Todos estamos obligados a pagar impuestos. Los primeros, los partidos políticos, que son los que dictan las leyes. Es por eso que deben, como primera premisa, dar ejemplo a la sociedad. Sin embargo, no siempre ha sido así. Hace año y medio, sin ir más lejos, la deuda del PP y el PSOE con Hacienda y la Seguridad Social llegó a los cuatro millones de euros. Así lo refleja el informe del Tribunal de Cuentas sobre la fiscalización de los estados contables de las fuerzas políticas correspondiente al ejercicio de 2013.

El último documento conocido del máximo órgano fiscalizador del Estado –aprobado el pasado jueves por el pleno del Tribunal de Cuentas- no deja lugar a dudas: los dos grandes partidos acumulaban en 2013 una deuda con las Administraciones Públicas de algo más de cuatro millones de euros. Lo que el fisco no permite a los ciudadanos, lo consentía en cambio a las fuerzas mayoritarias. Vistas así las cosas, no es de extrañar el desapego de los españoles con su clase política.

Las trampas cometidas por los partidos políticos en los últimos años no dejan de sorprender. El estado contable del PP correspondiente a 2013 recogía una deuda de 1.583.483,61 euros con la Hacienda Pública y 514.825,94 euros con la Seguridad Social.

Pero es que hay más: “La deuda con la Hacienda Pública –dice el Tribunal de Cuentas- está sobrevalorada en 76.905,46 euros, que se han compensado indebidamente con cuentas de activo por un importe similar. Este importe incluye los abonos realizados por la sede central –la de la calle Génova- de deudas fiscales correspondientes a diferentes delegaciones territoriales”.

Las excusas del PP

En su escrito de alegaciones, el Partido Popular llegó a poner la excusa de que no localizaba esa cantidad, pese a que durante los trabajos de fiscalización del equipo del Tribunal de Cuentas facilitó, para su aclaración, el detalle de los dados que soportaban esa diferencia. Puesto entre la espada y la pared por el organismo fiscalizador, el partido mayoritario dio la callada por la respuesta.

En cuestión de trampas al fisco, no se queda atrás el segundo de los partidos mayoritarios, el PSOE. Según el informe del Tribunal de Cuentas, el saldo acreedor consolidado derivado de la deuda del Partido Socialista con la Hacienda Pública y la Seguridad Social ascendió al cierre del ejercicio de 2013 a 1.390.675,98 y 603.717,10 euros, respectivamente.

El organismo fiscalizador no achaca sólo la responsabilidad a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, sino a las federaciones territoriales. “Del análisis de las sedes se concluye que en Madrid y en la Comunidad Valenciana existe al cierre del ejercicio fiscalizado distintos aplazamientos formalizados en 2013 por las deudas contraídas con la AEAT y con la Tesorería de la Seguridad Social, fundamentalmente en el ejercicio de 2012”, señala el Tribunal de Cuentas en su informe.

“Esas instituciones –añade el órgano fiscalizador- han informado del saldo de la deuda total del PSOE por importes de 294.260,92 y 28.213,20 euros, respectivamente. De la información remitida por la Agencia de la Administración Tributaria se deduce la existencia, al cierre del ejercicio de 2013, de una deuda no aplazada, por importe de 36.411,70 euros que no consta registrada en las cuentas anuales presentadas por el Partido Socialista”.

No es la primera vez que el Tribunal de Cuentas denuncia la deuda irregular del PP y el PSOE con el fisco. También lo hizo en sus informes de 2011 y 2012. Lo curioso del asunto es que, pese a las quejas del organismo fiscalizador, el Partido Popular siguió aumentando sus números rojos con la Agencia Tributaria y la Tesorería de la Seguridad Social. En el ejercicio de 2012, por ejemplo, el saldo negativo ascendió a 1.966.533,87 euros (130.000 menos que en 2013).

Los socialistas, en cambio, si redujeron su deuda con las Administraciones Públicas de un año a otro: de 2.229.098,77 en 2012 se pasó a 1.994.393,08 en 2013.

La reforma motivada por el “caso Bárcenas”

Así las cosas, el Ministerio de Hacienda planteó a principio del año 2014 una reforma legal para frenar las deudas con el fisco de los partidos mayoritarios. La motivación de tal reforma hay que buscarla en las consecuencias del llamado “caso Bárcenas”. En pleno estallido del escándalo protagonizado por el antiguo tesorero del PP, el Gobierno de Mariano Rajoy quiso dar ante la opinión pública la imagen de una lucha sin cuartel contra la corrupción.

De esa estrategia nació el proyecto de ley orgánica de control de la actividad económico-financiera de los partidos políticos. El proyecto –que pasó a ser ley el 31 de marzo de este año, tras su aprobación en las Cortes y la consiguiente publicación en el Boletín Oficial del Estado- establece, en el artículo 3, que “no podrá realizarse el pago de subvención alguna en tanto el beneficiario –el partido político correspondiente- no acredite hallarse al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y de la Seguridad Social en la forma que se determine reglamentariamente, o tenga pendiente algún reintegro de subvención o ayuda”.

Dado que, a principios de julio, los partidos políticos recibieron el pago del Estado, correspondiente al segundo trimestre, en concepto de subvenciones para la financiación de su funcionamiento ordinario, SABEMOS se ha puesto en contacto con los gabinetes de prensa de las fuerzas mayoritarias para conocer si, en efecto, han saldado en este año 2015 las deudas contraídas con el fisco. La falta de respuesta de PP y PSOE no permite al lector de este periódico digital conocer si existen todavía números rojos. Habrá que esperar, tal vez, al informe del Tribunal de Cuentas, que llegará dentro de dos años.

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