Desembocadura del río Guadiaro. Foto: Verdemar-Ecologistas en Acción

El río Guadiaro y sus afluentes Genal y Hozgarganta están a punto de seguir la misma tragedia acaecida en Doñana. Verdemar-Ecologistas en Acción ha denunciado ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil que «maquinaria pesada ha cortado el río Guadiaro aguas arriba del Puente de Hierro en la pedanía de San Enrique de Guadiaro, perteneciente a San Roque (Cádiz)», responsabilizando de tal extremo a la Junta de Andalucía. Temen que la situación pueden provocar la muerte de peces.

Creen que es un descontrol haber plantado más de 500 hectáreas de aguacates «en tierras de secano que han transformado bosques Mediterráneos, sobre todo bujeos en zonas en regadío». Esto está ocasionando un «colapso hídrico» y la contaminación de las aguas del último delta del Mediterráneo Oriental. El río Guadiaro no es capaz de romper la bocana de la desembocadura por falta de caudal, la erosión antrópica en la zona hace el resto.

La acumulación de arena en la desembocadura provoca que se produzca el fenómeno de  eutrofización acelerado por los fertilizantes (nitratos y fosfatos) que se utilizan en la zona baja del estos ríos. Dicen que «es un ejemplo calcado a lo que ha ido pasando en Doñana. La Administración no tiene ninguna planificación sobre la gestión del agua, no existe evaluación sobre el impacto que va a causar esto en un futuro. No se emplean técnicas para detectar la sobreexplotación del acuífero y sancionar a los ilegales. Es un descontrol, lo único que vemos son cruces de  acusaciones de políticos echándose la culpa unos a otros».

Río cortado en San Enrique de Guadiaro. Foto: Verdemar-Ecologistas en Acción

El curso del Guadiaro

El río Guadiaro nace en la hoya de Ronda, en la confluencia de los ríos Guadalevín y Guadalcobacín, en el paraje de “La Indiana”. Discurre por las provincias de Málaga y Cádiz y desemboca en Sotogrande, en el Mar de Alborán. Tiene una longitud de 80 Km aproximadamente y es uno de los ríos más caudalosos del Mediterráneo Oriental. Sus principales afluentes son  el río Genal, que discurre por la provincia de Málaga 48Km hasta llegar a la “Junta de Los Ríos”  y el río Hozgarganta, 45Km hasta desembocar en el río Guadiaro, aportan unos caudales considerables, que junto con los del río Guadiaro, pueden desembocar en la playa de Sotogrande 700 Hm3 en épocas de lluvias caudalosas. Su cuenca es de 1.504 Km2 de parques y parajes naturales, monumentos naturales de un gran valor ecológico y paisajístico.

Delta desdibujado

La desembocadura del río Guadiaro era un “delta”, señalan desde Verdemar-Ecologistas en Acción, y su bocana «abría a derecha o izquierda dependiendo de los temporales y del caudal de avenida hacia el mar».

Denuncian que «los arrozales en las zonas bajas acabaron convirtiéndose en naranjos, el material permeable (los guijarros) se sustituyeron por materiales impermeables y cambiaron el cauce del río. Se extrajeron decenas de millones de m3 de gravas que alimentaban las playas desde Torreguadiaro a Gibraltar».

Luego llegaron los trasvases de agua, dicen, y aseguran que «se ha trasvasado desde el año 2.000 más de 1.500 hm3 de aguas del Guadiaro al Majaceite en la provincia de Cádiz. Estos trasvases de hasta 30m3/s y hasta 110Hm3/año también han mermado el caudal y los aportes de gravas para las playas». Asimismo, afirman que también «se ha estado bombeando agua del acuífero del río a Málaga».

Respecto al cierre de la desembocadura del río Guadiaro, «la insuficiencia de caudales, sobre todo en estiaje, debida principalmente a las numerosas derivaciones destinadas principalmente al regadío de la agricultura, es el problema más importante en esta masa de agua, por lo que se hace necesaria una mejora y modernización de estos riegos«, demandan los ecologistas.

Otra de las razones del estado del río es la existencia «de una batería de captaciones de emergencia destinadas al abastecimiento urbano que afectan sobre todo al tramo final del cauce, ya que captan del subálveo. En los Tramos bajos del Genal y  Hozgarganta, hay un  exceso de volúmenes aprovechados, en la mayoría de los  casos destinados al regadío de campos de cultivo del entorno, lo que está generando una insuficiencia  de caudales fluyentes. Y todo se une a que se ha roto la dinámica del litoral con las construcciones en Sotogrande. Cuando no hay suficiente caudal en el río y se produce un temporal de levante, la arena la acumula en la desembocadura».

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.