Una de las novedades es la posibilidad de introducir en frontera una tasa para aquellos productos procedentes de terceros países que no cuenten con un régimen de reducción de emisiones. | Foto: Pexels

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha explicado que este sistema de comercio de derechos de emisión, una de las medidas más efectivas en la reducción de estos gases por parte de la Unión Europea, se ha ampliado tras un proceso de negociación para conseguir que las emisiones en el año 2030 bajen al menos un 55%.

En los sistemas de comercio de emisiones, cada uno de los participantes debe entregar un número de derechos de emisión igual al de sus emisiones; si emite más que los derechos que obtiene de forma gratuita, debe comprar derechos en el mercado. Este coste adicional incentiva a la reducción de sus emisiones.

Las directivas que ahora se trasponen, según Ribera, se enmarcan en las políticas con las que Europa está respondiendo al desafío climático. La vicepresidenta tercera ha recordado que la temperatura media alcanzó en 2023 uno de los niveles más altos registrados. El incremento de esa temperatura, además, ya roza los 1,5 grados que se fijaron como límite en el Acuerdo de París.

Cambios frente al desafío climático

Entre las novedades recogidas en el proyecto de ley, Teresa Ribera ha destacado que la norma adecua las sendas de reducción de emisiones y de asignación de derechos a los sectores industriales y a las infraestructuras de generación de electricidad incluidas en este ámbito. La meta es que sus emisiones estén un 62% por debajo de las registradas en el año 2005.

También se reducen las asignaciones al sector de la aviación, que ya forma parte del sistema de comercio de derechos de emisión, y se amplía la aplicación del régimen a las emisiones procedentes del transporte marítimo de pasajeros y mercancías.

Por otra parte, se establece un régimen específico paralelo para posibilitar la reducción de emisiones del sector de la edificación y el sector de transporte por carretera. Las obligaciones no están dirigidas a los usuarios finales, sino a las empresas que venden los combustibles para ese destino, según ha aclarado la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En 2024 ya empezará a funcionar un sistema de monitorización, y la aplicación será plenamente efectiva en 2027.

Además, el texto incorpora la asignación gratuita de derechos de emisión a algunas tecnologías limpias que no emiten esa clase de gases y son importantes para la transformación del sistema energético, como es el caso de la producción de hidrógeno verde, con el objetivo de incentivarlas.

Otra novedad fundamental es la posibilidad de introducir en frontera una tasa para aquellos productos procedentes de terceros países que no cuenten con un régimen de reducción de emisiones. De este modo, se protege la competitividad de la industria europea y se fomenta la expansión de ese tipo de instrumentos en el resto del mundo, según ha sostenido Teresa Ribera.

La ministra ha señalado que el nuevo régimen estará vigente «tan pronto» como se incorpore a la legislación nacional y se publique en el Boletín Oficial del Estado. Mientras tanto, su departamento seguirá trabajando con los distintos operadores para que puedan conocer, con arreglo a la metodología aplicable, cuál es el volumen de derechos de emisión que les corresponde de manera gratuita y organicen sus planes ya en 2024.

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