«Desde el río hasta el mar» (en árabe: من النهر إلى البحر‎, min alnahr ‘iilaa albahr) es una expresión política profundamente asociada con el nacionalismo palestino. Esta frase, que se refiere geográficamente al área comprendida entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, ha sido utilizada desde la década de 1960 como una llamada a la liberación de Palestina. Sin embargo, su significado ha generado divisiones y debates intensos sobre sus implicaciones y objetivos.

Orígenes

El eslogan ha sido empleado por diversas organizaciones y movimientos palestinos, incluyendo la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y Fatah, así como por grupos militantes como Hamás y la Yihad Islámica. En sus inicios, la frase «Palestina será libre desde el río hasta el mar» sirvió como una llamada a la creación de un Estado palestino en todo el territorio de Palestina bajo el mandato británico, que incluye las actuales Israel, Cisjordania y Gaza.

Con el tiempo, el uso del eslogan se ha diversificado. Algunos lo interpretan como una demanda de igualdad de derechos para los palestinos dentro del territorio que hoy incluye Israel. Sin embargo, su adopción por parte de grupos militantes y su contexto en discursos más radicales ha llevado a interpretaciones más extremas, sugiriendo una intención de eliminar la soberanía y el propio estado israelí en la región.

Interpretaciones

La frase ha sido objeto de intensas controversias debido a sus diferentes interpretaciones. Para muchos palestinos, «desde el río hasta el mar» simboliza la lucha por vivir libremente en su tierra histórica, en un estado secular y único donde todos los ciudadanos, independientemente de su religión, tengan igualdad de derechos. Este enfoque contrasta con la solución de dos estados que prevé la coexistencia de un estado palestino y un estado judío separados.

No obstante, grupos y figuras dentro de la esfera política israelí y organizaciones contra el antisemitismo han interpretado esta frase como una llamada a la destrucción del Estado de Israel. Argumentan que, al incluir todo el territorio que actualmente comprende Israel, el eslogan implica una negación del derecho de los judíos a la autodeterminación y puede ser visto como un grito de guerra que incita a la violencia y el odio contra los judíos.

Implicaciones políticas y sociales

En la política israelí, la respuesta al eslogan ha sido igualmente contundente. La carta fundacional del partido Likud en 1977, por ejemplo, establece que «entre el Mar y el Jordán solo habrá soberanía israelí», una afirmación que rechaza cualquier posibilidad de soberanía palestina en el territorio de Israel.

El uso del eslogan también ha encontrado eco en movimientos de protesta y manifestaciones pro-palestinas en diversas partes del mundo, donde a menudo se canta junto con la frase «Palestina será libre». Estas manifestaciones han generado tensiones y reacciones diversas, desde acusaciones de antisemitismo hasta debates sobre la libertad de expresión y los derechos humanos.

El impacto de la frase se ha sentido globalmente. En 2018, el académico estadounidense Marc Lamont Hill fue despedido de su puesto como comentarista político de CNN después de utilizar la frase en un discurso en las Naciones Unidas, lo que generó acusaciones de que estaba abogando por la destrucción de Israel.

Más recientemente, tras los ataques terrorista de Hamás a Israel en 2023, figuras políticas en el Reino Unido y Austria han considerado la posibilidad de criminalizar el uso de la frase en determinados textos. La ministra del Interior británica, Suella Braverman, propuso clasificar la expresión como delito en ciertos contextos, mientras que la policía de Viena prohibió una manifestación pro-palestina citando la inclusión de la frase como una violación del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Acusaciones de antisemitismo

Organizaciones como la Liga Antidifamación (ADL) y el Comité Judío Estadounidense han sido vocales en su condena del eslogan, describiéndolo como un llamado a la destrucción de Israel y un acto antisemita. Sostienen que la frase niega el derecho de los judíos a la autodeterminación y podría ser vista como una incitación al genocidio.

Por otro lado, algunos escritores y académicos palestinos, como Yousef Munayyer y Maha Nassar, argumentan que estas interpretaciones se basan en supuestos racistas e islamófobos. Defienden que la frase simplemente exige el derecho de los palestinos a vivir con dignidad y libertad en su tierra ancestral.

«Desde el río hasta el mar» es un eslogan cargado de significados y polémicas. Para unos, es un grito de resistencia y de demanda de igualdad; para otros, es una amenaza existencial. Lo cierto es que su uso continuará siendo un punto de fricción en el complejo y persistente conflicto israelí-palestino, reflejando las profundas divisiones y aspiraciones que aún prevalecen en la región.

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