El complejo proceso de compra de Yoigo, que ha enfrentado a MásMóvil y a Zegona y previsiblemente se resolverá en las próximas horas, ha tenido un elefante en la habitación del que ningún medio se había hecho eco hasta ahora. Y es que, en medio del proceso, se ha producido una batalla por el alma del cuarto operador de telecomunicaciones y que decidirá qué va a ser exactamente en el futuro.

¿La postura del equipo que hoy dirige Eduardo Taulet? Un gran despliegue de antenas sobre emplazamientos de Vodafone y un nuevo acuerdo de itinerancia con los británicos, que pasarían a sustituir a Telefónica. Una postura que, si bien tiene ventajas, también dejaría sin 4G a un 25% de los clientes de la red de Yoigo, ya que el acuerdo con Vodafone no incluiría un acceso económico a esta tecnología, según varias fuentes del proceso consulltadas por SABEMOS.

El cuarto operador está trabajando ya con los principales fabricantes de redes en este proceso, intentando acelerarlo todo para poder notificar a Telefónica el próximo 1 de julio la ruptura del acuerdo, que se haría efectiva a partir del 1 de enero de 2017.

Esto no le haría ninguna gracia a Telefónica, que perdería uno de sus grandes contratos en España, pero tampoco a los posibles compradores. Zegona ha reconocido públicamente que ha negociado un acuerdo con Movistar para prorrogar con importantes descuentos su propuesta mayorista. Y es un pacto que sí incluiría el acceso a la tecnología 4G, a diferencia del que ha preparado Yoigo con Vodafone.

MásMóvil, por su parte, podría tener que acabar aceptando el plan de Vodafone a pesar de que sería absolutamente trágico para sus intereses y de que los bancos que podrían apoyarles con la financiación no quieren que se produzca el cambio de socio. No porque la red de Vodafone no sea buena, sino porque poner la compañía bajo el brazo de los ingleses implica que no se podrán materializar las sinergias previstas por la compra de Pepephone. Si Yoigo se fuese  a Vodafone, MásMóvil perdería al menos 30 millones de euros al año en sinergias en Pepe que eran clave para su supervivencia a corto plazo, y se vería obligada a pasarse al menos dos años simultaneando tres operadores diferentes.

En todo caso, y contra los deseos de Yoigo y ACS, fuentes próximas a Telefónica confirmaron que el anuncio de Zegona de que ya había avanzado en un acuerdo con los azules ha precipitado reuniones de última hora para intentar llegar a un acuerdo como sea. ¿Conseguirán los amarillos sortear la presión de ACS y llegarán a una alianza con Movistar que les permita conseguir una operación sostenible? ¿Aceptará ACS algo así?

Yoigo y el 4G

Yoigo tiene un problema de red desde hace años, y es que el acuerdo de red con Telefónica está desfasado, las relaciones entre Taulet y el presidente de Telefónica, Luis Miguel Gilpérez, son malas, y los costes de red crecen cada año, especialmente cada vez que se contrata una de las tarifas Sin Fin de 20 gigas.

La solución de Vodafone tiene sus ventajas. Facilita el despliegue de antenas propias,  aumenta la cobertura propia y reduce la dependencia de un gran operador. Sin embargo, también tiene serios inconvenientes. El más importante de los cuales es que, aunque su cobertura alcanzaría un 75% de la población, el 25% restante se quedaría sin 4G casi sin remedio. (Actualización: En una declaración oficial, Yoigo afirmó a SABEMOS que ya tiene un 70% de cobertura en 4G y que el objetivo sería alcanzar el 90% antes de terminar el año. La discrepancia entre unas posturas y otras la tiene el tipo de frecuencia utilizadas para el despliegue, con mala cobertura en interiores)

Eso no quiere decir que hoy lo tengan. Muchos de los clientes de Yoigo viven hoy sin 4G. Y no porque el acuerdo con Movistar no lo contemplase, que sí lo hacía, sino porque el precio era tan elevado que no compensaba activarlo. Una tarifa SinFin con los precios de Movistar en una zona sin cobertura propia y en 4G era un lujo que Yoigo no podía permitirse.

El plan de Taulet pasaba por aumentar antenas, reducir el número de clientes sin acceso a 4G y fomentar planes de datos con muchos gigas a precios reducidos capaces de romper el mercado y atacar la línea de flotación de los tres grandes. Una destrucción de valor en el mercado parecida a la que hizo en su día Jazztel con el móvil.

Todo esto sería más factible de no ser porque Yoigo no tiene acceso a las mejores frecuencias de 4G, las de 800 Mhz, de manera que por más antenas que despliegue su cobertura a medio y largo plazo, difícilmente podrá compararse con la de los grandes, especialmente en interiores.

En todo caso, esto no dejaría de ser un debate técnico (¿conviene mejorar el acuerdo con Movistar o cambiar radicalmente?) si no fuese porque ha afectado dramáticamente al proceso de venta y lo ha condicionado.

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