El diputado autonómico Juan Segovia se mide el domingo en primarias con la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, por el liderazgo del socialismo madrileño. Quiere llegar a la secretaría general para abrir el partido a la militancia y acabar con lustros de lucha fratricida y de debacles electorales. Cuenta con el apoyo de históricos del PSOE como Felipe González, Juan Barranco o Matilde Fernández y con la oposición del aparato de Ferraz, lo cual suele ser buen síntoma en las contiendas internas del PSM.

Nació en el año de la gran victoria de Felipe González y creció en la década en que el PSOE fue hegemónico por toda España. Sin embargo, Juan Segovia (Madrid, 1982) apenas tiene recuerdos de la última vez que un socialista estuvo al frente del Ayuntamiento de la capital. Muy lejos queda también la época en que el PP no mandaba en la comunidad. Corren malos tiempos para su partido, pero él se ve capaz de cambiar la tendencia desde el aperturismo y la escucha al ciudadano. Responde a SABEMOS con agilidad y concisión, con un punto de ansiedad, fruto quizá de los automatismos adquiridos en el frenesí televisivo o del estrés provocado por una intensa campaña que vive sus horas finales.

Estos procesos internos a menudo provocan situaciones desagradables, y más para candidatos no respaldados por el aparato. ¿Se ha llevado muchos palos?

No. La verdad es que una de las cosas de las que más satisfecho me siento es de que creo que estamos teniendo un proceso de mucha altura entre compañeros y así me lo están manifestando. La gente se siente orgullosa del debate, del respeto con el que nos estamos tratando, y yo estoy muy contento con ello y con el paso que dimos. Con muchas ganas también de que llegue el domingo.

¿Es esta una lucha que dirime las fuerzas del sector próximo a Tomás Gómez, representado por usted, y las de Ferraz, representado en Sara Hernández?

Yo creo que hay que acabar con esas lógicas. Cuento de momento con casi 3.000 avales, espero contar con muchos más votos el día 26 y me siento representante de los 15.000 compañeros que están llamados a votar y a decidir democráticamente a quién quieren al frente del partido. No soy representante de ningún grupo, de ninguna corriente, represento un partido al que quiero unido.

Ha recibido apoyos importantes como los de González, Zapatero, Barranco o Madina. ¿Los atribuye a la simpatía con su proyecto o van también contra Pedro Sánchez?

Precisamente lo que más me ha gustado de todos esos apoyos es que son muy en positivo, de corazón, de gente que se está sumando al proyecto porque lo ve adecuado para el siglo XXI, para el Partido Socialista de Madrid del 2015. Y en ese sentido es un honor contar con gente como Juan Barranco, Matilde Fernández o Felipe González. Un honor ver a gente que yo admiraba de niño sumarse a un proyecto que yo encabezo, es muy ilusionante.

Se refirió antes a la limpieza de la campaña pero en la Cadena SER vimos algunos momentos de tensión, cuando su rival le acusó de “ensuciar” el debate colgándole el cartel de candidata oficial. ¿Cómo lo encaja?

Me parece que forma parte del juego democrático. Creo que Sara ha adoptado una posición un poco victimista, que en cualquier caso no me preocupa mucho. El debate es el debate. La confrontación electoral, incluso aunque sea entre compañeros y amigos, como somos Sara y yo, es lógico que tenga un cierto punto de tensión. Si no, esto no serían unas primarias. Si hay cualquier fricción, que por mi parte no la hay, la resolveremos con un abrazo el día 26 y nos pondremos a trabajar desde donde esté cada uno.

¿Por qué dice que Hernández está adoptando un rol victimista?

Por lo que estaba usted mencionando, esas acusaciones de que ensucio el proceso… Creo que no son reales, en absoluto tienen nada que ver con la situación que estamos viviendo y me parece que le colocan a ella en una situación, ya digo, victimista.

Cuénteme cómo fue la decisión de presentarse. ¿La tomó en solitario o fue algo colectivo?

Este es un proyecto que desde luego no es improvisado. Surge de una reflexión hecha durante mucho tiempo por muchos compañeros, en clave de futuro. Llevábamos tiempo hablando de lo que no funcionaba en el PSM y de repente vimos que se daba la oportunidad de poder acceder a la sala de máquinas del partido, de que podíamos cambiar eso que no funcionaba. Y ahora la pelota está en el tejado de los militantes. Si deciden que quieren un cambio profundo, me comprometo a llevarlo a cabo de su mano.

¿Consultó la decisión con la gestora y con Ferraz?

Sí. Es verdad que el proceso fue muy precipitado, nos enteramos en mitad del verano, de un día para otro. Y eso llevó a que algunos compañeros nos recomendaran esperar… Pero yo creía que era el momento. Llamé a las personas con las que llevaba tiempo hablando del futuro de un partido al que queremos, llamé después a los compañeros de la gestora, hablé con la Ejecutiva Federal y decidí dar el paso.

Pero no llamó a Pedro Sánchez…

Bueno, hablé con César Luena, el secretario de Organización.

Liderar el PSM, la única ambición

Le hemos escuchado afear a su rival que pretenda continuar como alcaldesa de Getafe si gana. ¿Por qué lo ve incompatible, si los estatutos no lo estipulan así?

Yo no le he afeado que ella quiera continuar como alcaldesa de Getafe porque creo que sería un suicidio que dejara la alcaldía. Lo que le he dicho es: ya que eres alcaldesa, creo que deberías dedicar tus 24 horas a tu municipio. Es verdad que no hay una incompatibilidad estatutaria, pero también es cierto que creo que los vecinos necesitan alcaldes 24 horas centrados en sus problemas y que el PSM necesita una dirección 24 horas centrada en modernizarlo. Y como el día tiene las horas que tiene, lo que yo propongo es que haya gente dedicada a unas cosas y gente dedicada a otras y no los mismos a todo.

Pero sin embargo considera que su labor en la Asamblea no le lastraría en sus ocupaciones orgánicas…

Creo que para un secretario general estar también presente en la máxima institución equivalente al partido no es un lastre sino un plus. Y así lo hemos entendido siempre, en todos los partidos de España el máximo dirigente es parlamentario o aspira a serlo.

¿Y en el caso de que se convirtiera un día en presidente regional? ¿Ese cargo lo ve también incompatible con el de la secretaría general?

«Los vecinos de Getafe necesitan una alcaldesa 24 horas centrada en sus problemas y el PSM una dirección 24 horas centrada en modernizarlo»

Hoy estamos en la oposición y, en cualquier caso, si llegamos a estar en el Gobierno será Ángel Gabilondo el presidente. Si durante esta legislatura Ciudadanos decidiera retirar su apoyo al PP y pudiéramos acceder al Gobierno, cosa que yo no descarto, el presidente de la comunidad sería nuestro número uno de la lista, no yo.

Entonces se generará una singular bicefalia si usted gana las primarias: el líder del partido y diputado cederá el protagonismo en la Cámara regional a otro parlamentario.

Es una situación que en el PSM ya conocemos. Tuvimos una época con Cristina Almeida de portavoz mientras Jaime Lissavetzky era secretario general, lo mismo con Pedro Sabando y Rafael Simancas… Y, por cierto, después de las bicefalias vinieron siempre nuestros mejores resultados. Nosotros elegimos a un independiente, Gabilondo, como candidato y ya sabíamos lo que nos esperaba: que habría que compatibilizarlo con un secretario general distinto a él. No me da ningún miedo y menos conociendo su perfil.

Lo que sí que extraña y resulta difícil de creer es que un secretario general no tenga la ambición de ser candidato y presidente…

Es que hay que separar los procesos. Yo en este momento tengo una enorme ambición por modernizar mi partido, creo que tengo en la cabeza lo que necesitamos para darle la vuelta al PSM. Esa es mi ambición ahora y no tengo otra, ni la portavocía ni desde luego pensar en unas primarias para la presidencia del Gobierno de Madrid.

Precisamente esa ambición ha hecho que la campaña se centre en lo orgánico. ¿No tiene diferencias ideológicas con Hernández?

No, no lo creo. Considero a Sara una compañera de izquierdas, como lo soy yo, una persona socialista y, aunque pueda haber algún matiz en alguna cuestión concreta, de lo que estamos hablando es de una divergencia en cuanto a la apertura que le queremos dar al partido, el papel que queremos que tengan los militantes y desde luego sí hay una discrepancia por mi parte en que creo que el cargo de alcaldesa hoy resulta incompatible con la secretaría general.

¿Es posible acabar con la histórica división en familias del socialismo madrileño?

Si yo gano vamos a dar un paso decisivo porque quitaremos el poder a los aparatos en la elaboración de las listas y en todo lo que podamos. Las familias perderán bastante su razón de ser. Y si no gano desde luego haré todo lo posible para, de la mano de Sara, llegar a una unidad plena en este partido.

¿En contra de esa unidad jugó la destitución de Gómez en febrero?

Tanto Sara como yo nos hemos manifestado contrarios a ese tipo de actuaciones.

Bueno, Sara entró en la gestora que sustituyó a la Ejecutiva de Gómez…

Sí y después de eso ha dicho que se mostró en contra del proceso. Yo no entré en la gestora, a pesar de que me lo ofrecieron. Precisamente porque no me pareció que se hiciera bien. Ahí sí que detecto una incoherencia de Sara: no le pareció bien el proceso pero entró en la gestora consecuencia del mismo.

Esa discrepancia con Ferraz, unido a que apoyó en 2014 a Madina frente a Sánchez, a que ahora no cuenta con su respaldo… ¿Teme que el distanciamiento PSM-PSOE continúe con usted al frente de la federación madrileña?

«Las relaciones con Pedro Sánchez van a ser magníficas, le tengo aprecio y él me lo tiene a mí»

Las relaciones van a ser magníficas, no tengo ningún interés en distanciarme de nadie, salvo de la derecha. Con Pedro Sánchez tengo una muy buena relación, fue concejal en mi distrito durante varios años, le conozco bien, le tengo aprecio y me consta que él también a mí. Yo llego para sumar en un proyecto federal encabezado por él.

(En este momento interrumpe la conversación, mantenida en la Asamblea madrileña, el diputado del PP Alfonso Serrano, que se acerca a saludar a Segovia en tono distendido. Ambos se emplazan a seguir charlando cuando acabe la entrevista)

¿Le consta que haya habido presiones del aparato a los militantes para que avalen a Hernández?

Prefiero no hablar de estas cosas en un medio de comunicación. Todo lo que quiera cuestionar del proceso prefiero hacerlo en los órganos internos.

A favor de entrar en el Gobierno de Manuela Carmena

Se ha mostrado usted a favor de que el PSOE entre en el Gobierno del Ayuntamiento de Madrid. ¿Por qué?

Defiendo fundamentalmente que se consulte a los militantes al respecto.

Pero en esa consulta votaría a favor…

Sí, porque tenemos la oportunidad de un Gobierno de signo distinto por primera vez en dos décadas en Madrid y lo que estamos viendo son fallos de coordinación, falta de seriedad en la toma de muchas decisiones… y no quiero que la primera experiencia municipal de izquierdas en 25 años en esta ciudad fracase. Quiero ayudar a que sea un éxito porque los madrileños lo necesitan.

Osea que quiere coaligarse con un Gobierno al que percibe poco serio e inmaduro…

Es que precisamente creo que debemos entrar para poner fin a esa situación, para mejorarla.

Si gana, ¿nombraría una Ejecutiva integradora o de fieles a su candidatura?

«El PSOE debe entrar en el Gobierno de Carmena para mejorarlo, para poner fin a la falta de seriedad en la toma de muchas decisiones»

Tengo la suerte de que voy a llegar al día 26 sin una sola mochila, sin un solo compromiso, sin haberle ofrecido a nadie nada. Si gano, la primera llamada que haré será a Sara Hernández. Nos sentaremos y veremos qué Ejecutiva hacemos, con los mejores, más reducida que las que hemos conocido y más operativa. Sin trágalas, sin imposiciones, sin nadie que tenga que estar fruto de ninguna negociación.

También se propuso eso Sanchez y al cabo de un año, llegada la hora de la verdad, ha nombrado un Gobierno en la sombra para afrontar el tramo final de legislatura…

No me parece mal complementar la Ejecutiva con personas externas al partido que quieran echarnos una mano. El movimiento de Sánchez me parece bien, además creo que hay gente potentísima, me ha parecido todo un acierto.

¿No desautoriza a la Ejecutiva fichar a expertos en materias a las que ya se dedican los secretarios?

No lo sé, a mí desde fuera me parece perfectamente compatible tener un equipo dedicado a la organización del partido y el apoyo externo de personas que entiendo que ayudan a ese equipo.

Se ha hablado de que algunos de esos expertos, como Jordi Sevilla, cobran sueldos astronómicos, de en torno a 150.000 euros. ¿Qué le parece?

Lo desconozco por completo, lo he oído y no sé si es real. Si lo fuera, me parecería excesivo, pero no creo que deba comentar rumores.

El PSM tiene un claro problema de seducción con el electorado. ¿Teme que la situación pueda agravarse con el PP de Cifuentes, más centrado que el nacional, y con el Podemos de López, también más moderado que el de Iglesias? ¿Puede esa pinza neutralizar al socialismo?

Eso de que el PP está más centrado habrá que verlo, porque en nuestro primer pleno de control al Gobierno estamos viendo viejas formas de la derecha en Madrid. Hemos preguntado por el desempleo, por servicios públicos como Telemadrid y las respuestas están siendo igual de decepcionantes. Nosotros somos el socialismo democrático y creo que conectamos con la mayoría social, somos una izquierda transformadora, razonable y con mucha vocación de Gobierno.

Para terminar, resúmame en un eslogan el proyecto de partido que tiene para el PSM.

Queremos reiniciar el Partido Socialista de Madrid y para ello necesitamos a muchos valientes echándonos una mano.

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