Los operadores ya tienen (más o menos) el traje del roaming hecho a medida. Había bastante preocupación dentro del sector telco por lo supondría el final de la itinerancia fuera de los países de origen, pero el mal trago ya ha pasado. Al menos en parte. Dado que la nueva propuesta podría considerarse un mal menor para estas empresas.

La Comisión Europea (CE) ha defendido su propuesta de suprimir completamente los sobrecostes por utilizar el móvil en itinerancia (roaming) en la UE durante un mínimo de 90 días al año, e insistió en que un uso permanente «dejaría de ser itinerancia». Esta cifra tendrá un equivalente de 30 días en caso se ser de forma seguida.

Con esta propuesta, Bruselas parece contentar a los grandes operadores europeos que veían con auténtico temor el final absoluto del roaming. Sobre todo algunos países receptores netos de turismo como es el caso de España. SABEMOS se hizo eco del informe que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) mandó a la CE con un perfecto traje a medida mediante un informe para alertar sobre lo que supondría este final del roaming en cuanto a impacto económico.

Así, la Comisión dio a conocer este lunes una propuesta para aplicar la normativa adoptada el pasado año que pondrá fin a los sobrecostes por llamar, enviar SMS o conectarse a internet con el móvil en otros países de la Unión Europea (UE) a partir del 15 de junio de 2017.

La encargada de dar la noticia ha sido la portavoz comunitaria, Nathalie Vandystadt, que a su vez se ha tenido que enfrentar a la pregunta traicionera que se plantea todo el mundo, y que en su comparecencia pública tuvo que responder. “Por qué se puede comprar unos zapatos en una tienda online de otro país sin problemas, y no una tarjeta SIM”. Vandystadt respondió que «si compras una tarjeta y te vas a vivir a otro sitio, ya no están en itinerancia».

Esta respuesta no guarda coherencia con la pregunta, pero es lo que hay. El objetivo de Bruselas es «evitar abusos» y que no haya «un impacto negativo en los precios nacionales».

¿Y qué tiene que ver el turismo?

Para España el turismo es fundamental, y la incidencia del final del roaming iba a ser un golpe en las cuentas de los operadores de telefonía muy grande. Por este motivo, el informe que remitió la CNMC era tan preciso en ese aspecto.

La defensa estaba basada en las tareas de acondicionamiento de redes que deberían llevar a cabo para estar preparado en los meses de verano, que sería cuando habría picos de itinerancia y, por lo tanto, deberían estar acondicionadas las infraestructuras. De ahí la fecha de 30 días seguidos, que más o menos extrapola las vacaciones medias de cualquier ciudadano europeo.

Por lo tanto, se trata de un final light para los usuarios. Además, la CE ha hecho observaciones sobre las tarifas de gasto intensivo. En cuanto a los llamados paquetes abiertos para móviles, los que ofrecen un uso ilimitado o volúmenes muy altos, los consumidores deberían poder mantener los precios nacionales, al menos, para el volumen que suelan consumir de media en sus países.

Más allá de la política del uso justo, se podrá aplicar, por medio de una «cláusula de recuperación de costes», cargos mínimos -que no superen los topes de precios mayoristas- de forma excepcional si los operadores pueden demostrar que no son capaces de recuperar los costes y que esto afecta a sus precios en el mercado nacional.

Se trata de una buena noticia a medias. Para el usuario medio no habrá problemas. ¿Quién pasa, por ejemplo, más de 90 días fuera de España? En ese caso, pagará lo mismo que paga aquí. Los demás tendrán que buscar alternativas, u operadores que no cobren los gastos de roaming. Para los operadores es un mal menor. Habrá que esperar a la resolución final.

Imagen | ‘huffingtonpost.fr

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