Te han hecho la cobra si la persona a la que piensas besar aparta la cabeza para evitarlo. Algo así le ha pasado a Euskaltel. La compra de Zegona a Telecable por 640 millones de euros fue un golpe en plena línea de flotación de los vascos, que se encontraron con un rival inesperado. Aunque muchos analistas creyeron ver en la compra de R una forma de eliminar a sus dueños (el fondo CVC) de la puja por Telecable, lo cierto es que fue al revés: la operadora vasca atacó a la gallega sólo después de descubrir que no iban a poder hacerse con la asturiana. Fue una compra de rebote.

Telecable ha sido adquirida por 640 millones por Zegona, un vehículo creado por fondos tan solventes como Fidelity, permitiendo la salida de sus actuales accionistas Carlyle y de Liberbank. La operación se financiará con una ampliación de capital de 251 millones de libras, los 30 millones con los que salió a cotizar el vehículo y un crédito negociado por Goldman Sachs. Una vez que se cierre la operación, el 14 de agosto Telecable comenzará a cotizar en la Bolsa británica, lo que le forzará a ofrecer al público información financiera más detallada que nunca hasta ahora.

El problema para Euskaltel es que no se esperaba un rival serio para comprar Telecable. Sabían que podrían superar a R en la puja, pero no se imaginaban que llegaría a la ecuación otro competidor. Y, además, uno con vocación industrial.

Fuentes próximas a la operación confirmaron que este ‘primo de Zumosol’ que le ha salido a la compañía que dirige Alejandro Martínez Peón tiene distintas ventajas. En primer lugar, mantiene la gestión como hasta ahora, aunque obviamente con margen para una mayor eficiencia. Pero Telecable seguirá gestionada por el mismo equipo. El consejero delegado de Zegona, Eamonn O´Hare, afirmaba hoy que «hay una oportunidad significativa para seguir con el impresionante desarrollo del negocio de Telecable, combinando el conocimiento local del equipo español con la experiencia internacional y el recorrido de Zegona, tenemos el liderazgo adecuado para llevar a Telecable más allá y permitir que alcance su potencial máximo».

La típica palabrería de adquisición, sí, pero demuestra algo importante para los asturianos: han pasado a ser carne de adquisición barata a un player que podría jugar un rol mucho más significativo en una futura integración regional. Según explicaron las mismas fuentes, la vocación de Zegona es desarrollar una estrategia a una década vista y comprar más activos, principalmente de cable, en distintos países. «Han sabido entender que en España el entorno macroeconómico está mejorando y que la reciente consolidación va a hacer que los precios de los paquetes convergentes suban», subrayaron estas fuentes a SABEMOS. Además, Zegona nace de la mano de O’Hare y Robert Samuelson, que dirigieron la estrategia de Virgin Media antes de la compra por parte de Liberty.  

La compra, con un ratio de 10,2 veces el Ebitda, va a ser sólo la primera de muchas por parte de Zegona, un grupo nacido básicamente para comprar activos por entre 1.400 y 4.200 millones de euros en el mercado europeo de telecomunicaciones, con respaldo de inversores institucionales como Fidelity, Marwyn, Woodford&Co, Hargreave Hale, Wellington, Standar Life y Smith and Williamson.

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