El pasado mes de julio los operadores móviles virtuales (OMV), y pequeñas compañías de teléfono, recibieron un duro golpe. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) había propuesto la eliminación del Mercado 15. Es decir, la regulación sobre el acceso mayorista a la red para ofrecer servicios.

Esto significa que los operadores con red, Movistar, Vodafone y Orange, ya no tienen obligación de abrir sus redes para que otras compañías, mediante alquiler, pudieran generar un negocio. Al tratarse de los tres grandes actores del sector, que desde hace tiempo pedían la eliminación de este Mercado 15, el ruido generado no ha sido demasiado.

Por eso, la Asociación Nacional de Operadores Locales de Telecomunicaciones (Aotec) se ha manifestado rotundamente en contra y ha llevado a cabo los movimientos pertinentes para hacer constar que la propuesta puede no mejorar la situación actual.

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En concreto, Aotec rechaza la liberalización del mercado de los operadores móviles virtuales advirtiendo de que, de llevarse a cabo, supondría una pérdida de competencia. Para ello ha pedido que se posponga la decisión hasta que el proceso de concentración empresarial que ha vivido el sector se asiente y se pueda hacer un estudio de los servicios minoristas de telefonía donde se evalúe el impacto económico para los operadores de red de la banda ancha móvil, que se encuentra en plena expansión y que a su juicio marcará el futuro.

La competencia como gran problema

Uno de los puntos sobre los que hace especial hincapié la asociación tiene que ver con la competencia. Así, cree que la ausencia de regulación supondrá una reducción “importante de la competencia”. En este sentido, recuerda que las grandes compañías han comprado a los operadores móviles virtuales con mayor peso -Jazztel y Ono-, con lo que ahora “tenderán a eliminar a los operadores de cuádruple play restantes, esto es, los operadores locales de comunicaciones” que son una “competencia muy activa”.

A su juicio, es lógico pensar que “en la medida en que el beneficio de eliminar a un competidor sea mayor” que el de facilitarle acceso a servicios móviles, se “cancelen los contratos actuales, o no firmen contratos futuros”. Se mantendrían, por contra, aquellos operadores móviles que no supusieran una competencia directa como Lycamóbil o Lebara, dado que éstos se dirigen al mercado de tráfico de voz internacional.

Como justificación a que todo esto pueda pasar, la CNMC insistió en que tendría la capacidad de intervenir de manera inmediata en el supuesto de que los operadores móviles con red retiraran de forma injustificada el acceso a su red móvil o pusieran en práctica estrategias más sofisticadas basadas, por ejemplo, en una subida de los precios mayoristas de acceso a la red móvil.

Pese a todo, Aotec tiene motivos para pensar que sin regulación todo será distinto. Pone el ejemplo de la tecnología 4G. Recuerda que los operadores con red solo facilitaron acceso al 4G a los OMV tras una resolución de la CNMC. “Si el mercado fuese realmente competitivo, los OMR deberían haber visto el interés en su mercado mayorista de proporcionar ese acceso, sin mediación de la Comisión”, advierten desde Aotec.

Otro inconveniente, por si fueran pocos, es que los operadores locales ofrecían los servicios móviles a través de acuerdos de comercialización de otros OMV (IOS, MasMóvil o Euskaltel), dado que los operadores de red “exigen unas cifras de negocio imposibles de alcanzar en los municipios en los que los operadores locales prestan sus servicios”.

Actualmente, destacan desde Aotec, operadores locales como Procono y Open Cable, han realizado las inversiones necesarias para configurarse como operadores virtuales, inicialmente como prestador de servicios, pero con la intención de convertirse en OMV completos a medio plazo. La desregulación vendría a “parar en seco” esta proyección.

Lo que nadie quiere ver

Al margen del deterioro de su negocio, hay otra cuestión que afecta a los propios usuarios: la subida de precios. Y es que, de esa falta de competencia se deriva que los grandes operadores pueden jugar con los márgenes.

Según datos de la propia CNMC, tras años de bajada de precios, donde los OMV tuvieron un papel protagonista, en los últimos cuatro trimestres se da un repunte en los costes de la telefonía móvil. La tendencia parece que seguirá. Y ahora, donde no habrá que competir con las agresivas ofertas de los OMV, los precios podrán tender al alza.

Más si cabe en el contexto de ofertas convergentes donde lo que interesa a los operadores es captar al cliente para la contratación de todos los servicios. Por lo que juegan a encarecer el ‘solo móvil’ empujando a una contratación en paquete.

Imagen | Flickr – ‘Clive Darra

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