El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha publicado la orden de bases del programa de ayudas para la creación de grandes valles o clústeres de hidrógeno renovable, dotada con 1.200 millones de euros de los fondos NextGenEU. El objeto de esta línea de incentivos es fomentar la producción y consumo a gran escala de hidrógeno renovable y electrolítico, y de sus combustibles derivados, para impulsar la plena integración de este vector en el mix energético español. Así, se podrá avanzar en la descarbonización de distintos sectores industriales contribuyendo a la competitividad de la industria.
Está línea de ayudas, enmarcada en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA) del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), está gestionada en régimen de concurrencia competitiva por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo dependiente del MITECO. Representa un salto cualitativo y cuantitativo en las perspectivas de producción, uso y sus derivados en España.
Los clústeres o valles de hidrógeno renovable son esenciales para alcanzar los objetivos al reunir, en un mismo emplazamiento, múltiples etapas de la cadena de valor del hidrógeno, desde la producción, el almacenamiento y la distribución a diversos usuarios, como el sector del transporte pesado y la industria, todos ellos sectores de difícil descarbonización.
Este objetivo es el sello distintivo de la línea de incentivos a valles de hidrógeno renovable y viene precedido de las convocatorias previas de H2 Pioneros, H2 Cadena de Valor y los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI). Esta apuesta ha supuesto que, en apenas dos años, España esté ya en disposición de lanzar ayudas que multiplican en varios ordenes de magnitud la capacidad de generación de los primeros proyectos financiados.
Proyectos de envergadura y compromiso previo de compra
El objetivo de esta nueva línea de ayudas, cuya convocatoria anunciará próximamente el IDAE, es crear valles de hidrógeno renovable, grandes núcleos o zonas industriales de generación y consumo, lo que permitirá un mayor aprovechamiento de este vector energético, gracias a las ventajas de la economía de escala y el efecto multiplicador que ello pueda tener. Para ello, los proyectos deben cumplir varios requisitos: compromiso previo de compra del 60% de la producción por parte de consumidores; garantía de que el hidrógeno producido sea de origen renovable; disposición de electrolizadores de gran capacidad, con más de 100 MW; posibilidad de conformar agrupaciones de proyectos con electrolizadores de, al menos, 50 MW, y además se fija un máximo de ayuda para una única empresa o proyecto de un tercio del presupuesto disponible, es decir, de 400 millones.
Se trata de poner en valor proyectos firmes y de envergadura, dice el MITECO, «no sólo en términos técnicos, sino también ambientales y socioeconómicos, por lo que la adjudicación ponderará creación de empleo, desarrollo económico local, reducción de emisiones, igualdad de género, estrategia de suministro con elementos de resiliencia tecnológica e industrial».
Ampliación en los objetivos
El hidrógeno renovable es una de las palancas clave de la política energética en España. Con anterioridad ya se han desplegado otros programas de incentivos que han tenido una alta demanda. Por ejemplo, los 30 proyectos de la línea de Pioneros: 300 millones para proporcionar hidrógeno renovable a menor escala a industria, transporte pesado y logística. Otros 47 proyectos de Cadena de Valor y tecnología de hidrógeno renovable (incluidos los proyectos del IPCEI Hy2Tech): 230 millones destinados a tecnologías, fábricas o capacidades de innovación para que el hidrógeno renovable cuente con tecnología diseñada y fabricada en España. Y los siete proyectos estratégicos IPCEI Hy2Use, que recientemente han sido reconocidos con 794 millones.
El impulso a la creación de clústeres de hidrógeno renovable, vinculados a la componente 31 del PRTR, previsto en el PERTE EHRA, es determinante para alcanzar los objetivos de la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable -4 GW en 2030-, cuya ambición se incrementa en la propuesta de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023-2030), que prevé 11 GW de capacidad de electrólisis a 2030.