El último capítulo protagonizado por dos miembros de la organización Just Stop Oil ha vuelto a plantear una cuestión: si estamos ante activistas climáticos o vándalos sin más, con cierto afán de protagonismo.
Esta vez, la hazaña ha consistido en lanzar pintura en polvo naranja contra el emblemático Stonehenge -hoy se espera que miles de personas desciendan al lugar para celebrar el solsticio de verano- para «exigir» que el gobierno entrante del Reino Unido «se comprometa a trabajar con otros gobiernos para acordar un plan equitativo para poner fin a la extracción y quema de petróleo, gas y carbón para 2030».
La acción ha tenido lugar días después de que el manifiesto del Partido Laborista se volviera a comprometer a detener todas las licencias futuras para la extracción de petróleo y gas, en caso de que formen el próximo gobierno.
Según un portavoz de Just Stop Oil. «El gobierno del Reino Unido en espera se ha comprometido a implementar la demanda original de Just Stop Oil de no producir petróleo ni gas nuevos. Sin embargo, todos sabemos que esto no es suficiente. Seguir quemando carbón, petróleo y gas provocará la muerte de millones de personas. Tenemos que unirnos para defender a la humanidad o lo arriesgamos todo. Es por eso que Just Stop Oil exige que nuestro próximo gobierno firme un tratado legalmente vinculante para eliminar gradualmente los combustibles fósiles para 2030». Y añade que «si no nos comprometemos a defender nuestras comunidades, los partidarios de Just Stop Oil, junto con ciudadanos de Austria, Canadá, Noruega, los Países Bajos y Suiza, se unirán a la resistencia este verano, si sus propios gobiernos no toman medidas significativas. Se pueden encontrar círculos de piedra en todas partes de Europa que muestran cómo siempre hemos cooperado a través de grandes distancias: estamos construyendo sobre ese legado».
Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, ha criticado estas acciones y ha acusado al grupo de ser «una vergüenza».
Los partidarios de Just Stop Oil, han manifestado que hasta que los líderes mundiales actúen para protegernos, trabajando con otros grupos a nivel internacional, tomarán «las medidas proporcionales necesarias para generar la presión política que tanto se necesita» y han anunciado que, este verano, áreas de importancia clave para la economía de los combustibles fósiles serán declaradas sitios de resistencia civil en todo el mundo.
En 2022, Just Stop Oil protagonizó una oleada de protestas en museos ante el inicio de la cumbre del clima de Sharm El-Sheikh. Entonces ya reclamaron «acciones más contundentes contra los combustibles fósiles». Algunas de las acciones llevadas a cabo fueron lanzar un tartazo a una estatua de cera de Carlos III, una sopa de tomate estampada ante un cuadro de Van Gogh y un puré de patatas lanzado a un Monet.
