La asociación medioambiental más grande de Alemania, NABU, acaba de publicar, por décimo año, el ranking de cruceros que evalúa las medidas implementadas y los objetivos de las compañías de cruceros que hacen ruta en costas europeas en relación a las emisiones contaminantes.
Un total de 19 compañías navieras han sido encuestadas para ello, pudiendo obtener un máximo de 17 puntos. Sin embargo, la primera clasificada, Hurtigruten Norway, logró sólo la mitad de la puntuación, y las dieciocho compañías restantes, quedaron por detrás de la noruega. Esto demuestra que las compañías de cruceros hacen promesas y anuncios, pero hasta ahora, han hecho poco en términos concretos para mejorar la situación.
Sönke Diesener, experto de NABU en cruceros, explica que «en la clasificación de cruceros 2022 los resultados muestran una vez más que la protección del medio ambiente y del clima siguen siendo objetivos lejanos para las compañías de cruceros. El fuel pesado sigue siendo el combustible elegido por la gran mayoría de la flota existente”.
El fuel pesado domina el mercado
Pese a que la mayoría de las empresas de cruceros declara tener una estrategia climática y estar comprometidas con el medio ambiente, la realidad es que el fuel pesado sigue dominando el mercado actual, y las carteras de pedidos incluyen casi exclusivamente buques de Gas Natural Licuado (GNL), otro combustible fósil con impactos potenciales mayores en el clima que el diésel marino.
Bajo uso de baterías y pilas de combustible
Cada vez hay más buques con capacidad de conexión eléctrica a tierra, pero el uso real sigue siendo muy bajo. El uso de baterías y pilas de combustible alimentadas por energía producida a partir de fuentes de energías renovables es escaso y se usan tan sólo como complemento del motor de combustión, dado que tampoco es una opción sostenible ni viable para el sector.
En cuanto a los cruceros más pequeños, los llamados cruceros de expedición, no tienen un mejor resultado medioambiental, ya que suele haber muchos menos pasajeros a bordo que en los buques del segmento de crucero estándar. Asimismo, un crucero de expedición suele ir acompañado de un vuelo al otro extremo del mundo, por lo que la huella medioambiental por pasajero finalmente es muy elevada. Además, a menudo se viaja a regiones del mundo especialmente sensibles.
Ecologistas en Acción recuerda en este sentido que «España encabeza la lista de países más contaminados por cruceros, con los puertos de Barcelona y Palma de Mallorca liderando el ranking por municipios, y destaca que las compañías de cruceros que más operan en las ciudades, y con planes de expansión más agresivos en el territorio, son precisamente las que posicionan peor en la clasificación publicada: MSC, Costa y Royal Caribbean». Por todo ello, la organización ecologista pide «la prohibición inmediata del uso del fuel pesado y el gas natural licuado, así como un plan de decrecimiento hacia la eliminación en el corto plazo de esta industria crucerística por ser incompatible con los objetivos climáticos, la protección prioritaria de la salud de la población, la necesaria reducción del consumo energético y la transición urgente a un turismo sostenible y socialmente justo».
