El cuarto operador de telefonía móvil, que dirige Eduardo Taulet, está a punto de cumplir su décimo aniversario en España. Y ahora, más que nunca, nos ha recordado a sus orígenes con un producto problemático que deberá sustituir cuanto antes.

Se trata de la Tarifa SinFín, un producto en apariencia ventajoso para los clientes que nació como una novedad hace unos meses y que verá su final a finales de agosto, justo a tiempo de presentar alguna alternativa durante los Encuentros de Telecomunicaciones de Santander.

La compañía nos recuerda que la SinFín nació como un producto promocional, pero todos los que asistimos a la presentación asumimos que, en caso de tener éxito, la compañía haría por perpetuarla. En realidad, fue percibida como una forma de la filial de Teliasonera de revertir sus malos datos de portabilidad de 2014, un ejercicio en el que estaba más centrado en salir a la venta que en jugar con las tarifas. Había que conseguir una mejoría en las portabilidades.

Y sí que ha mejorado sus cifras, sí, pero según fuentes próximas al grupo esta tarifa no habría sido la principal responsable. La SinFín ha tenido tres problemas. El primero ha sido que tenía menos adeptos de lo esperado, en un mercado en el que casi 30 euros/mes es aún un coste demasiado elevado para muchos. ¿El segundo? Buena parte de quienes contrataban la SinFín no eran nuevos clientes, sino ya abonados, algo que no estaba en los planes de la empresa que dirige Eduardo Taulet. Y, por último, un problema gordo: es una tarifa en la que un número pequeño de usuarios puede destrozarte las cuentas. Veamos por qué.

A pesar de que Yoigo tiene ya mucha cobertura propia de voz y 4G en 1800, en bastantes zonas sigue utilizando la red de Telefónica, por la que tiene que pagar a tanto el giga. Si un cliente de la SinFín exprime los 20 Gb a los que tiene derecho, Yoigo paga de mayorista a Movistar mucho más de lo que está cobrando al cliente.

Desde Yoigo juran que es el mínimo de los casos, y que la gran parte de sus abonados consume menos de 5 Gb, pero reconocen también que aquellos que exprimen les van dejando pequeños agujeros. O sea, que era una tarifa cara, que muchos no aprovechaban y que los pocos que sí la usaban afectaban a su rentabilidad. 

Todo esto recuerda, quizá no por la música pero sí por la letra, a lo que sucedió a principios de 2008, cuando Yoigo tuvo que renunciar a aquella tarifa, La del 0 original, en la que ofrecía llamadas ilimitadas a cambio, únicamente, del establecimiento de llamada de 12 céntimos. En sus redes no había problemas, pero los abonados que llamaban desde redes de Movistar usaron todo lo que pudieron, hasta el punto de que había quienes utilizaban el teléfono como monitor de bebés.

Hoy, las llamadas ilimitadas son un producto habitual de los operadores, pero en aquella época para Movistar este tipo de clientes le suponían pingües beneficios y, a Yoigo, un dolor de cabeza considerable. Tuvieron que limitar las llamadas ilimitadas a una hora diaria y comerse las quejas de los usuarios que les acusaban de no cumplir con su promesa de ofrecer la misma tarifa «para siempre». 

Todo esto nos hace pensar en el mito del eterno retorno, enunciado por Mircea Elíade o, por buscar un referente más actual, a aquella frase mítica de Battlestar Galáctica:

Yoigo no tuvo para nada un buen 2014. Con un arranque todavía positivo, gracias en parte a la subvención de terminales, pronto se fue a números negativos de captación de clientes por su pasividad en tarifas. No ha sido hasta 2015 cuando pudo salir de números rojos, primero ayudados por la tarifa del Cero 5 GB y luego con el golpe de la tarifa SinFín.

Desde el lanzamiento de esta última tarifa Yoigo ha promediado una ganancia de más de 10.000 líneas al mes mediante portabilidad, pero esos números podrían pronto ser historia. Y es que según publica Expansión, a partir del próximo 3 de septiembre la tarifa SinFín se dejará de comercializar.

La tarifa SinFín llegó a Yoigo para devolver al operador a la pelea de las tarifas, esperando todavía que algún otro operador se atreva a responder a esta tarifa. Sus llamadas ilimitadas y 20 gigas por 29 euros al mes no han recibido amenaza ninguna, ni por parte de operadores con red, los más capacitados para ellos, ni por OMVs, aunque parece que esa respuesta no será necesaria.

La SinFín ya se presentó como una tarifa promocional, contratable hasta el pasado 31 de mayo. Pero como era de esperar, a día de hoy todavía se puede contratar, y visto los resultados todos esperábamos que se mantuviese en la oferta del operador de manera indefinida.

Medida de presión o directamente, un suicidio

Que Yoigo diga que va a dejar de comercializar la SinFín solo se puede tomar de dos maneras, como una medida de presión o un suicidio. Este anuncio podría ser simplemente una amenaza para impulsar su contratación («¡Contratala ya si no te quieres quedar sin ella!»), pero no ser así sería el completo suicidio del operador.

Es cierto que si los usuarios de esta tarifa están usando gran parte de los gigas incluidos en ella, puede ser un riesgo económico para Yoigo, por el pago que tiene que realizar a Movistar si estos usuarios usan su red. Pero esta tarifa también ha supuesto el renacimiento del operador, que si la retira seguramente volverá a números negativos en portabilidad.

Por eso, esperamos que el fin de esta tarifa, que podrán mantener los que ya la tengan contratada, solo sea una bomba de humo, o que simplemente se modifique para perder parte del bono de datos incluidos. Veremos que acaba pasando, parece que tendremos que esperar a la revista de septiembre del operador.

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