El vasco Gorka Maneiro, superviviente de la debacle de su partido el 24-M, considera que la formación no ha sabido “vender” sus propuestas

“Todas aquellas cosas que queríamos cambiar cuando nació UPyD, en 2007, a día de hoy siguen sin estar resueltas”. Gorka Maneiro (San Sebastián, 1974) es el único diputado autonómico que le queda al partido fundado por Rosa Díez. Con esas palabras argumenta por qué a pesar de la debacle sufrida en las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo, en las que la formación perdió toda su representación en los parlamentos autonómicos que se eligieron ese día, UPyD sigue siendo un partido “imprescindible”. El diputado del Parlamento Vasco es el único superviviente de esa derrota en todas las autonomías, y confía en que el partido mantenga ese escaño en Euskadi en las elecciones que se celebrarán allí el próximo año.

Forjado en los movimientos pacifistas durante los años más duros de la violencia de ETA –su propio domicilio sufrió un ataque en 2000–, Maneiro se afilió al PSOE en 2002 y lo abandonó en 2007, junto a la propia Rosa Díez, para fundar UPyD. Un partido que, según explica a SABEMOS, sigue siendo “autónomo, independiente de los grandes poderes económicos, financieros, políticos o mediáticos de este país”. Así, con cierta sutileza y sin pronunciar su nombre, el diputado vasco trata de marcar la distancia que les separa de Ciudadanos, la formación que ha acabado por hundir al partido magenta no sólo en las encuestas sino también en las urnas.

Las irreconciliables disputas internas entre quienes abogaban por aliarse con la formación que preside Albert Rivera, y quienes lo rechazaban, abocaron a la malherida UPyD a un Congreso Extraordinario y a unas primarias celebradas este mismo mes. Por la mínima triunfaron las tesis de los segundos, entre los que también está Maneiro y a los que encabezó el nuevo portavoz del partido, Andrés Herzog. Respecto a Ciudadanos él ve claras las distinciones: “La diferencia fundamental es que lo nuestro son hechos y no sólo palabras, márketing y promesas vacías”, advierte.

Autocrítica, «todos los días»

Por eso el donostiarra no quiere ni oír hablar de una supuesta desaparición forzada de su partido. “Nuestra pretensión es seguir adelante dando la batalla. Hemos abierto una nueva etapa, la segunda temporada de UPyD, en la que lo que hay que hacer es corregir los errores que se hayan podido cometer y resolver problemas de los ciudadanos”, señala. ¿Cuáles son esos errores? Maneiro insiste en que “hay que hacer autocrítica todos los días del año”, pero sí asume que en los últimos doce meses la formación “no ha sabido hacer frente a una serie de dificultades”. Se refiere a ciertos “problemas de comunicación interna y externa”, que han hecho que los votantes hayan decidido decantarse por otras opciones políticas.

Lo que ha terminado ocurriendo es que la gente ha preferido no votar a un partido político que tenía buenas propuestas porque ha visto que teníamos una serie de problemas internos. Tendremos que comunicar mejor y hacer mejor las cosas, porque no hemos sabido vender nuestras propuestas”, asegura. Además, reconoce que “a raíz de las elecciones europeas”, él y sus compañeros de filas no fueron “capaces” de ver que se abría un nuevo tiempo político en España.

Preguntado sobre la posibilidad de que la hasta hace una semanas líder del partido, Rosa Díez, con varias décadas de experiencia y dedicación a la política, pudiera haber lastrado esa imagen de renovación de UPyD en ese nuevo momento, Maneiro niega la mayor. “La labor de Rosa Díez ha sido extraordinaria. Su trabajo ha sido absolutamente fundamental para poder crear el partido político. Yo no situaría ahí el problema”, remacha. Sí reconoce que ante los “ataques” sufridos por la aún diputada en el Congreso “quizá” no han sabido “defenderla como era necesario”. Maneiro recalca, en cualquier caso, que “todos los problemas han quedado resueltos con la llegada de la nueva dirección”, Él mismo forma parte de ese nuevo equipo como Responsable de Programa y Acción Política, así como en calidad de portavoz adjunto del titular y ganador de las primarias, Andrés Herzog.

«Nos sobran las propuestas»

El diputado vasco remarca una y otra vez que todos esas propuestas que motivaron la fundación de UPyD hace ya 8 años siguen vigentes, y cita “la regeneración de la democracia, la reforma de la Constitución, la defensa de la igualdad del conjunto de los españoles o la lucha contra la corrupción política”. “Todo esto sigue pendiente y por eso todas nuestras propuestas siguen vigentes”, advierte. Por eso de aquí a la celebración de las elecciones generales, a finales de año, la formación magenta pretende centrar su actividad en seguir poniendo de manifiesto “los problemas del Estado autonómico” o de “la precariedad laboral” y el “paro”. “Esos son los problemas que UPyD quiere resolver, nos sobran las propuestas y son propuestas buenas”, remacha Maneiro.

Pero la falta de presupuesto hizo que el partido tuviera que aparcar varias de sus iniciativas estrella, como fueron su personación en los casos Bankia y Rato. En junio UPyD anunció que impulsaría la creación de una Fundación con distintas personalidades, que permitieran mantener vivos ambos casos. Pero Maneiro reconoce que por el momento no ha habido ningún nuevo paso adelante en la creación de esa organización. “Estamos en ello, pero no se han producido avances relevantes”.

Contra el nacionalismo

Desde su escaño en el Parlamento Vasco, el diputado cree haber abordado todo tipo de asuntos en estos últimos tres años de legislatura. Su bandera ha sido la lucha contra ETA y la defensa de las víctimas del terrorismo. Su fijación, el nacionalismo, al que considera “una ideología completamente reaccionaria”. Por eso su actividad parlamentaria ha estado centrada, también, en “sacar a la luz determinadas corruptelas muy ligadas al PNV”. Cita, entre otras, “la compra de noticias por parte del Gobierno Vasco”, el caso Ibarzaharra, “que demostró que muchos cargos cobraban sin trabajar” o la “politización del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas”.

Por esa afrenta contra todo lo que huele a nacionalista Maneiro celebra los datos del Euskobarómetro, que mostraron un retroceso en el número de independentistas en Euskadi. “La gente observa que con los tiempos que corren se habla de una Europa cada vez más unida, y por eso cree que levantar fronteras no tiene ningún sentido. Debemos construir espacios más amplios para la convivencia”, concluye.

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