La cumbre tiene como objetivo la promoción de iniciativas para un uso sostenible de los océanos, los mares y los recursos marinos; así como sentar las bases que faciliten la adopción de compromisos en las importantes citas internacionales previstas en 2022, como la Conferencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, del próximo junio en Lisboa.
Durante su intervención, Pedro Sánchez ha subrayado «el impacto que la salud de los océanos tiene sobre la vida de nuestro planeta». Las «dramáticas» consecuencias del aumento de su temperatura no deja lugar a dudas: «debemos actuar ahora, no podemos esperar por más tiempo».
El presidente ha reclamado medidas de alcance global, como la consecución de un acuerdo internacional sobre la contaminación por plásticos en la próxima Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. En este sentido, ha anunciado que España se unirá formalmente a la iniciativa New Plastics Economy Global Commiment, liderada por Ellen MacArthur Fundation, en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Así mismo, España impulsa la declaración de nuevas áreas marinas protegidas en el Océano Austral y apoya la transformación del Mercator Ocean International en un nuevo organismo internacional que refuerce la cooperación entre países y el acceso a la información.
España ya se comprometió en la pasada Cumbre One Planet a proteger el 30% de la superficie de los océanos para 2030, compromiso que fue reiterado en la pasada Cumbre del G20 de Roma y que se está sustanciando en iniciativas impulsadas por el Gobierno, como el Plan para un Mediterráneo Ejemplar 2030.
El presidente Sánchez ha reconocido el papel desempeñado por los trabajadores del mar para asegurar las cadenas de suministro durante la pandemia, y ha defendido «cuidar y mejorar sus condiciones laborales» como forma de «avanzar hacia un futuro más justo y sostenible».