El Rey Felipe VI ha dado su tradicional mensaje navideño, que supone el cuarto para el monarca en un año marcado por la falta de Gobierno. En este sentido, ha sido muy rotundo al afirmar que debe ser hora de pasar de la «compleja situación política» que se ha vivido durante 2016.

El mensaje ha tenido un marcado carácter económico y social, alejado de asuntos puramente políticos, dado que en primer lugar ha hablado de la importancia de la familia «para seguir avanzando». Asimismo, ha insistido en la necesidad de que la sociedad española se vuelque al máximo con valores como la solidaridad.

Esto, ha señalado, ha sido (y debe ser) la clave para «fortalecer la cohesión social ante la crisis vivida». Para ello, marca como prioridad que las familias que se han visto más perjudicadas logren recuperar el nivel de vida que tenían antes del golpe económico que ha sufrido España. Para ello, pone el foco en la importancia que tienen los jóvenes en el contexto socio-económico.

«Las personas más desfavorecidas no se verán solas«. Con esta contundencia, el Rey Felipe VI manda un mensaje a los actores políticos para que, en temas como la energía, no haya personas que se vean abocadas a la falta de los recursos mínimos para llevar una vida digna.

Recado al pasado y llamada de futuro

Con una declaración de intenciones cómplice y evidente, el monarca no ha eludido mencionar la «compleja situación política» que ha vivido España. No obstante, ha lanzado un mensaje a los ciudadanos, puesto que deben tener la tranquilidad para llevar sus proyectos de vida.

Para ello, ha puesto especial énfasis en los «avances de la tecnología, que ha cambiado la forma de relacionarnos entre nosotros». Sobre este punto, el jefe de Estado no ha pasado por alto el hecho de que haya cambiado la industria y la forma de trabajar en las fábricas, así como los procesos productivos.

Ha puesto de manifiesto, además, que «nunca en un tiempo tan corto se han producido cambios tan profundos. Se trata de un nuevo concepto de mundo». Para ello, ha afirmado que debemos adaptarnos a la nueva realidad. Aunque, también asume que no se deben perder los «valores humanos».

Lógicamente, según señala el monarca «la educación será la clave esencial en este cambio». De este modo, ha vuelto a hacer una llamada a los más jóvenes para que impulsen su creatividad y el espíritu emprendedor.

El otro recado: a Cataluña

En último lugar, y para no generar más tensión de la que existe, el Rey Felipe VI ha mandado un recado que tiene como protagonista a Cataluña y su proceso separatista.

«Ya no vivimos tiempos para encerrarnos en nosotros mismos. Debemos ser una España de manos abiertas». Su mensaje ha ido en la línea de buscar la unión y el consenso. Todo, sin citar explícitamente el asunto catalán, pero -lógicamente- con la situación en la cabeza.

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