-Más allá de las declaraciones del ministro Garzón a The Guardian, ¿por qué ahora este debate?
-Porque desde Europa se nos está tirando de las orejas. La Comisión Europea acaba de denunciar a España porque no estamos controlando ni trabajando con el rigor suficiente en la normativa de contaminación por nitratos. Y así tenemos las aguas. Nosotros ahora empleamos unos lapiceros medidores que nos ha donado Greenpeace, porque es una herramienta bastante costosa, con voluntarios de los pueblos que están haciendo mediciones de agua del grifo, del pozo de su huerto, de los manantiales, de las fuentes naturales…y estamos viendo que los nitratos están disparados. Te puedo decir que en mi pueblo estamos a 5 miligramos por litro de no ser potable. Muchos ayuntamientos han sacado bandos prohibiendo el agua porque no es potable o aconsejando a embarazadas, niños y ancianos que no beban el agua.
-¿Quiénes sois?
-Somos cerca de 70 plataformas vecinales. Somos gente de pueblos muy pequeños, en algunos casos con 180 o 400 habitantes. Cuando los vecinos escuchan que van a poner una explotación de esas características, se informan y entran en contacto con nosotros para que les asesoremos, qué pueden hacer, cómo hablar con el alcalde, cómo se pueden oponer. Yo empecé en esto en 2017 porque cayó un proyecto descomunal en mi pueblo, Pozuelo, en Albacete. Eran nueve explotaciones de 150.000 cerdos en la misma finca y el promotor era CIFUSA-El Pozo. Esto se fue tratando de una manera muy sibilina, muy poco transparente. Y cuando nos dimos cuenta quedaban diez días para que terminase el periodo de alegaciones. Y claro, nos pusimos las pilas. Y cuando te descargas el proyecto que son casi 600 páginas de un tema que nosotros, gente de campo, no controlamos, pues ahí nos tuvimos que poner a buscar leyes, a analizar el proyecto, y vimos que tenía un montón de lagunas y que no estaba valorando con precisión lo que era nuestra zona. Todo eso lo fuimos denunciando. Nos dirigimos a la Junta de Comunidades que era la que tenía que dar el visto bueno al Estudio de Impacto Ambiental. Y al final conseguimos paralizar el proyecto. Pero como el alcalde, en ese momento, no tomó medidas para frenarlo con herramientas como el Plan Ordenación Municipal, pues nos llovió otro proyecto a los dos años. Este era un poquito más pequeño, porque durante ese tiempo el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó una normativa nueva que decía que estas explotaciones no podían estar a menos de 2 kilómetros del casco urbano. Entonces, 3 de esos núcleos se cayeron. Uno que estaba, por ejemplo, a 1,7 kilómetros de mi casa. Iban ajustando todo lo que podían, incluso metiéndose encima de un camino público. Todo esto se hizo con alevosía, conocimiento de causa y además “porque me importa un rábano”. Alegaban que como éramos pocos, que había una colina y un montón de árboles que no nos iba a afectar. Este segundo proyecto lo hemos conseguido parar con un Plan de Ordenación Municipal que ha anunciado el alcalde y la paralización de licencias por un año.
asaja, el sindicato de jóvenes agricultores, que no sabemos a quién representa, está denunciando a muchos ayuntamientos
-La Asociación Nacional de Productores Porcinos ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo, por ejemplo, contra el Ayuntamiento de Cenizate en Albacete, que ha adoptado esa medida de no aprobar más licencias en un año, ¿lo consideráis una forma de presión?
-Es una amenaza en toda regla. Nosotros pensamos que eso no va a llegar a ningún sitio. Pero tú imagínate: un ayuntamiento pequeño que recibe un contencioso que no tiene las herramientas suficientes para hacerle frente, ya es un inconveniente muy grande. Lo de la patronal es algo novedoso, pero no es sólo la patronal. ASAJA lleva tiempo denunciando pueblos de Cuenca y amenazando que los va a denunciar. Pueblos que al principio utilizaban normativa de vertido de purines para blindarse, a los que les estaban vertiendo purines de las explotaciones de pueblos vecinos. Entonces, varios ayuntamientos de Cuenca, pero también en Castilla y León hicieron esta normativa y ASAJA, el Síndicato de Jóvenes Agriculttores, que no sabemos a quién representa, está denunciando a estos ayuntamientos.
-¿Cómo explicáis que haya ayuntamientos de un mismo color político que en cambio ofrecen opiniones tan dispares respecto a un asunto cuyas consecuencias son evidentes?
-Creo que lo de los ayuntamientos era más antes. Había alcaldes que, ante la despoblación rural, se dejaban embaucar por las promesas de estos promotores que les decían que les iban a llenar el colegio, que iban a fijar población, que se iba a incrementar el empleo…pero ahora la verdadera política municipal, independientemente del color, es contraria a este tipo de explotaciones porque están viendo que no trae nada bueno a sus pueblos. No es un trabajo de calidad, no son muchísimos empleos que vayan a fomentar una economía que enriquezca la zona. Al contrario, perjudica y destruye mucho más de lo que crea. Pero sí es cierto que, a nivel estatal, están saliendo muchos dirigentes políticos diciendo que no existen las macrogranjas. Pues no sé, que se den una vuelta por aquí y vean la cantidad de naves que tenemos y cómo viven esos vecinos, que se los comen las moscas, que no pueden beber agua del grifo, que no pueden salir a la calle y que, además, sus campos se están viendo afectados.
–¿Esto le viene bien al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernando Fernández Mañueco, a un mes para las elecciones?
-Pues que vaya a Santovenia, en Zamora, que de una vuelta por ahí, que tienen 40.000 pollos, una explotación de madres y otra en construcción que eso parece una megalópolis porcina y con aguas contaminadas. Al final da pena, porque tienes un montón de pueblos también en Segovia donde la gente que sigue viviendo es mayor, que ha vivido toda la vida ahí, que ha sudado el campo, que quieren seguir viviendo en su casa, y les ves que están porteando con las carretillas las garrafas de agua que les dan desde el ayuntamiento o desde Protección Civil, porque el agua del grifo no es potable. Pero bueno, ¿adónde estamos llegando? Y no es potable porque les han colocado un negocio, una industria, porque eso no es una granja, que ha contaminado el agua. Por otra parte, la gente también dice -en relación a las declaraciones del ministro Garzón- que en lugar de hacerlas en The Guardian, un medio extranjero, que lo diga en el BOE. Es que a lo mejor hay que cambiar la ley y ver que esto no son son granjas. Esto son industrias que cuando te colocan una, te colocan más.
yO VIVO EN EL PUEBLO CON MIS HIJOS Y ME PREGUNTO: ¿QUÉ AGUA LES VOY A DEJAR PARA BEBER?
-¿Cómo convencer a los negacionistas de las macrogranjas?
-Que se pasen por aquí y huelan lo que es tender la ropa y que no se quite el olor a cerdo. Yo vivo en el pueblo con mis hijos y me pregunto ¿qué agua les voy a dejar para beber? Luego te comentan: pero bien que te gusta el jamón, el forro, la oreja…pues claro que me gusta comer carne y me gusta el cerdo. Y además soy agricultora. Es que mi cereal es para consumo animal. Y no quiero seguir regando con agua que me quema el cultivo. Todo en su justa medida. Si dicen que no existen las macrogranjas qué les parece una explotación de 80.000 cerdos con capacidad anual para criar 100.000 lechones.
-¿Qué objetivo persiguen negando esta realidad?
-Creo que el lobby es muy poderoso y lo que está haciendo es defenderse como gato panza arriba. Porque ellos tenían aquí un gran negocio, se estaban instalando en pueblos donde no encontraban resistencia y habían visto la gallina de los huevos de oro. Y luego, remarcar que los índices de consumo de carne en España no han subido. Seguimos consumiendo la misma, pero sí se ha incrementado exponencialmente la producción. Es todo para exportar.
-¿Es todo esto consecuencia de la España vacía?
-Yo creo que sí, porque esta gente no logra ni siquiera fijar la población que había. Tenemos el caso de Balsa de Ves en Albacete que ha perdido el 40% de su población desde que se instaló, en 2006, una explotación. Ahora el pueblo está lleno de carteles de “se vende”. El que ha podido se ha ido y el que no, pues ahí está. Y luego mal vendes, porque el que te quiere comprar o tus bancales o tus tierras es el propio promotor para así tener menos enfrentamientos.
HAY PLantas que empezaron como una granja y ahora son gestores de residuos
-¿Cuántos grupos empresariales forman este lobby?
-CEFUSA-El Pozo se está extendiendo por Murcia, Granada, Almería y está subiendo hacia Albacete. En la Comunidad Valenciana destacan empresas como Grupo Sanchís que no sólo tiene los cerdos, sino que realiza proyectos de incineración de cadáveres y gestor de residuos. Y ya no sólo utiliza el purín para hacer energía, sino que vienen camiones industriales con residuos de papeleras, de fitosanitarios o industrial textil a estas plantas que empezaron como una granja y ahora son gestores de residuos. En Cataluña y Aragón tenemos al Grupo Vall Companys, en Galicia opera COREN. Son principalmente especuladores que van picoteando donde no vayan a encontrar oposición para montar su explotación. Y no sólo una, sino seguir ampliando. Una vez que te colocan una macrogranja de madres, sabes que el engorde va a ir cerca.
-La industria cárnica está entre las principales causas de problemas globales de primer orden como la deforestación para la producción de piensos, el agravamiento del cambio climático o la creciente resistencia a antibióticos, responsable ya de decenas de miles de muertes cada año sólo en la Unión Europea. Pero, ¿cómo impacta en el bienestar animal?
-Nosotros nos oponemos a este tipo de explotaciones y las consideramos industrias porque, evidentemente, el animal no sale. No entendemos por qué se vienen al campo, si al final ese animal no va a pastar, va a estar metido en el nave durante toda su vida, engordándolo a marchas forzadas en un corto periodo de tiempo y luego con el riesgo de que, al haber tantos animales juntos, si hay un brote de cualquier enfermedad, pueden caer todos, ¿no?. Y eso el promotor no lo desea. Por tanto, pone medidas como medicar profilácticamente a esos animales para que no enfermen. Es tremendo, porque esas explotaciones por sí solas no tienen capacidad para alimentar a esos animales. No tienen cereal suficiente y entonces tienen que importarlo de otros países. Luego tampoco tiene capacidad para hacer una gestión de esos purines. Necesitan de terceros que los manejen. Muchos presumen y dicen que el purín es el mejor abono que hay, que cómo podemos estar en contra y decir esas barbaridades de ese abono. En efecto, es un abono muy bueno, pero si utilizas la dosis justa en el momento adecuado, teniendo en cuenta el tipo de suelo y cultivo. Pero eso no se está teniendo en cuenta. Lo que quieren es deshacerse de ese residuo porque tienen las balsas llenas.
un vecino utilizó purines para abonar patatas y no había quien se las comiese. nI LAS OVEJAS QUIEREN LOS RATROJOS
-¿Cómo afecta todo esto a la la actividad ganadera en extensivo?
-Mis vecinos pastores se quejan y lamentan de que tienen ciertas parcelas de concesión para pastos y en aquellas donde el agricultor ha utilizado purines para abonar la tierra, las ovejas no se comen el rastrojo. Tenemos otro testimonio de un vecino que utilizó purines para abonar las patatas y esas patatas no había quien se las comiese. Al final las tuvo que vender para hacer patatas chips, porque como las hacen tan finitas y las fríen tanto. Pero nadie se las compraba porque se habían impregnado de tal manera que eran incomestibles. Nadie las quería. Y luego estamos con un montón de dinámicas y de fomento de la agricultura, del traspaso generacional, de tendencia a una agricultura más verde, más sostenible, con subvenciones que ayudan a la agricultura ecológica para que la gente se convierta a ecológico, con alternativas como “del Campo a la mesa” en Castilla La Mancha. Otra que han sacado ahora que se llama “Campo y alma”, a través de la que el agricultor puede vender sus productos directamente al consumidor. Pero claro, si yo quiero un producto de calidad diferenciada y al lado tengo esta explotación que me está afectando en la calidad de mi cultivo, pues no puedo hacerle frente. Entonces, teniendo el potencial del campo español por qué no caminamos hacia un producto de verdadera calidad y no hacia productos de rápida gestación y con estas consecuencias para el medio ambiente. Vamos a diferenciarnos y a conseguir un valor añadido. No una carne barata, hecha rápida y con estos impactos en la gente, en la salud de las personas y en la vida en el pueblo.
Según un trabajo del doctor Jesús Moratalla presentado en el último Congreso de Neumología, las afecciones más comunes para la salud son conjuntivitis, problemas respiratorios, cefaleas e insomnio, entre otros
-¿Estas macrogranjas crean tantos puestos de trabajo como dice la patronal?
-No tantos como prometen. Al final está todo muy mecanizado, no son trabajos cualificados y no fija ese tejido familiar, rural…que sí que lo hace la ganadería extensiva. Nadie te asegura que ese trabajador que está en la explotación vaya a vivir en el pueblo. Yo me pongo en la piel de un trabajador de estas explotaciones, inhalando todo el día partículas de amoniaco que desprenden los purines y ¿voy a querer que mis hijos, mi familia, estén inhalando todo esto y bebiendo del agua contaminada? Pues viviré en otro sitio, si no me queda más remedio que trabajar ahí. No sé si sabéis que este año en el Congreso de Neumología se trataron las enfermedades de los trabajadores de estas explotaciones y de la gente que vive cerca. Las afecciones más comunes son conjuntivitis, problemas respiratorios, cefaleas, insomnio…El ponente fue el doctor Jesús Moratalla y aún tendrán que investigar más. Pero esto es serio. Tu puedes darte cuenta de la peste, pero es que estás inhalando partículas nocivas para tu organismo.
-¿Qué le pedís al Gobierno?
-De momento que se frenen todas las explotaciones que hay sobre la mesa y que haya una evaluación del impacto acumulativo. Hasta ahora no se está valorando así. Ahora se valora individualmente el impacto que puedan generar. Pero si yo ya tengo una a 2 kilómetros a la redonda, otra a otros 2 kilómetros, etc… y en el territorio hay mucha carga ganadera que está abasteciéndose del mismo acuífero, de los mismos recursos hídricos y están defecando en la misma zona, pues eso es lo que se tiene que valorar. ¿Cuántos cerdos caben por territorio, cuántas gallinas, cuántas vacas? Y luego vemos que la Administración está un poco desbordada, no hay control en los planes de vertido de purines. Aquí cada uno hace lo que le da la gana. Es muy difícil de controlar. Desde Europa nos han advertido de que no estamos haciendo caso a todo esto y luego los efectos son irreversibles.
–¿Os sentís abandonados en esta lucha?
-Es humillante ver cómo ciertos partidos políticos y también sindicatos agrarios están negando que exista esta problemática. Y sí, existe desde hace años. Y lo que hay que hacer es controlar y quizás modificar la legislación existente hasta ahora que permite este tipo de abusos y descontrol de estas explotaciones que permiten tantas cabezas de animales en un mismo territorio y esa falta de rigor a la hora de verter los purines. Y me refiero a ASAJA, que no sé a qué tipo de Jóvenes Agriculturores está representando, a la COAG, que ha tenido una postura muy firme contraria a la explotación en Noviercas (Soria) para 23.000 vacas, y a UPA, que siempre ha apostado por la agricultura familiar, que estuvo con nosotros en Bruselas denunciando estos abusos y que ahora han cambiado su postura de esta manera tan radical. No sé a quiénes están representando. La gente del campo, los que vivimos y sufrimos en primera línea estos efectos de la ganadería industrial pedimos que nos apoyen y nos representen a nosotros, no a especuladores que vienen a montar la granjita y a cagarse encima de nuestras casas y nuestro futuro.