El anteproyecto de la nueva Ley de Costas valenciana que acaba de salir a exposición pública busca, como objetivo primordial, «compatibilizar el uso de la costa con su protección». Es decir, pretende hacer compatible la regulación proteccionista con los usos turísticos, sociales, económicos, humanos y de esparcimiento mediante la ordenación del uso del litoral. Y para ello altera los metros de protección actuales y la afección del dominio público terrestre, con lo cuál se vería incrementada su antropización.
Hoteles a 200 metros de la orilla del mar
En su día, Ecologistas en Acción avanzó que esta norma pretende dejar sin efecto el PATIVEL (Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral) que destacaba por proteger el primer kilómetro de franja de tierra desde el litoral. Ahora, se pretende reducir a 500 metros esa protección, e incluso autorizar hoteles a 200 metros de la orilla del mar.
Desprotección de zonas costeras vírgenes
De hecho, en marzo de 2024, la organización presentó una serie de observaciones en la consulta pública de este anteproyecto, destacando «la contradicción que supone adoptar un discurso de sostenibilidad cuando lo que se pretende es desproteger zonas costeras vírgenes y aumentar la presión antrópica sobre la costa; la atribución de competencias a la Generalitat Valenciana que no le son propios, o la no inclusión de los planes estratégicos elaborados por el MITECO sobre la protección de la costa o la adaptación al cambio climático de la costa».
Esto demuestra, critican los ecologistas, que «las intenciones del Partido Popular desde el Consell son promover proyectos urbanísticos en un litoral ya excesivamente urbanizado y modificado, que necesita un respiro». Esta cuestión era, precisamente, el objetivo del PATIVEL, que se focalizaba principalmente en aquellos escasos espacios que todavía se encuentran bien conservados.
Una costa que sufrió los efectos de la burbuja inmobiliaria
Otro objetivo es dar apoyo a las edificaciones y núcleos residenciales afectados por el avance del mar sobre la primera línea de costa, debido al aumento del nivel de mar y los temporales, cada vez más fuertes, relacionados con el cambio climático.
Por todo ello, Ecologistas en Acción se opone y anuncia que presentará alegaciones a la nueva norma, al tiempo que acusa al Consejo «de querer promover más viviendas en la primera línea de costa«. Una costa que sufrió los efectos de la burbuja inmobiliaria durante la última década de los 90 y la primera de los 2000, momento en que se desarrollaron «numerosos PAIs y proyectos que destruyeron irremediablemente» el perfil litoral valenciano.