«Una inversión a largo plazo y con vocación de permanencia». De esta forma, que viaja entre lo suficientemente preciso y lo vagamente confuso, se ha manifestado José Moreno Carretero, uno de las accionistas de referencia en estos momentos en Sacyr después de incrementar su presencia de modo significativo las últimas semanas dentro de la constructora. En concreto, ha elevado su participación en la empresa del 5,1% al 12,8%.

¿Y por qué es confusa su carta de presentación? Básicamente porque hay trompetas que entonan su posible carrera por hacerse con la presidencia de la compañía y que, en la próxima junta de accionistas que se celebra este jueves 8 de junio, podría dejar entrever sus intenciones. No obstante, y aquí entra en juego la confusión, fuentes cercanas a Moreno Carretero descartan -en estos momentos- su asalto a la presidencia.

Aunque todo tiene un sentido claro: el juego de sillas que debe producirse se manera obligada por los movimientos en el accionariado de Sacyr. Así, la junta se celebrará coincidiendo con los cambios registrados en las últimas semanas, por los que José Moreno Carretero se ha convertido en su segundo socio y el grupo canario Lopesán ha entrado en el capital.

Pese a ello, el orden del día de la asamblea, fijado con anterioridad a estos cambios, no contempla en principio propuesta de variación alguna en el consejo del grupo, que está no obstante abocado a cambios en su composición para adaptarlo al nuevo equilibrio accionarial.

Los cambios que llegan a Sacyr

Que habrá cambios es seguro. Y afectará, incluso, al propio presidente de la compañía, Manuel Manrique. Pero por partes. El empresario Moreno Carretero ha manifestado ya su confianza en contar con «los puestos que le correspondan» en el máximo órgano de gestión en función de su participación. No obstante, espera que ello se produzca mediante un «proceso normal y natural» y «de acuerdo con el resto de socios», según indicaron a Europa Press en fuentes de Beta Asociados, firma a través de la que canaliza su inversión en la empresa.

En la actualidad, el empresario cuenta con un puesto en el consejo, que él mismo ocupa, mientras que Demetrio Carceller tiene tres con una participación algo superior, del 14,7%, que le mantiene como primer accionista, si bien incluye el 2,4% del grupo canario Satocán.

En cuanto al presidente, tiene dos sillones a pesar de que, si bien uno lo ocupa como primer ejecutivo, en los últimos meses redujo hasta el 1,8% su participación al vender acciones en el marco de la refinanciación de su deuda personal. Asimismo, el expresidente y cofundador José Manuel Loureda, con su 7,8%, en el capital tiene dos puestos en el consejo de la compañía.

¿Existe una lucha de poder?

Por el momento el orden del día de la junta de Sacyr sólo destaca el reparto de dividendo a estos y el resto de socios, para lo que la compañía sigue apostando por el ‘scrip dividend’, el sistema por el que los accionistas pueden elegir entre cobrar el dividendo en efectivo, en acciones o en una combinación del ambas alternativas.

Pero lo cierto es que Sacyr registra un vuelco en su accionariado y celebra su asamblea en tanto la compañía está inmersa en una estrategia de crecimiento y expansión internacional, principalmente a través de sus divisiones de concesiones y construcción industrial, y que acomete tras los saneamientos realizados en los últimos años.

Por el momento, Moreno Carretero conseguirá el sillón más en el consejo que le pertenece. Después habrá que ver la propia evolución de la compañía en Bolsa y la asimilación de esa expansión. Momento en el cual cada uno recogerá los frutos sembrados.

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