Industrias Tello refuerza su presencia a nivel nacional con la adquisición de dos cárnicas en Madrid y Salamanca y una importante inversión en autocartera para aumentar su capacidad productiva en un 50%.

Los reyes del codillo precocinado, la empresa toledana que surte de cientos de miles de piezas a Ikea y que cuenta entre sus clientes a algunas de las principales cadenas minoristas nacionales, ha ampliado su ámbito de actuación.

Poco queda de la empresa familiar dedicada al negocio cárnico que nació en Toledo hace más de medio siglo, en 1948. Tanto a nivel nacional como internacional, la expansión de Industrias Tello ha sido un ejemplo de crecimiento exponencial en los últimos años a pesar de la crisis. La última gran apuesta del grupo ha sido la compra del Grupo Frial, dedicado a la producción de elaborados cárnicos cocidos, y la de su filial Sánchez Montero, especializada en productos de cerdo ibérico, por seis millones de euros. Las compañías, que cuentan con sede en Madrid y Salamanca, respectivamente, generan una facturación conjunta de 11 millones de euros, además de contar con una plantilla de 41 empleados.

Ambas empresas mantendrán su estructura jurídica, capacidad de operación y marca, según el acuerdo estipulado con su nueva matriz. Sin embargo, con la adquisición de los grupos, Industrias Tello elevará su cifra de negocio a los 125 millones, en comparación con los 80 que facturaba en 2013, y contará con una plantilla directa de 475 trabajadores.

Renovarse o morir

Con esta operación, Tello pretende en primer lugar reforzar “su posición en el mercado nacional”. Sin embargo, la empresa no está dispuesta a crecer a cualquier precio, por lo que busca siempre socios estratégicos que le garanticen “la más alta calidad en el panorama de la alimentación saludable y en l+D+I”, señala Paulino Tello Cano, Consejero Delegado del grupo, en un comunicado. La adquisición tiene también por objetivo “dotar a las marcas Frial y Sánchez de Montero de la competitividad necesaria para su expansión”, algo que sólo una empresa tan estable en el tiempo como Cárnicas Tello puede ofrecer.

En referencia a esto, Frial Technologies, propietaria junto con la Universidad Autónoma de Madrid de la Patente Internacional “Vidalim”, ha decidido sublicenciar al Grupo Tello –por el momento en exclusiva en el territorio español- esta patente para la fabricación y explotación comercial de los productos cárnicos funcionales del ave y cerdo. El objetivo de Frial Technologies es diseñar, desarrollar y validar productos cárnicos de última generación, más beneficiosos para la salud.

Un crecimiento sin fronteras

Industrias Tello cuenta con delegaciones en China, Reino Unido y Alemania. Su presencia llega hasta a 42 países diferentes, comercializando sus carnes frescas y congeladas así como sus productos elaborados de la charcutería tradicional española. El liderazgo internacional del grupo se justifica por su notable incremento en la facturación de los últimos años, que superó el 60% entre 2012 y 2015.

Por otra parte, el grupo está inmerso actualmente en un proyecto en sus instalaciones de Totanés (Toledo) para incrementar su capacidad productiva en un 50%, con una inversión que alcanza los 33 millones de euros.

Entre los clientes de la marca se encuentran grandes empresas como Ikea, AhorraMás, Telepizza, Alcampo o El Corte Inglés.

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