“No habrá silla vacía”. El PP encara la recta final de la XI Legislatura con el convencimiento de que el regreso de los españoles a las urnas le puede favorecer. Considera que la ciudadanía se ha cansado “de todo este circo” de negociaciones infructuosas y que se le abre una oportunidad de presentarse en campaña como la opción seria y estabilizadora frente a la frivolidad del resto de actores, incapaces de ponerse de acuerdo en algo que no sea aislar a Mariano Rajoy. Por ello, Génova está ya volcada en el diseño de una táctica que será crucial -en esta época de volatilidad, un alto porcentaje de electores decide su voto a última hora- y que llevará al PP a “todos” los “debates, programas o foros de discusión” que se propongan. Al PP, que no a Mariano Rajoy.

El vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, explicó este lunes tras la reunión del Comité de Dirección los detalles de esa estrategia, aún por pulir. Un aspecto clave en toda campaña lo componen los debates, que en escenarios de intensa competitividad como el actual pueden ser decisivos.

En diciembre, el candidato del PP solo se avino a participar en uno, el tradicional cara a cara con el líder del PSOE. Hubo más iniciativas de los medios para reunir a los cabezas de cartel, pero Rajoy rechazó participar. Prefirió delegar en la número dos de la lista, Soraya Sáenz de Santamaría, que se midió con Sánchez, Iglesias y Rivera en el plató de Atresmedia y se ofreció a hacerlo también en la sede de El País. El diario de Prisa se negó a aceptar un representante popular que no fuera su candidato.

El candidato del PP seguirá la misma línea que en diciembre: debatir sólo con Sánchez

Ahora, el PP seguirá apostando por esa línea. La cocina genovesa lo vende como una apuesta por la coralidad y por demostrar que el partido es un equipo, frente a los personalismos que imperan en otros proyectos. Casado fue directamente preguntado por la presencia de Rajoy en los debates y respondió que la idea es mantener “la posición de la anterior campaña”. Insistió en que “no habrá silla vacía” en ningún caso, pero insinuando que a todo lo que no sea confrontar con Sánchez acudirán los segundos espadas.

El PP sabe de “la importancia de los medios”, cree que dándoles la espalda es “imposible” llegar a la gente: “Es muy importante que estemos presentes”.

¿Habrá entonces un nuevo cara a cara Rajoy-Sánchez, pese a la crispación que marcó el de diciembre y a la evidente mala relación personal que ambos mantienen? “Estoy convencido de que si se propone un debate, va a tener lugar”, aseguró Casado, que espera que el líder socialista en esta ocasión “no sea tan maleducado y tan impertinente” como hace cuatro meses. Entonces, el clímax llegó cuando Sánchez atacó al líder del PP por la corrupción y le acusó de no ser decente y, por ende, estar inhabilitado para presidir el Gobierno. “Se viene de casa llorado”, zanjó el responsable de Comunicación popular ayer sobre ese punto.

Y es que su partido se propone una campaña propositiva en torno a tres ejes: “estabilidad política, experiencia de gestión, ilusión de futuro”. Es decir, presumirá de “balance de gestión” a la par que venderá “una expectativa de futuro”, todo ello apoyándose en la capilaridad de la formación. “Somos el partido con mayor vertebración territorial y sectorial”, recordó Casado.

Hartos del «circo»

El PP quiere que cada concejal, cada militante y cada simpatizante sea portavoz de esa táctica que agrupará en un bando al PSOE y los emergentes, para situarse ellos en el contrario. Casado ve a la gente hastiada “de todo este circo” de reuniones improductivas, regalos de “libros” o “paseos en la cuesta de San Jerónimo” y cree que el PP será recompensado por aportar “una visión más seria, previsible y responsable” de la política. Han sido, en su opinión, “cuatro meses muy clarificadores”.

Con ese mensaje por bandera, desarrollarán una campaña “sencilla y sobre todo muy pegada a la gente”, que cumpla con la demanda de austeridad que hasta el Rey emitió el lunes. Los plazos no se pueden acortar porque están recogidos en la ley, pero se tratará de gastar lo menos posible, con actos callejeros alejados de escenarios megalómanos. Serán eventos “de atril en la calle”, como los que ya se han celebrado recientemente con Rajoy en Benavente, Ávila, Castellón o Toledo, explicó el dirigente popular.

Génova idea una campaña austera, con muchos actos de calle y pocos alquileres de grandes escenarios

Los ataques a los rivales políticos no anularán, en cualquier caso, la apuesta por un gran pacto PP-PSOE-Ciudadanos, que Génova mantendrá antes y después del 26J. Una cosa es criticar aspectos cuestionables de estas formaciones -como la presunta financiación irregular de C’s, ejemplificó Casado- y otra sostener que sus proyectos son coincidentes en asuntos nucleares: “Podemos gobernar con ellos”.

El PP esperará a que concluya la ronda de audiencias de Felipe VI, a que se celebre el último pleno del Congreso y a que se disuelvan las Cortes para reunir a su plana mayor y cerrar toda esta estrategia. El Comité Ejecutivo está citado para el martes 3 de mayo, día en que –salvo milagro de última hora- el BOE publicará la convocatoria de comicios. En esa reunión, los populares, hablarán de la campaña y las listas electorales. El objetivo está muy claro: “Ganar y ganar ampliamente”.

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