Fuentes de la formación naranja consultadas por SABEMOS lamentaron la situación, pero también marcaron la diferencia entre el caso de Zafra y el de Gutiérrez. Mientras que en el primer caso no se trata de un problema de formación, sino de la situación dentro del despacho del político, en el segundo es un caso mucho más flagrante, que parece probado y que atenta contra el código ético del partido que preside Albert Rivera, uno de cuyos principales problemas desde su expansión nacional ha sido conseguir cuadros de confianza.

Tal como informan La Marea y eldiario.es, el pasado día 1 de noviembre un militante de Ciudadanos presentó una denuncia ante la comisión de garantías del partido contra el subdelegado territorial de la formación en Madrid y número cuatro en las listas por Madrid al Congreso, Miguel Ángel Gutiérrez Vivas, por la violación del código anticorrupción del partido.

Concretamente, el denunciante le acusa de haber utilizado de forma fraudulenta el título de Doctor Ingeniero desde hace aproximadamente una década, además de la titulación de Ingeniero Superior, a pesar de que en una entrevista en El País se había presentado como “Ingeniero Topógrafo”, equivalente a Ingeniero Técnico (dos grados por debajo de la titulación que había utilizado fraudulentamente). “Es como si un auxiliar de enfermería pretendiese que es médico”, se leía en el escrito del denunciante.

En el currículo solicitado por La Marea a Ciudadanos, y que fue facilitado por el departamento de prensa de la formación, figura que Miguel Gutiérrez Vivas es “Ingeniero por la Universidad Politécnica de Madrid. Es especialista en Tecnologías y Seguridad de la Información”.

Sin embargo, en el currículum facilitado por el denunciado durante la presentación de su candidatura a la Junta Directiva de Ciudadanos en Madrid, cuyo proceso de selección se celebró el 24 de enero de 2014, figuraba que era “Ingeniero Superior por la UPM”. En su perfil personal de Linkedin, también llegó a incluir en abril de 2015 la titulación de Ingeniero Superior, pero posteriormente cambió por un genérico “Ingeniero”.

Además, prosigue la denuncia recogida por La Marea, durante su carrera profesional anterior a su incorporación a Ciudadanos utilizó el título de Doctor Ingeniero en Geodesia y Cartografía en la información que había facilitado a a los medios especializados cada vez que había un nombramiento que afectaba a su vida laboral.

Según el código ético de Ciudadanos, falsear el currículum es motivo de cese o dimisión de la formación naranja. Además, el punto 3 del acuerdo de investidura firmado con la Comunidad de Madrid se establece la “separación de cualquier cargo público que haya falsificado o engañado en relación a su currículum o su cualificación profesional o académica”.

César Zafra

Por otra parte, según recoge eldiario.es, el número dos de Ciudadanos en Madrid, César Zafra, se hizo pasar por abogado sin poseer la habilitación para ejercer como tal. Zafra, coordinador de la formación en Madrid y diputado autonómico, trabajó durante meses en el despacho de Martínez-Aybar, con sede en Alcobendas. «Mi misión era redactar demandas, recibir clientes y asesorarles», declaró al diario.

El falseamiento de datos por parte de Zafra se extiende tanto al currículum como a la carta de presentación que depositó ante la Asamblea de Madrid tras ser elegido diputado autonómico, en los que figura como abogado. El diputado también ha presumido de su condición de abogado en las redes sociales.

Zafra, de 31 años y sin experiencia ni pasado político, ha ejercido su cargo de coordinador de Ciudadanos en Madrid con mano dura, expulsando del partido a varios militantes durante el proceso de primarias para la elección de la candidatura regional. En Getafe y Móstoles impuso gestoras y en Arganda del Rey le acusaron de haber impuesto a dedo a los miembros de la agrupación.

César Zafra estudió Derecho y se colegió en el Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) en calidad de «no ejerciente». Así consta en los registros del ICAM, a los que ha accedido eldiario.es. El Estatuto General de la Abogacía es muy claro a la hora de referirse a este tipo de profesionales: «Quienes se hallen inscritos en un Colegio de Abogados como no ejercientes no podrán dedicarse a realizar labores propias de la Abogacía, ni utilizar la denominación de abogado».

La actividad de Zafra podría ser considerada un delito en aplicación del artículo 403 del Código Penal, referido al intrusismo profesional. Según ese texto, «el que ejerciere actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título estaría cometiendo un delito». En el caso de Zafra, ese delito se vería agravado por haberse atribuido públicamente la cualidad profesional de la que carece y por haber ejercido el engaño «en un local o establecimiento abierto al público en el que se anunciare la prestación de servicios propios de aquella profesión». Según el Código Penal, quien además de cometer el delito incurriese en las agravantes se enfrentaría a penas de prisión de entre seis meses y dos años

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