El director de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha cerrado temporalmente su sede en la Jerusalén Oriental ocupada tras un incendio provocado registrado este jueves después de semanas de protestas ante esa delegación con mandato de la Asamblea General de la ONU.
En una publicación en las redes sociales, el responsable de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha señalado que «residentes israelíes prendieron fuego al perímetro dos veces» el jueves por la noche. El personal de UNRWA y de otras agencias de la ONU se encontraban dentro del complejo en ese momento.
Lazzarini ha indicado que se trataba del «segundo incidente atroz en menos de una semana», tras una protesta violenta similar el martes.
Aunque no hubo víctimas entre el personal de la UNRWA, el fuego causó grandes daños en las zonas exteriores, ha dicho, recordando que en el recinto hay una gasolinera y una estación de diesel para dar servicio a la flota de coches de la agencia.
Una multitud acompañada de hombres armados fue testigo fuera del recinto coreando «quemad las Naciones Unidas», añadió.
«Se trata de un hecho escandaloso», ha afirmado. «Una vez más, las vidas del personal de la ONU estuvieron en grave peligro».
La protesta se volvió violenta
Mientras, Lazzarini ha dicho que ha tomado la decisión de cerrar el complejo «hasta que se restablezca la seguridad adecuada».
Los extremistas israelíes han estado organizando protestas frente al complejo de la UNRWA en Jerusalén durante los últimos dos meses «convocadas por un miembro electo del municipio de Jerusalén».
Ha manifestado también que la protesta del martes se había vuelto violenta cuando los manifestantes lanzaron piedras contra el personal de la ONU y contra los edificios, «bajo la vigilancia de la policía israelí».
Acoso, intimidación y vandalismo
Lazzarini ha explicado que «en los últimos meses, el personal de la ONU ha sido sometido regularmente a acoso e intimidación. Nuestro complejo ha sufrido graves actos de vandalismo y daños. En varias ocasiones, extremistas israelíes amenazaron a nuestro personal con armas de fuego».
El jefe de UNRWA subrayó que es responsabilidad de Israel, como potencia ocupante, garantizar que el personal y las instalaciones de la ONU estén protegidos en todo momento. Por esta razón, ha hecho un «llamamiento a todos aquellos que tienen influencia para que pongan fin a estos ataques y hagan rendir cuentas a todos los responsables». Considera que «los autores de estos ataques deben ser investigados y los responsables deben rendir cuentas. Cualquier otra cosa establecerá una nueva y peligrosa norma», ha concluido.