PP y Ciudadanos llegan a un acuerdo para la conformación de la Mesa de la Cámara baja: los populares la presidirán y el partido naranja ocupará dos de sus nueve puestos. El centro derecha reeditará su mayoría absoluta en el órgano de gobierno del Congreso, donde PSOE y Unidos Podemos contarán con dos cargos cada uno. Rivera niega que su entendimiento con Rajoy allane el camino hacia el ‘sí’ de C’s a su investidura.

La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, es la elegida por Mariano Rajoy para presidir el Congreso de los Diputados. Y la que resultará designada como tercera magistratura del Estado, este martes, una vez descartado el difícil pacto entre PSOE, Unidos Podemos y los nacionalistas que propugnaba Pablo Iglesias para superar los 169 votos a favor que Pastor tiene garantizados tras el acuerdo cerrado por PP y Ciudadanos.

A mediodía del lunes se anunciaba dicho pacto, en virtud del cual los 32 diputados de Albert Rivera avalarán a la aspirante popular. A cambio, recibirán apoyo del PP para hacerse con dos de los nueve puestos de la Mesa del Congreso (la Vicepresidencia Primera y una Secretaría), pese a que sus resultados electorales no le aseguraban ni uno. Los de Rajoy se harán con la Presidencia, pero también con una Vicepresidencia y una Secretaría. De este modo, el centro derecha volverá a tener mayoría absoluta en el órgano de gobierno de la Cámara baja, que decide sobre la logística y el funcionamiento ordinario de la institución –sus primeras decisiones serán sobre la formación de los grupos parlamentarios-. PSOE y Unidos Podemos se llevarán los cuatro puestos restantes, a razón de dos cada uno.

Ciudadanos rechazó apoyar a Cospedal y Fernández Díaz, obligando a Rajoy a recurrir a su ministra de Fomento

El nombre de la candidata del PP a presidir el Congreso no se ha desvelado hasta las 18h del lunes, apenas 16 horas antes de dar comienzo la sesión constitutiva de las Cortes, donde Pastor ha de resultar electa. El propio Rajoy, en intervención ante la Junta Directiva Nacional de su partido, ha dado el nombre tras un discurso de media hora donde ha insistido en la necesidad de dar salida inmediata al bloqueo institucional de España.

«Los españoles no quieren políticas de vuelo corto», ha enfatizado el jefe del Ejecutivo en funciones, que apela a un entendimiento «rápido» para superar la investidura en agosto y se muestra dispuesto a asumir la fórmula de Ciudadanos: gobernar con el único respaldo de sus 137 diputados. Para ello, sigue siendo imprescindible la abstención de un PSOE que hoy ha vuelto a subrayar que votará ‘no’ a Rajoy.

El jefe del Ejecutivo en funciones pide «responsabilidad» al resto de fuerzas para sacar a España del bloqueo institucional

El presidente del PP apela a la «responsabilidad» de todas las fuerzas para que España salga de la interinidad en que lleva más de medio año sumida y pide un acuerdo que, además de permitirle continuar en La Moncloa, le proporcione apoyo parlamentario en los temas que considera de más importancia: la negociación de una nueva senda de déficit, la aprobación del techo de gasto para los presupuestos, la aprobación de los propios presupuestos para 2017, cumplir con los compromisos europeos y fijar postura común en materias de Estado como la política exterior, antiterrorista y de defensa. Todos tienen, en su opinión, «la obligación moral y democrática» de contribuir a desencallar la situación.

Antes de eso, fuentes de Ciudadanos han informado de los detalles del acuerdo con el PP, que permitirán a sus diputados Ignacio Prendes y Patricia Reyes mantenerse en la Mesa del Congreso. La negociación con Rajoy fue compleja y tensa e incluyó el rechazo explícito de Rivera a otros nombres ofrecidos para presidir las Cortes (María Dolores de Cospedal y Jorge Fernández Díaz). La figura de Pastor, de perfil menos partidista y más técnico, generó mejor acogida. Ello no implica, ha garantizado el número dos naranja, José Manuel Villegas, que ahora esté más cerca el ‘sí’ a Rajoy en su investidura. C’s ya ha tenido el «gesto» de ofrecer su abstención y ahora «le toca a otros» favorecer la gobernabilidad.

Lo que el líder popular no ha anunciado aún son los nombres de los otros miembros de su partido que se integrarán en la Mesa, aunque se da por hecho que repetirán Celia Villalobos y Alicia Sánchez-Camacho. La confirmación llegará en la reunión que el Grupo Popular celebrará una hora antes del inicio del pleno de constitución de Cortes. Rajoy ha adelantado también que Rafael Hernando y José Manuel Barreiro continuarán siendo los portavoces de su formación en el Congreso y en el Senado, respaldados por los mismos equipos de la efímera XI Legislatura. Pío García Escudero volverá a ser el presidente de la Cámara alta. La mayoría absoluta del PP en esta institución hace innecesario cualquier acuerdo con otras fuerzas.

El PSOE, por su parte, ha anunciado que presentará la candidatura de Patxi López a presidente del Congreso, pese a que no contará con más votos que los 85 del Grupo Socialista. Unidos Podemos tiene su propio aspirante, Xavier Domènech, a quien pretendía que apoyaran los independentistas catalanes. De ese modo, lograría más respaldo que López (88 votos) y se enfrentaría en segunda vuelta a Ana Pastor. El reglamento establece que si en la primera votación ningún candidato obtiene la mayoría absoluta (176), se celebrará una nueva entre los dos con más avales, siendo suficiente ya con la mayoría simple para ser elegido.

El plan de Pablo Iglesias buscaba que la candidata de PP y C’s se enfrentara al suyo en esa ronda final, para visualizar así que el PSOE podía elegir entre hacer presidente del Congreso a un parlamentario de izquierdas o a uno de derechas. Iglesias y Sánchez han mantenido contactos a lo largo del lunes, pero la operación se ha demostrado irrealizable. ERC había marcado distancias con Domènech ya el domingo, el PNV había anunciado su abstención y CDC defiende su propia alternativa, postulando a Francesc Homs. No tiene posibilidades de pasar a la segunda vuelta, pero mantiene sus reservas sobre qué votará en esa elección final donde ya no compita.

Según han informado fuentes parlamentarias, el PP habría amarrado este último movimiento prometiendo a los nacionalistas catalanes grupo propio en el Congreso. Y ello sería posible gracias a una interpretación laxa del reglamento, puesto que los convergentes no cumplen el requisito de alcanzar el 15% del voto en las circunscripciones donde presentaron listas. La abstención del PNV podría tener su recompensa en la Mesa del Senado, donde los populares le cederían uno de sus puestos. «Nos guste más o nos guste menos, y a nosotros nos gusta más bien poco, el PP volverá a presidir el Congreso», ha resumido el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, tras rechazar la propuesta de Iglesias y Domènech. Esquerra, en su opinión, no entra en la «ceremonia de la confusión» porque no está «aquí para hacer paripé ni teatro».

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