Pedro Sánchez ha señalado que las temperaturas extremas y las sequías no son una anécdota, sino el reflejo del cambio climático, una realidad con graves efectos sobre la salud de las personas y el medio ambiente. Luchar contra ese desafío es un reto global y una prioridad para el Ejecutivo, según ha asegurado el presidente en la reunión, organizada por Naciones Unidas y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). España es el país anfitrión este año del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
El presidente ha subrayado que el cambio climático es una evidencia científica y que la única opción para hacerle frente es la de la sostenibilidad, la conservación del planeta y una transición ecológica justa e inclusiva desde el punto de vista social y territorial. Además de repasar las acciones emprendidas por el Gobierno en este ámbito, ha anunciado una nueva iniciativa que reforzará los vínculos de colaboración con el continente africano para luchar contra la desertificación y restaurar el ciclo del agua.
En el acto han intervenido el secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, Ibrahim Thiaw; el presidente de la COP15 de Desertificación, Alain-Richard Donwahi, y la activista climática Patricia Kombo. Además, António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, y Virginijus Sinkevičius, comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, han participado a través de un vídeo.
Por parte del Gobierno, también han asistido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994 y se celebra cada 17 de junio para concienciar sobre la importancia de estos problemas ambientales y demostrar que es posible combatirlos con eficacia. Este año se celebra bajo el lema «Superando juntos la sequía» y está centrado en la urgencia de adoptar políticas y medidas a escala local, regional y global para evitar los efectos de la desertificación y la sequía, así como en crear sociedades más resilientes ante este reto.