Estos días se celebra en Sevilla el salón «Mining and Minerals Hall» de la industria minera.

Plataformas y organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra, participan en el «Contrasalón Minero» en Sevilla, coincidiendo con el «Mining and Minerals Hall» organizado por la industria minera. En el encuentro alternativo se dan cita movimientos sociales para poner sobre la mesa los impactos de la minería, así como las alternativas de reutilización y reciclaje de materiales.

Las actividades se han iniciado con una acción de denuncia ante el sumidero de Cobre las Cruces, la mayor mina a cielo abierto de Europa y una concentración en la que han participado colectivos de toda España frente al Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES), bajo el lema “Todas las minas contaminan”. A lo largo de estos días, los colectivos desarrollarán un conjunto de actividades que denunciarán la devastación ocasionada por la industria extractivista, y que servirá de contrapunto al discurso de la feria minera que se define como “esencial, sostenible, comprometida y segura”.

Aznalcóllar en el recuerdo

Hace 25 años se produjo uno de los mayores desastres ecológicos en nuestro país: la rotura de la balsa de lodos tóxicos en Aznalcóllar. Hoy, recuerdan las organizaciones que «continúa la impunidad de los responsables, que nunca pagaron por este crimen». La realidad en toda la geografía ibérica, dicen, «es contraria al relato del lobby minero auspiciado por la administración. Las minas son explotaciones contaminantes e irresponsables que comprometen la salud de las personas trabajadoras, la calidad de vida de las poblaciones próximas y la pervivencia de los ecosistemas». Denuncian, además, que se trata de una actividad extractiva «cuya producción, en la mayoría de los casos, podría sustituirse con materiales provenientes de la recuperación y reutilización de los metales».

Manifiesto de Sevilla

Durante el Contrasalón se ha lanzado el «Manifiesto de Sevilla» bajo el lema “Todas las minas contaminan”. Estará respaldado por decenas de organizaciones de toda la península. El documento denuncia que más minería supondrá mayor devastación ecológica, omitir el derecho de los pueblos a decidir sobre sus propios territorios, mantener la extracción y el uso desmedido de recursos naturales y acelerar la crisis climática. Por eso, reivindica replantear el modelo de producción y de consumo, y avanzar hacia la reducción, la reutilización y el reciclaje.

“Este evento carece de toda lógica cuando el camino a seguir a nivel global y local pasa por proteger nuestros territorios y su población”, ha declarado Cristóbal López Pazo, coordinador del área de Minería de Ecologistas en Acción. “No podemos hablar de abrir nuevas minas mientras seguimos apostando por un modelo consumista insostenible, y cuando todavía no hemos establecido los cauces para reciclar y reutilizar los materiales con los que ya contamos”, ha añadido.

“No podemos seguir abriendo minas con los impactos negativos tanto sociales y ambientales que conlleva para la vida de la gente, ni aquí ni en los países del Sur. Las empresas no pueden campar a sus anchas con total impunidad mientras contaminan acuíferos, territorios y enferman a la población. Es necesario cambiar el modelo y adecuarlo a las necesidades reales de la ciudadanía, reducir el consumo y dejar de extraer nuevos materiales”, ha concluido Adriana Espinosa, responsable de Recursos Naturales y Residuos de Amigos de la Tierra.

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