Maya Morsy, presidenta del Consejo Nacional de Mujeres de Egipto, durante la presentación de AWCAP.

Las mujeres siguen estando subrepresentadas en la gobernanza climática y las estructuras de toma de decisiones. Por ello, mujeres líderes a nivel nacional, regional y de la comunidad mundial se han reunido en la COP27 para discutir puntos de acción para abordar la desafíos persistentes en este sentido. Y es que son ellas las que soportan una carga desproporcionada de los impactos del cambio climático, razón por la deben estar plenamente integradas en los procesos de formulación e implementación de políticas para garantizar una inclusión justa de género. Como resultado, el Día Temático de Género en la COP27 tuvo como objetivo visibilizar esta cuestión y proporcionar una plataforma para analizar políticas sólidas, mejores prácticas y soluciones efectivas. 

Durante la sesión de apertura la presidenta del Consejo Nacional de Mujeres de Egipto, Maya Morsy dio a conocer la iniciativa Prioridades de Adaptación Climática de las Mujeres Africanas (AWCAP), que surge de la idea clave de que, después de los desastres, las mujeres y los niños representan aproximadamente el 80 % de las personas que necesitan asistencia, mientras que las mujeres pobres de las zonas rurales tienen 14 veces más probabilidades de morir durante un desastre natural. 

Maya Morsy, enfatizó que «las mujeres no son solo víctimas del cambio climático, son poderosos agentes de cambio y su liderazgo es fundamental. Un enfoque de abajo hacia arriba es importante para comprender a las mujeres en las comunidades, sus preocupaciones ambientales, realidades y experiencias».

Mujeres y financiación climática

Respecto al papel de las mujeres en la financiación para el cambio climático, abordar las desigualdades podría conducir a diferentes resultados. De ahí, la necesidad de garantizar una financiación climática suficiente, apropiada y accesible que sea sensible a las prioridades de las mujeres.

El encuentro de las mujeres en la Cumbre del Clima pone de relieve en qué medida se ven afectadas de manera desproporcionada por la crisis climática y, si se les da la oportunidad, pueden dar un nuevo impulso y enfoques para abordar la crisis climática. Su labor es clave en la mitigación y adaptación al cambio climático. «Pero es necesario que los gobiernos africanos, la sociedad civil y los formuladores de políticas inviertan en el desarrollo de capacidades y habilidades de mujeres y niñas», sostienen las organizaciones. 

También se ha tratado el COVID-19 y el cambio climático. Las mujeres se encontraban entre los segmentos más afectados por el brote, y los riesgos y el impacto combinados de la superposición entre la pandemia y el cambio climático afectaron desproporcionadamente a las mujeres, sus vidas y medios de subsistencia.

Women Livelihood Within Just Economic Transition, por ejemplo, exploró la necesidad de que el género «sea considerado como parte de asegurar una transición justa y gestionada hacia modelos económicos nuevos y más sostenibles. Con la capacitación y el desarrollo de habilidades centrales para preservar las ganancias socioeconómicas y abrir nuevos caminos para el empoderamiento económico de las mujeres y la igualdad de género».

Mientras, Voices of Women Leaders in Climate Debates, Policies, Implementation and Beyond analizó cómo el número de mujeres en posiciones de liderazgo sigue sin ser equitativo, pero sí parte de la solución para abordar las dificultades provocadas por la crisis climática y ayudar a brindar soluciones viables y tangibles .

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