El riesgo de hambruna generalizada en Sudán a causa de la guerra en el país ha sido confirmado por diversos expertos de las agencias de alimentación y la infancia de la ONU, quienes han advertido que el país se enfrenta a «los peores niveles de inseguridad alimentaria aguda jamás registrados».
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) habían informado ya del rápido deterioro de las condiciones de vida de la población sudanesa, en particular de los niños, a medida que la seguridad alimentaria se ve desmantelada por una guerra que asola el país desde hace más de un año.
Las agencias han movilizado de forma conjunta una respuesta humanitaria a gran escala dentro de Sudán y en los países vecinos, donde más de dos millones de refugiados han buscado seguridad.
También han señalado que se necesita urgentemente un alto el fuego inmediato y nuevos esfuerzos internacionales, tanto diplomáticos como financieros, así como un acceso humanitario sin trabas y sostenido, para que la respuesta humanitaria pueda ampliarse aún más y los organismos puedan prestar sus servicios a la velocidad necesaria.
Riesgo de hambruna en 14 zonas
El rápido deterioro de la seguridad alimentaria en Sudán ha dejado a 755.000 personas en condiciones catastróficas (nivel 5, el nivel más alto de la clasificación), con riesgo de hambruna en 14 zonas, según los últimos datos publicados por la Clasificación Integrada de Fases.
Las peores condiciones se dan en las zonas más castigadas por los combates y donde se han concentrado los desplazados por el conflicto. Un total de 25,6 millones de personas se encuentran en los niveles altos de hambre aguda (nivel 3 de un total de 5 niveles). Esto significa que, la mitad de la población sudanesa lucha cada día para alimentarse y alimentar a sus familias.
Se trata de una catástrofe alimentaria a una escala nunca vista desde la crisis de Darfur a principios de la década de los 2000. A diferencia de la de hace veinte años, la crisis actual se extiende por todo el país, con niveles que llegan incluso a la capital, Jartum, y al estado de Gezira, antaño granero de Sudán.
Casi siete millones más en seis meses
Estos nuevos datos muestran también un marcado deterioro de la población con respecto a la última proyección, publicada en diciembre de 2023, que indicaba que 17,7 millones de personas se enfrentaban al hambre aguda, en lugar de 25,6 millones.
«El nuevo análisis revela un profundo y rápido deterioro de la situación de la seguridad alimentaria en Sudán, con la vida de millones de personas en peligro», ha asegurado el director general de la FAO, quien ha detallado que la agencia está distribuyendo semillas para la temporada principal de siembra.
«El reloj corre en contra de los campesinos sudaneses», ha declarado QU Dongyu. «Debemos actuar colectivamente, a escala, con un acceso sin trabas, por el bien de millones de vidas inocentes que penden de un hilo».
El responsable ha apuntado que la agencia necesita con urgencia 60 millones de dólares para financiar su Plan de Prevención de la Hambruna, con el fin de garantizar que la población, en especial la que se encuentra en zonas inaccesibles, sea capaz de producir alimentos a nivel local y evitar la escasez de alimentos en los próximos seis meses.