El partido de Albert Rivera suma 1.773 militantes más desde la campaña de las generales, creciendo un 6%. Tiene unas bases el doble de grandes que hace un año, con especial implantación en Madrid, Andalucía, Valencia y Cataluña. También cotiza al alza en las encuestas de intención de voto.

Ciudadanos sigue creciendo. El partido que preside Albert Rivera suma ya 32.043 afiliados, 1.773 más de los 30.270 que tenía al inicio de la campaña de las generales. En estos tres meses se ha expandido un 5,86%, continuando la tendencia alcista que experimenta el proyecto desde que saltó a la política nacional.

Movimiento Ciudadano, como se denominó la plataforma que le sirvió a Rivera de trampolín, aglutinaba a 3.000 fieles a finales de 2013; un año después, y tras obtener dos escaños en las elecciones europeas, C’s triplicó esos guarismos (9.000); en marzo de 2015 ya eran 15.000 los afiliados a la formación naranja; y a la vuelta de las elecciones municipales y autonómicas, hace nueve meses, la cifra se disparó hasta los 25.495.

Según los datos que maneja la secretaría de Organización del partido, a los que ha tenido acceso este diario, no se ha experimentado parón alguno tras el 20D. Ciudadanos obtuvo en esa cita un resultado peor del que vaticinaron algunas encuestas y se quedó lejos de poder decidir por sí solo el color del Gobierno. La circunstancia ha sido compensada por el papel central que Rivera ha jugado en las negociaciones. Sus esfuerzos por articular un pacto constitucionalista están siendo premiados por la sociedad, a tenor de los datos de afiliación y también de los arrojados por las encuestas.

Porque los últimos sondeos publicados también son muy favorables para Ciudadanos. Este martes, la demoscópica Celeste-Tel cuantificaba en 1,7 puntos y 2-5 escaños la subida del partido desde diciembre, mientras NC Report lo dejaba el lunes en 1 punto y 2-6 diputados. El CIS de enero, cuyo trabajo de campo se hizo antes de que los partidos iniciaran movimientos para formar Gobierno, había detectado un descenso de la formación naranja de seis décimas.

Rivera está presumiendo de estos datos en sus apariciones públicas. Esgrime los más de 32.000 fieles que ya tiene detrás de su proyecto como evidencia de que la ciudadanía valora el talante propositivo y castiga el “inmovilismo”. En este último bloque sitúa el líder centrista al presidente en funciones, Mariano Rajoy, y al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que rechazan negociar sobre la base del acuerdo programático firmado por PSOE y Ciudadanos.

Por autonomías

Especialmente importante es la implantación del partido naranja en la Comunidad de Madrid. De ahí proviene el 19,9% de su afiliación (6.378 miembros), porcentaje similar al apoyo que obtuvo el 20D en dicha región (18,8%) y que demuestra que Rivera tiene especial tirón en el que desde hace 25 años es el gran feudo del Partido Popular. C’s cuenta hoy con 500 militantes madrileños más que hace tres meses.

Después de Madrid, aparece Andalucía como principal granero naranja. Allí el partido ha crecido en 393 miembros desde las generales, para situarse con 5.694 afiliados, el 17.77% del total. El pacto con el PSOE para facilitar la gestión de Susana Díaz, acompañado de exigencias como la rebaja del IRPF o la retirada de la política de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ha otorgado un papel protagonista al partido que allí dirige Juan Marín, mejorando su implantación.

Otras dos regiones importantes para C’s son la Comunidad Valenciana -ha pasado de 5.106 a 5.289 miembros- y Cataluña -de 3.653 ha subido a 3.777-. En el otro lado, el País Vasco sigue siendo territorio muy desfavorable para los intereses de Rivera. Después de quedarse en un decepcionante 4% el 20D y no llevarse ninguno de los 18 diputados en juego, el partido ha perdido siete militantes y apenas cuenta con 216. Si en las autonómicas previstas para otoño repitiera el resultado de diciembre, sí lograría entrar en el Parlamento vasco con tres representantes.

Galicia, la otra región que celebra elecciones este año, es también un lugar complicado para C’s, aunque poco a poco va mejorando sus expectativas. Con cerca de un millar de afiliados naranjas, Rivera aspira a tener la llave del Gobierno en otoño. Antes de eso, pueden venir otras elecciones generales. El PP está convencido de que en esa cita mejoraría sus resultados a costa de un Ciudadanos a quien critica por haberse echado en brazos de Pedro Sánchez. A la luz de los datos, Rivera tiene mimbres para sostener lo contrario.

otros partidos

Las cifras de afiliación de Ciudadanos están todavía lejos de las que manejan los partidos tradicionales. El PP cifraba a 1 de enero de este año en 860.426 el total de su militancia, tal y como publicó el diario El País. Ese volumen incluye tanto a los que pagan cuota como a los que no, mientras los 32.043 que están inscritos en las filas naranjas abonan un mínimo de 10 euros al mes. Los socialistas, por su parte, acaban de difundir una caída de 8.956 personas en su lista de afiliados. Han pasado de los 198.123 militantes que en 2014 fueron llamados a las primarias para elegir secretario general a los 189.167 que integraron el censo de la consulta sobre el pacto Sánchez-Rivera, hace dos semanas. Podemos cuenta como simpatizantes todos los inscritos en su web desde que irrumpieron en el sistema de partidos, al margen de que abonen o no cuota y de su grado de implicación. Esa cifra es actualmente de 393.359, aunque en ningún proceso interno han participado más de los 112.070 que en 2014 decidieron el modelo de partido.

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