Se trata de un espacio seguro dirigido a personas migrantes y refugiadas LGTBIQ+ que tiene como objetivo facilitar y fortalecer los procesos de reconstrucción emocional desde una perspectiva biopsicosocial. Además, busca promover las redes de apoyo mutuo en Valencia.
Un espacio terapéutico impulsado desde el servicio de atención psicológica
“Son necesarios estos espacios. Vivir sin miedo es lo que necesitamos y queremos”, relata David, uno de los participantes. “Al principio da vergüenza hablar, después uno se suelta…el cuerpo, el corazón y el alma se relajan”.
“Fomentar la reconstrucción de la autoestima, la autonomía y empoderamiento de las personas que atendemos a través de la creación de estos espacios donde puedan tener la confianza necesaria para expresar y transformar el dolor, las dificultades y las violencias en potencialidades es más que necesario”, afirma Inma Almazán, Psicóloga de CEAR Valencia. “La expresividad va más allá del idioma hablado, y trabajamos a través de actividades vivenciales, lúdicas y artísticas, promoviendo así nuevas posibilidades de reconstruir sus proyectos vitales”, recalca.
Sin discriminación
“Las personas migrantes y refugiadas LGTBIQ+ se enfrentan a múltiples discriminaciones y violencias y es importante que las trabajemos desde lo colectivo”, añade Mariana Urueña, técnica del proyecto.
“No sólo hemos sufrido en nuestro país, aquí en España tampoco nos sentimos del todo libres de discriminaciones”, menciona Saida, una de las participantes del grupo. En el marco del proyecto se trabaja en torno a la igualdad de trato y no discriminación de forma transversal. Así, algunas personas que llevan meses acudiendo al grupo muestran una alta satisfacción por los cambios personales positivos que están experimentando en su día a día.
Un total de 100.137 personas han solicitado asilo en España entre enero y julio de este año
Según datos de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), 100.137 personas han solicitado asilo en España entre enero y julio de este año. La mayoría proceden de Venezuela (37,8%) y Colombia (25,8%), Perú (6,7%), Malí (6,3%) y Senegal (4,9%). En cuanto a su perfil, el 57,1% han sido hombres y el 42,9% mujeres. Igualmente, sólo una de cada diez solicitudes consigue protección y casi cinco de cada diez son denegadas, más de la mitad (53,6%) a personas de Colombia.
En concreto, han sido denegadas el 47%, 13% favorables y el 40% por razones humanitarias. «Aunque los conflictos han aumentado y tienen mayor intensidad en todo el mundo, las personas que huyen de sus hogares por la situación que viven en sus países de origen siguen afrontando enormes dificultades para conseguir refugio», destaca CEAR. En este sentido, insiste en la necesidad de establecer vías legales «para evitar muertes en las rutas y replicar buenas prácticas para todas las nacionalidades, como los Centros de Recepción, Atención y Derivación (CREADE), que permiten agilizar las solicitudes de asilo ya en el territorio».