La práctica totalidad de los bancos que operan en España se han puesto de acuerdo para desarrollar una plataforma de pagos instantáneos, Bizum, gracias a la cual los clientes pueden mover dinero con más comodidad: basta con elegir un número de teléfono de la agenda del móvil para completar una transferencia. Todo para hacer la vida más fácil a los usuarios. ¿Todo? No. Una aldea de irreductibles comisiones bancarias resiste todavía y siempre al invasor fintech.

Durante la presentación de la plataforma de pagos Bizum, el consejero delegado de la empresa, Ángel Nigorra, ha tenido que responder varias veces con la misma frase a la pregunta crucial: si hay que pagar comisión por utilizar el sistema. «Depende de la política comercial de cada banco», ha reiterado en múltiples ocasiones.

Era la oportunidad perfecta para que las entidades españolas se modernizaran y copiaran las mejores ideas del fintech, el sector que aúna finanzas y tecnología. Frente a la sencillez y la transparencia que defienden estos nuevos competidores, los bancos han vuelto a tropezar con la misma piedra de siempre, las comisiones, esos recargos impopulares cuya finalidad nadie entiende.

Muchos bancos no van cobrar por utilizar Bizum; tal y como ha adelantado Ángel Nigorra, en la actualidad existen planes de exención de comisiones en la mayoría de entidades españolas. Lo mismo para esta aplicación. Pero la opción para los bancos de establecer comisiones por el uso de Bizum deja en el aire la continuidad de las comisiones bancarias, unos recargos que la industria considera necesarios para la supervivencia de las entidades en unos tiempos de tipos de interés negativos.

Cooperación entre rivales

Para lo que sí ha servido este proyecto ha sido para desfragmentar el universo de las plataformas de pagos. Bizum es una rara avis en un mercado en el que los competidores no comparten los mismos estándares tecnológicos -véase la división entre 4B, Servired y Euro 6000-. Nigorra ha reconocido el esfuerzo de las entidades y ha definido el proceso como una «colaboración modélica» entre los principales bancos de España.

La iniciativa cuenta con la participación de 27 entidades bancarias como accionistas, incluidas las 7 grandes del Ibex 35 (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankia, Popular y Bankinter), pero también las principales redes de antiguas cajas (Ibercaja, Unicaja, Caja Rural, Evo Banco, Kutxa). Entre estos grupos y los que se van a adherir al sistema, Bizum va a tener una cobertura superior al 95% del mercado, según la empresa. El único grande que falta es ING.

«A ING y al resto de bancos se les ha invitado y estamos totalmente abiertos y encantados de que se puedan ir sumando. Eso sería positivo para sus clientes y para los clientes del resto de bancos», ha asegurado el consejero delegado de Bizum.

La intención de la compañía es atraer a otras entidades pero también sumar más servicios a la plataforma. Entre ellos está el pago en comercios, para el que se servirán de la tecnología contactless o NFC. De momento han lanzado la funcionalidad de pagos entre particulares, entre 50 céntimos y 500 euros; el servicio funciona directamente desde las aplicaciones móviles de los bancos.

Por el momento hay 16 entidades -las principales- que ya ofrecen el sistema de pagos a sus clientes, con lo que se cubre una cuota de mercado del 82%, pero a lo largo de octubre se incorporarán otras 8. En lo que va de semana se han dado de alta 37.000 usuarios, que han realizado 7.500 operaciones. El objetivo de Bizum es alcanzar en 5 años los 1.000 millones de transacciones gestionadas por un valor de 30.000 millones de euros.

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