La pregunta se la hizo un periodista durante la rueda de prensa que el presidente del Gobierno ofreció ayer en la Moncloa para hacer balance de la legislatura recién concluida. “¿Qué hará si no logra formar gobierno tras las próximas elecciones?” Rajoy eludió dar una respuesta. Se limitó a subrayar su disposición a llevar a cabo cuanto esté en su mano para mantenerse en la Moncloa. Y es que al jefe del Ejecutivo sabe que sólo le queda una bala. Todo el partido da por hecho que su actual presidente no pilotará, en ningún caso, un PP en la oposición. Barones autonómicos, veteranos diputados y nuevos dirigentes de la sede de la calle Génova –consultados por SABEMOS- coinciden en que Rajoy abandonará la política si no logra formar gobierno tras el 20-D.

Tras el miércoles negro de hace quince días y los ataques lanzados por Aznar, el presidente del Gobierno ha conseguido aplazar el debate sucesorio hasta la celebración de las elecciones generales. Lo que no ha logrado es frenar el pesimismo que se ha instalado en las bases del partido por la incertidumbre de los resultados electorales.

Aunque el presidente del Gobierno intenta levantar la moral de su tropa, muchas de sus palabras durante la rueda de prensa que ofreció ayer en Moncloa sonaron a despedida. “Ha sido un orgullo y un honor presidir el Gobierno de este gran país”, dijo en tono alejado de la seguridad que debe tener un dirigente político que aspira con garantías a revalidar el poder que le concedieron los ciudadanos hace cuatro años.

Todos los dirigentes del PP consultados por SABEMOS admiten que la posición de Rajoy, a cincuenta días de las elecciones generales, no es fácil. “Sólo una contundente victoria en los comicios del 20-D le dará posibilidades para conservar el puesto. Y eso es algo muy difícil de lograr, a la vista de lo que predicen todas las encuestas”, comenta un veterano parlamentario popular que da por segura la exigencia de Ciudadanos de pedir la cabeza del presidente, si los votos del partido de Albert Rivera sirven para investir a un candidato del PP.

Los dirigentes con los que ha hablado este periódico digital no ven a Rajoy dirigiendo de nuevo la oposición. “Perdió dos elecciones consecutivas ante Zapatero y pasó ocho años muy duros en la bancada del Congreso que no es la del Gobierno. Si el PP no logra formar gobierno, se abrirá una nueva etapa. Es evidente que a Rajoy le queda una sola bala”, comenta un barón territorial del partido.

Aznar participará en la campaña, “si él quiere”

En las filas populares ha causado desconcierto la entrevista que el presidente del Gobierno concedió anoche a Televisión Española, con preguntas grabadas de doce ciudadanos, muy alejada del debate entre los líderes de los partidos emergentes, Albert Rivera y Pablo Iglesias, que emitió La Sexta hace algo más de una semana. “El formato pareció antiguo y no tuvo frescura”, concluyó otro de los diputados veteranos del PP a en conversación con SABEMOS.

Pero es que, además, muchos dirigentes vieron esquivo y dubitativo al presidente del Gobierno ante las preguntas de los ciudadanos en un medio nada hostil para el Ejecutivo, como es la televisión pública. En las filas populares causó sorpresa la respuesta de Rajoy cuando se le requirió que dijese quién es su adversario en las elecciones generales. “Yo mismo”, respondió la segunda autoridad del Estado, cuando hasta ahora el argumentario popular establece que el único rival es el líder del PSOE, Pedro Sánchez.

También eludió una contestación directa a la segunda cuestión planteada por la periodista Ana Blanco, que tuvo que reformular hasta en tres ocasiones: “¿Con quién pactaría?” Rajoy se negó a responder una y otra vez sobre quién puede ser su compañero de viaje en una legislatura en el que necesariamente habrá que elegir pareja de baile. “No es el momento de hablar de pactos. Son los ciudadanos los que tienen que elegir quien quieren que sea su presidente del Gobierno”.

Asimismo, evitó la pregunta sobre si Aznar tendrá algún papel durante la campaña elecctoral. Tras reconocer que el presidente de honor del PP es un activo muy importante en el PP, Rajoy no tuvo otra que asegurar que “si (Aznar) quiere participar, lo hará”.

Ante la pregunta con más enjundia de todas –“¿por qué ha concedido usted tan pocas entrevistas?-, el jefe del Ejecutivo también se mostró esquivo. Ante la insistencia de Ana Blanco, que aludió a la distancia que el plasma ha creado con los ciudadanos, el presidente no tuvo otra que reconocer que en los últimos meses ha reforzado su estrategia informativa, aunque admitió que “podría haber mejorado antes la comunicación” con los ciudadanos.

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