A menos de setenta días para las elecciones generales, el entendimiento entre el PSOE y Ciudadanos es total. Así lo demuestran unos y otros día sí y día también. Ayer, en un acuerdo sin precedentes por la rapidez con la que se ha llevado a cabo, el partido de Albert Rivera dio el visto bueno para que la presidenta de la Junta andaluza, la socialista Susana Díaz, saque adelante sus presupuestos para 2016. La actitud de C`s en Andalucía contrasta con la postura que ese partido mantiene en la Comunidad de Madrid, donde las cuentas autonómicas están prácticamente bloqueadas.

Ante la proximidad de las elecciones generales de diciembre, todo parece indicar que Ciudadanos –el partido bisagra que es capaz de pactar con el PSOE en Andalucía y con el PP en Madrid, Castilla y León, Murcia y La Rioja- se encuentra a día de hoy mucho más cerca de los socialistas que de los populares. El dato es importante, dado que, si se cumplen los pronósticos de las encuestas, en manos del partido de Albert Rivera estará la llave que conducirá a Mariano Rajoy o a Pedro Sánchez al palacio de la Moncloa.

Además, el presidente de Ciudadanos no oculta sus preferencias. Hoy, precisamente, Rivera desembarcará en Andalucía para bendecir el acuerdo al que su partido ha llegado con la presidenta de la Junta de Andalucía.

A Susana Díaz le ha resultado mucho más fácil pactar los presupuestos con Ciudadanos que con sus antiguos socios de Izquierda Unida. Sin ir más lejos, las últimas cuentas autonómicas –las correspondientes a 2015- tensaron tanto la cuerda con IU que la presidenta de la Junta de Andalucía tuvo claro que tenía que adelantar las elecciones en esa comunidad.

En ningún caso Susana Díaz podía sospechar que, a los cien días de formar gobierno y sortear los múltiples obstáculos con los que se encontró antes de ser investida en el cargo, iba a alcanzar un acuerdo con Ciudadanos que permitiese sacar adelante la principal ley de la comunidad autónoma.

El acuerdo pasa por una bajada de impuestos

El anteproyecto de ley de Presupuestos de la comunidad para el próximo año se aprobará hoy en una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno y la intención es que sea remitido al Parlamento antes de que acabe la semana.

El acuerdo presupuestario entre el PSOE y Ciudadanos pasa por la bajada de dos puntos en el tramo autonómico del IRPF para las rentas inferiores a los 60.000 euros; una partida de 125 millones de euros para fomentar y apoyar a autónomos y pymes; aumentar la plantilla docente en 360 nuevas plazas y la sanitaria, en 218; incrementar en 25 millones de euros los recursos destinados a la atención a personas en situación de dependencia; y la supresión de 18 empresas públicas, aunque 10 de estas son los consorcios de empleo que ya están en vías de extinción.

Tras el anuncio del pacto entre el PSOE y Ciudadanos, el enfado de la oposición en la comunidad andaluza era ayer de alto voltaje. El PP se encargaba de denunciar que los socialistas ni siquiera se habían preocupado de abrir una ronda de conversaciones para alcanzar un acuerdo sobre las cuentas autonómicas con otros partidos, mientras Podemos se esforzaba por lanzar el mensaje a los votantes de Ciudadanos de que la formación política que apoyaron en las urnas para que no hubiera continuidad del PSOE en Andalucía es, precisamente, la que apuntala al Gobierno de Susana Díaz.

El PP cree que Ciudadanos se ha quitado la careta

Ese argumento del partido de Pablo Iglesias va a ser utilizado por los estrategas de la calle Génova para intentar que se acabe la sangría de votos que se le escapan al PP con dirección a Ciudadanos, según cuentan a SABEMOS fuentes de la dirección popular.

Y es que en el partido de la gaviota piensan que no hay mal que por bien no venga: es bueno para sus intereses electorales que, ocho semanas antes de los comicios generales, el partido de Albert Rivera se quite la careta y demuestre su cercanía a los socialistas, no sólo en Andalucía, sino en toda España. La Ejecutiva de calle Génova no para de denunciar la incongruencia que supone, en su opinión, que Ciudadanos se lleve hasta un 20 por ciento del electoral popular, cuando se trata de una fuerza política que tiene, según dicen, un ideario ideológico de centro-izquierda.

Con este escenario, la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, espera como agua de mayo la aprobación de sus presupuestos, prácticamente bloqueados por la actitud de Ciudadanos. Cifuentes está convencida de que las cuentas autonómicas serán la prueba de fuego para la permanencia de su gobierno.

A la baronesa del PP no se le escapa que un posible pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera tras los comicios del 20-D puede pasar por una moción de censura que dé al traste con su presidencia en la Comunidad de Madrid.

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