo de seguridad de cara al tratamiento y almacenamiento de la información que contienen las tarjetas y que está enfocado en los pagos que se realizan con estas, sobre todo, en el sector de la restauración. Es decir, se trata de un “manual de buenas prácticas” que incluyen normas para administrar la seguridad, las políticas, los procedimientos, la infraestructura de redes y el diseño del software, entre otros.

Aunque no se trate de una normativa obligatoria, por un lado, son varias organizaciones de gran peso las que están detrás de esto como Visa o MasterCard y, por otro, esta medida garantiza una mayor seguridad en las transacciones y, así, un control eficiente del fraude. Por estos motivos, resulta muy probable que los bancos exijan a sus clientes obtenerlo cuanto antes para garantizar la mayor seguridad posible y no exponerse a riesgos.

De hecho, desde el comparador HelpMyCash.com indican que no será necesario que los bancos exijan la implantación de este modelo, ya que los propios establecimientos se decidirán a implantarla por un factor fundamental: la tranquilidad por parte del cliente de que sus transacciones se realizan de forma segura.

¿Somos igual de vulnerables al realizar pagos a través de Internet?

Además de los pagos realizados físicamente en los comercios, también debemos ser cautos y estar atentos al comprar por Internet. Esto se debe a que gracias a las nuevas tecnologías, nuestros hábitos de consumo han cambiado, por lo que cada vez nos decantamos más por estas modalidades y, en paralelo, esto ha hecho que el fraude en el pago con tarjeta aumente exponencialmente.

De hecho, podemos encontrarnos con infinidad de webs en la red que transmiten los datos de nuestras tarjetas sin encriptar, por lo que nos exponemos a cualquier intento de robo de información.

Ante esto, buscadores como Google Chrome, han incluido etiquetas de advertencia en todas las webs como “Seguro” o “No seguro” para que sepamos si tienen instalado el certificado de seguridad SSL. Por lo tanto, si vemos que la web a la que acudimos incluye esta medida, podremos realizar pagos y facilitar nuestros datos con total seguridad.

¿Cómo sé si mi tarjeta me ofrece la garantía de realizar pagos seguros?

La gran mayoría de las tarjetas de crédito y débito incluyen varios seguros, pero los más comunes suelen ser los antifraude y antirrobo.

En el caso de los seguros antirrobo, nos cubrirán los gastos que se realicen con la tarjeta hasta 72 horas previas a que notifiquemos la sustracción. Para ello, debemos cumplir con las condiciones que establezca la entidad y dar el aviso de robo en el momento y de la manera correcta.

Por otro lado, los seguros anti fraude nos cubrirán el uso fraudulento de nuestra tarjeta, es decir, si nos roban nuestros datos y los utilizan para realizar pagos, tendremos la seguridad de que nos reembolsarán el dinero.

En definitiva, es importante que nos informemos sobre los seguros, sus coberturas y el funcionamiento de cada tarjeta, ya que, además, muchas veces son servicios totalmente gratuitos.

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